Las aeronaves de la “NASA”


Categoría: Pandilla Kids (3ro., 4to., 5to. y 6to. Año de primaria)
Área de participación: Divulgación y enseñanza de la ciencia

Asesor: Monica Romero Jimenez

Autor: CESAR VARGAS MACIEL ()

Grado:

Resumen

La preeminencia en el espacio aéreo mundial es también uno de los principales objetivos de la NASA, tal vez más conocida por sus avances en la conquista del espacio. La institución norteamericana sigue desarrollando aviones y tecnología para la conquista del espacio aéreo terrestre. Uno de sus últimos empeños es conseguir el avión que sirva tanto para navegar en nuestra atmósfera como en el espacio exterior. Y paralelamente, avanzar en todo tipo de sistemas de navegación aérea. Para algunos, un futuro avión “utilitario”, aparcado en el garaje de la casa, se está convirtiendo en una posibilidad cercana en el tiempo.

Pregunta de Investigación

¿Cuáles son las aeronaves con las que trabaja actualmente la NASA? ¿Cuál es el funcionamiento de estas aeronaves? ¿Qué tipo de aeronaves existen para el descubrimiento de nuevos planetas?

Planteamiento del Problema

La NASA realiza estudios no solo en nuestro planeta, si no también en el espacio exterior para lo cual a desarrollado diferentes aeronaves, las cuales han ayudado al descubrimiento de nuevos planetas, pero en realidad no conocemos cuál es su funcionamiento y cuáles han ayudado a descubrir nuevos planetas.

Antecedentes

Desde 1946, la NACA (National Advisory Committee for Aeronautics: Comité Consejero Nacional para la Aeronáutica) había venido realizando experimentos con aviones cohete, como el supersónico Bell X-1.A comienzos de la década de 1950 tenía como reto el lanzamiento de un satélite artificial por el Año Geofísico Internacional de 1957-1958; reflejo de ello es el esfuerzo que empleó en el Programa Vanguard. Tras el lanzamiento soviético del primer satélite artificial del mundo (el Sputnik 1) el 4 de octubre de 1957, la atención de los Estados Unidos se volvió hacia sus propios avances incipientes en el espacio. El Congreso de los Estados Unidos, alarmado por la percepción de una amenaza a la seguridad nacional y al liderazgo tecnológico (una reacción denominada Crisis del Sputnik), instó a una acción inmediata, pero el presidente Eisenhower y sus asesores aconsejaron actuar después de deliberar más detenidamente. Esto condujo a un acuerdo sobre la necesidad de una nueva agencia federal, basada primordialmente en la NACA, para realizar toda la actividad no militar en el espacio. Por su parte, en febrero de 1958 se creó la Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA) para desarrollar tecnología espacial para aplicaciones militares.

El 29 de julio de 1958, Eisenhower firmó la [National Aeronautics and Space Act]], que creaba la NASA. Cuando esta comenzó sus operaciones el 1 de octubre de ese mismo año, absorbió por completo a la NACA; sus 8000 empleados, un presupuesto anual de 100 millones de dólares, tres importantes laboratorios (Langley Research Center, Ames Research Center y Glenn Research Center) y dos instalaciones de pruebas más pequeñas. En 1959, el presidente Eisenhower aprobó un sello de la NASA. Algunos elementos de la Army Ballistic Missile Agency y el Laboratorio de Investigación Naval de los Estados Unidos se incorporaron a la nueva agencia espacial. Los primeros esfuerzos investigadores dentro de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, así como muchos de los primeros programas espaciales de DARPA también se transfirieron a la NASA. En diciembre de 1958, ganó el control del Laboratorio de Propulsión a Chorro, una instalación contratista operada por el Instituto de Tecnología de California.

La tecnología del programa de cohetes alemán (dirigido por Wernher von Braun, que trabajaba ahora para la Army Ballistic Missile Agency), que había incorporado la tecnología de los primeros trabajos del científico estadounidense Robert Goddard, supuso una contribución significativa a la entrada de la NASA en la carrera espacial con la Unión Soviética.

Programas de vuelos espaciales.

La NASA ha llevado a cabo muchos programas de vuelos espaciales no tripulados y tripulados en toda su historia. Los programas no tripulados lanzaron los primeros satélites artificiales americanos en órbita terrestre para fines científicos y de comunicaciones, y sondas científicas para explorar los planetas del sistema solar, empezando con Venus y Marte, e incluyendo “grandes tours” de los planetas exteriores. Los programas tripulados enviaron los primeros americanos en órbita baja terrestre (OBT), y ganaron la carrera espacial con la Unión Soviética haciendo alunizar a doce hombres en el satélite terrestre desde 1969 hasta 1972, gracias al programa Apolo; desarrolló un transbordador espacial OBT semi-reutilizable, y opera la estación espacial OBT en cooperación con otras naciones, incluyendo la Rusia postsoviética.

Misiones tripuladas.

Los programas de aviones cohetes experimentales iniciadas por NACA se extendieron a la NASA como apoyo para los vuelos espaciales tripulados. Esto fue seguido por un programa de cápsula espacial de un solo hombre, y a su vez por un programa de cápsulas de dos hombres. En reacción a los temores a la pérdida de prestigio y de seguridad nacional causados por los primeros conductores en la exploración del espacio por la Unión Soviética, en 1961 el presidente John F. Kennedy propuso la ambiciosa meta “de poner un hombre en la Luna a finales de [los años 1960], y regresarlo sano y salvo a la Tierra”. Esta meta se cumplió en 1969 por el programa Apolo, y la NASA planea actividades aún más ambiciosas conducentes a una misión tripulada a Marte. Sin embargo, la reducción de la amenaza percibida y el cambio de prioridades políticas causaