Plantas medicinales (herbolaria)


Categoría: Pandilla Kids (3ro., 4to., 5to. y 6to. Año de primaria)
Área de participación: Medicina y Salud

Asesor: ALMA ORTIZ HERNANDEZ

Autor: Miguel Alejandro Martinez Preciado ()

Grado:

Resumen

Mi trabajo intenta presentar y dar a conocer como hasta nuestros tiempos la medicina herbolaria o como a veces decimos remedios de la abuela son eficaces para ayudar a curar algunos malestares físicos y como también quizá se pueden mesclar llevando un medicamento farmacéutico, nuestros antepasados los utilizaron y los fusionaban hay una amplia gama de plantas medicinales que son remedios muy sencillos pero aun eficaces.

Me intereso la herbolaria porque mi abuela sabe algunos remedios que nos a preparado y nos han dado buen resultado.

Pregunta de Investigación

¿Realmente sirve la herbolaria?

Planteamiento del Problema

Aun en nuestros tiempos algunas personas se inclinan al consumo y tratamiento de plantas medicinas para la curación de algunos males, les ha funcionado, nos encontramos con médicos botánicos o médicos alternativos los cuales guían y recetan el consumo, pues hay que recordar que algunas plantas para su consumo también pueden ser mortales.

Antecedentes

En el siglo III a. de C., En Edfu, en el bajo Nilo (junto a lo que hoy es Assuan), en el templo de Horas se creó una escuela de medicina en cuyo jardín se cultivaban plantas medicinales. Los egipcios conocían por entonces las propiedades analgésicas de la adormidera.

Los conocimientos egipcios se extendieron rápidamente por Mesopotamia y alcanzaron Grecia. Se ha calculado que en Babilonia se empleaban más de 200 plantas medicinales, entre ellas la belladona.

Los griegos supieron aprovechar la herencia egipcia y dieron un cierto sentido científico al uso de las plantas medicinales: a cada enfermedad le aplicaban un remedio, y siempre el mismo. Hipócrates que vivió en el siglo V a. de C, siguió aplicando el mismo método, marcando pautas y dosis de administración. Hoy es considerado el padre de la Medicina.

En el otro extremo del continente eurasiático, las culturas orientales, se desarrollaron paralelamente. El emperador chino Shen Nung describe mil plantas  medicinales  3000 años a. de C., Se sabe que en la India, un milenio más tarde, enfermedades como el asma o el resfriado común eran tratados con cáñamo.

Hay que esperar hasta el siglo I de nuestra era para que nazca Dioscórides. Si Hipócrates ha sido considerado el padre de la Medicina, Dioscórides es, sin lugar a dudas el padre de la fitoterapia. Su obra Materia Médica recoge todo el saber de su tiempo sobre las plantas medicinales: consta de 6 libros en los que describe 600 especies de plantas.

En Roma, Galeno (nacido en Grecia) da un paso adelante en el conocimiento de las hierbas al marcar patas para la extracción y forma de administración de los principios activos: utiliza para ello agua, alcohol o vinagre y describe las formas de administración, como los emplastos.

Tras la caída del Imperio Romano, durante la Edad Media se detienen los estudios sobre fitoterapia, si bien siguen utilizándose los remedios de acuerdo con las pautas marcadas por griegos y romanos. Los monjes evitan que se pierdan los conocimientos sobre plantas medicinales y las cultivan en los claustros de los conventos. Un factor que influye negativamente en el desarrollo de la fitoterapia es el miedo de las gentes a ser considerados herejes. Cabe destacar en este entorno religioso a la abadesa benedictina Santa Hilegarda, que vivió en el monasterio de Rupertsber, en Alemania, y nos legó sus conocimientos sobre plantas medicinales a través de varias obras que se agrupan bajo el nombre de Physica.

Ya en el Renacimiento, el médico suizo Paracelso (siglo XV-XVI) establece los que resultarían falsos principios de analogías: aquellas partes de las plantas que se pueden relacionar (de alguna manera) con partes del organismo, sirven para curar estas últimas. Así, la pulmonaria, cuya hoja puede recordar el pulmón, servirá para combatir enfermedades respiratorias, y los vegetales con el tallo rojizo serían las ideales para curar las enfermedades de la sangre.

Las expediciones al Nuevo Mundo dieron a conoce muchísimas plantas desconocidas en el Viejo Continente. Aparecieron los primeros herbarios americanos, como el Manuscrito Badiano, escrito por el médico azteca Martín de la Cruz, describe plantas que revolucionaron la fitoterapia europea, como la zarzaparrilla, el tabaco, la coca o la quina.

Tal proliferación de las plantas requería un estudio comparativo que permitiera clasificarlas y reclasificar las conocidas hasta entonces. Fue el naturalista sueco Carl von Linné  quién e el siglo XVIII, se entregó a tan ardua tarea, cuyos resultados fueron tan aceptados por la comunidad científica,  que la clasificación que hizo de los seres vivos aún sigue vigente en nuestros días.

En el siglo XIX  los avances que experimentan las Ciencias gracias a investigadores como Darwin (teoría de la evolución) y Mendel (leyes de la herencia) permiten estudiar las plantas desde una óptica más profunda y menos sensacionalista. S e extraen los principios activos de las plantas, se aíslan, se identifican y se establece la relación causa-efecto, es decir, se investiga qué efecto ocasiona una determinada sustancia extraída de una planta sobre un animal. A partir de entonces ya no se habla de las propiedades de tal o cual planta sino de las te tal o cual compuesto. La industria química y farmacéutica sintetiza en el laboratorio muchas de las sustancias muchas de la sustancias extraídas de los vegetales y elaboran medicamentos con hierbas.

Sin embargo en las últimas décadas del siglo XX, parte de la población se rebela ante la industria que llena el mercado de productos para el medio ambiente o nocivos para la salud, y tiende a vivir de la forma más natural posible, en la que no pueden faltar las hierbas en el tratamiento de las enfermedades.

Algo importante que debemos mencionar es que precisamente por la manera de obtener los elementos químicos, las plantas los integran a su estructura por medio de la quimiosíntesis, por lo consiguiente la sustancia activa presenta un equilibrio fisiológico que es asimilable por el organismo y carece de efectos nocivos, siendo ésta una gran ventaja de la medicina natural.

Considerando que la naturaleza química de la droga se determina por los elementos que contiene, los dividiremos de la siguiente manera:

ALCALOIDES

Son compuestos nitrogenados muy potentes, en la mayoría son vegetales venenosos activos. Algunos ejemplos de éstos son: cólquico, derivados del opio y adormidera (morfina, codeína, etc.), cornezuela de los cereales, pendúnculo foliado de la ruda, ricino, alholva, cicutina, bellodona, escopolamina, dulcamara, aconitina, por mencionar algunas.

GLÚCIDOS

Productos intermedios del metabolismo de los vegetales se distinguen por tener dos partes: una contiene azúcar y otra aglucón. Algunas especies importantes son:

  • Plantas con glúcosidos azufrosos: rábano rusticano, mostaza blanca o negra, semilla de capuchina, y otras.
  • Derivados del ácido cianhídrico: estas especies al descomponerse por la saliva humana liberan el ácido cianhídrico convirtiéndolo en un veneno: almendras amargas, flor de saúco negro, endrina, hojas de cerezo, etcétera.
  • Antraquinónicos: tienen efectos laxantes: ruibarbo, corteza de cambronera, etc.
  • Cardioglucósidos: son reguladores de la actividad cardiaca: digital, adonis, lirio de los valles, raíz de eléboro, etc.
  • Fenólicos o derivados aromáticos: sauce, ulmaria, hojas de gayuba, arándano, brezo, etcétera.

SAPONINAS

Su principal acción es sobre la tensión superficial del agua, son espumeantes y emulsificantes. Tienen efectos importantes sobre la destrucción de glóbulos rojos, que los hace eliminar su hemoglobina, son expectorantes (eliminan flemas). Algunas especies que la contienen son: gordolobo, raíz de regaliz, y de saponaria, éstas plantas son diuréticas, y antisépticas de vías urinarias (infecciones). Las hojas de abedul, raíz de gatuña y la raíz de gin seng.

PRINCIPÍOS AMARGO

Estimulan el apetito, y aumentan la secreción de jugos gástricos permitiendo la secreción de jugos gástricos permitiendo una buena digestión: la genciana, trébol acuático, cola de caballo, menta, y otras más.

TANINOS

Tienen la capacidad de coagular las albúminas, metales pesados y los alcaloides, son astringentes. Detienen pequeñas hemorragias, inflamación de la cavidad oral (boca), alivian catarros, bronquitis, heridas en la piel, hemorroides y la excesiva sudoración; también son útiles contra envenenamientos por alcaloides, y enfermedades de la vesícula; son antidiarreicos. Algunas de las especies son: corteza de roble, nogal  (hojas), frutos del arándano, zarza, raíz de tormentila, bosorta, y muchos más.

SUSTANCIA AROMÁTICAS

Contienen elementos como los glucósidos fenólicos y otras con las sustancias cumarínicas, eficaz reforzador de los vasos sanguíneos, por ésta cualidad se emplea con mucha efectividad contra enfermedades hemorroidales y para atacar las molestas várices. Son útiles también como componentes de filtros solares ya que absorben los rayos ultravioleta. Otro ejemplo de estas plantas es la angélica.

El segundo grupo de estas sustancias son aquéllas que contienen los flavonoides, elementos fenólicos; dentro de éstas destaca la rutina que actúa sobre los vasos capilares en sus paredes; los encontramos en la ruda, alforfón, y la sófora. Las hojas y las flores del espino albar contienen una gran cantidad de estas sustancias. También la flor o la baya del saúco negro.

Otras especies que conforman este grupo son: la flor de tilo, el pedúnculo foliado del hiperico, la siempreviva, antenaria, cardo mariano (efectivo contra enfermedades del hígado, hepatitis, etc.).

ACEITES ESENCIALES

Son insolubles en agua pero solubles en cloroformo y acetona: aceite de oliva, y de almendras dulces; como no secantes y semisecantes: el de cacahuate, girasol, y de colza. El de adormidera y el de linaza son sólo dos ejemplos de aceites secantes.

GLUCOQUININAS (insulinas vegetales)

Estas sustancias regulan los niveles de azúcar en la sangre (glucemias), también son conocidas como fitoinsulinas. Las más comunes son: vaina de alubia sin semilla, galega, hojas de arándano, muy efectivas contra la diabetes.

La diversidad de usos, características y virtudes de las plantas son muy amplias, por lo que a continuación se enlistarán las más importantes:

  • Drogas amargas: Estimulan el apetito, disminuyen los problemas digestivos, algunas de ellas son: trébol acuático, artemisa, corteza de condurango, tusilago, ajenjo, cuachalalate, menta, etc.

  • Medicamentos astringentes: Actúan sobre la piel y mucosas, deshidratan los tejidos o los drenan, son antinflamatorios, generalmente están compuestos por taninos. Ejemplos: guayaba, arándano, salvia, tormentila, consuelda, verónica, pulmonaria, sauce, roble, bardana, hepática, alquimila, nogal orégano, agripalma, encino, etc.

  • Carminativos: Sus efectos son principalmente en la digestión (meteorismo: exceso de producción de gases, cólicos, calambres intestinales, disminuye la fermentación intestinal y previene el desarrollo de procesos infecciosos a nivel digestivo), algunas plantas son: manzanilla, anís, menta, hisopo, enebro, ajenjo, salvia, y muchas otras.

  • Diaforéticas: Algunos ejemplos de estos elementos que facilitan las transpiración y la diuresis (micción) son: gordolobo, cola de caballo, sauce negro, manzanilla, tilo, fumaria, verónica, bardana, grama, trinitaria.

  • Antidiaforéticas: Reducen la transpiración excesiva: la salvia, valeriana, belladona, y algunas de aplicación externa como el nogal y la corteza de roble, son algunos ejemplos.

  • Diuréticas: Favorecen la eliminación de orina, actúan contra las infecciones, desinflaman las vías urinarias, destruyen cálculos renales o sedimentos urinarios, facilitan la evacuación de líquidos como en los casos de insuficiencia cardiaca o renal y cirrosis hepática, algunas plantas que tienen esta propiedad son: cardo santo, alubia, brezo, diente de león, cola de caballo, cabellos de elote, hojas de abedul, bolsa del pastor, hojas de fresa, bardana, vara de oro, doradilla, etc.

  • Expectorantes mucilaginosos: Facilitan la eliminación de secreciones bronquiales, desinflaman la faringe (eliminan las flemas y disminuyen la tos). La malva, eucalipto, flor de gordolobo, llantén, musgo de Islandia, etc.

 

  • Expectorante emético: Aumenta la secreción a nivel bronquial, en grandes dosis provoca vómito, en pequeñas cantidades náuseas. Algunas son: raíz de ipecacuana, herniaria, gatuña, raíz de primavera, regaliz, flor de gordolobo, etc.

  • Expectorantes (estimulan la secreción bronquial): Facilita la destrucción de flemas y sintetizando su salida del árbol respiratorio, también son ligeramente desinfectantes. Algunas plantas son: pimpinela, hinojo, tomillo, serpol, flor y hojas de tusilago, semilla de lino, etcétera.

  • Laxantes (aceleran la evacuación intestinal): Use en este caso: la corteza de cambronera, vainas y hojas de sen, raíz de regaliz y ruibarbo, trinitaria, betónica, nuez, lino, etcétera.

  • Cardiotónicos: Estos cardiotónicos aceleran el ritmo del corazón, además de ser diuréticos. Algunas plantas útiles son: digital, adonis, lirio de los valles, espino, albar, graciola, etc.

  • Antiasmática o contra enfermedades pulmonares: Belladona, beleño, eucalipto.

  • Tranquilizantes: Valeriana, pasiflora, pasionaria, lúpulo, betel, toronjil, etcétera.

  • Contra enfermedades del envejecimiento o degenerativas: Ajo, espino, albar, drosera, sófora, muérdago, etcétera.

  • Medicamentos contra la elevación de la presión arterial: Valeriana, cornezuelo del centeno (venenoso), avena, ajo, zapote blanco, trigo, alpiste, etcétera.

  • Antiparasitorio: Mejoran el nivel de insulina en la sangre, disminuyendo la glucosa enésta y facilitan la digestión de los carbohidratos: chacarro, tronadora, arándano, bardana, cardo santo, centaura mayor.

  • Enfermedades ginecológicas (femeninas): Calma calambres en el abdomen (sobre todo durante los periodos menstruales), detener hemorragias posteriores al parto, o después de un aborto (su utilización siempre deberá ser bajo vigilancia médica): alcaloides del cornezuelo, bolsa del pastos, pimienta acuática, tormentilla, ruda, romero, hierba del pollo, y muchas más.

  • Contra el aumento del movimiento intestinal que en ocasiones se acompaña de diarrea: El carbón vegetal, corteza de roble, copos de avena, cebada, agua de arroz, etc.

  • Antitumorales: Muérdago, infaceas (ninfea, neunúfar, nifea tropical), y algunos alcaloides de la hierba doncella.

En la herbolaria existen infinidad de plantas con características benéfico-medicinales, sin embargo es importante destacar que en esta disciplina médica las plantas venenosas merecen mención aparte, por lo consiguiente y para seguridad personal debemos evitar su manejo, ya que de no abstenernos tendremos efectos no deseados e incluso llegar a producir la muerte.

Es importante mencionar que el potencial venenoso de cada planta depende de muchas circunstancias: la variedad, el tiempo de recolección, de almacenamiento, el sitio de la planta (hojas, raíz, tallo, etc.), tiempo de crecimiento.

Los remedios herbolarios los podemos dividir en dos partes principales: externos e internos.

Remedios internos: Estos serán administrados por vía oral, tomados directamente o absorbidos a través de la mucosa oral o sublingual.

Remedios externos: Serán aplicados directamente sobre la piel (lociones, soluciones, cremas, pastas, polvos, compresas, jabones, shampoo, gel, etcétera), o introducidos al organismo por los orificios naturales de éste: oído, nariz, boca, saco lagrimal, ano, etcétera. También podrán ser administrados por vía respiratoria: inhalaciones.

Objetivo

Como hemos visto la herbolaria o medicina a base de plantas, es una alternativa para tratar algunos males y de esta manera no lastima a nuestro organismo con medicamentos químicos que aun cuando nos alivian dañan un poco nuestro organismo.

Estos remedios que antes eran de las abuelas ahora aun en nuestros tiempos nos funcionan a muchos de nosotros hemos tomado miel con limón para la tos, un té para el estómago o una infusión para el resfriado y nos ha funcionado sin la necesidad de tomar algún producto farmacéutico.

Justificación

Siempre he tenido curiosidad de saber cómo hacían para curarse cuando se enfermaban en épocas que no existía tanta medicina o producto farmacéutico. En todo el mundo de la naturaleza nos ha suministrado una gran variedad de plantas las cuales tienen propiedades como benéficos como dañinos.

Hipótesis

Si los galeanos de la medicina moderna usan la herbolaria para tratar las enfermedades, entonces la herbolaria es una manera eficiente para curar los padecimientos actuales.

Método (materiales y procedimiento)

Jarabe:

Ingredientes

  • El jugo de 2 limones mandarinos(o cualquier cítrico)
  • 2 flores de buganvilia.
  • 1 diente de ajo.
  • Un pedazo de cebolla.
  • Una ramita de tomillo.

 PROCEDIMIENTO:

  1. se pone a calentar la miel hasta que este liquida y se le agrega el jugo de los limones mandarinos, y se mueve constantemente.
  2. cuando el jugo y la miel ya están bien incorporados, se le agregan los demás ingredientes y moviendo constantemente se deja en el fuego de 5 a 10 minutos.
  3. se deja enfriar y se mete en un frasco pequeño.

Galería Método

Resultados

El experimento salió muy bien y preparamos un sencillo jarabe que es eficaz para la tos.

 

 

Galería Resultados

Discusión

Conclusiones

Hemos aprendido que la herbolaria nos puede ayudar de manera natural para algunas afecciones y así mismo que no es toxica y que al igual podemos llevar un tratamiento bajo un guía medica de manera  mas sana.

Bibliografía

“Botánica” retrieved from the world wide web, november 10,2004. Onlie.com/familiasolanaceascastella         htm

“botánica” retrieved from the world wide web; november 10;2004 available on: www.botanicalonlie.com/fotosestramonio.com

Flores; ramón; atlas delas plantas medicinales y curativas (la salud a través de las plantas); México; 1998 cultura ediciones;pp8—109

Lozoya; Xavier; los señores delas plantas; México; pangea editores; pp.7–58



Plantas medicinales (herbolaria)


Plantas medicinales (herbolaria)

Summary

Research Question

Problem approach

Background

Objective

Justification

Hypothesis

Method (materials and procedure)

Results

Discussion

Conclusions

Bibliography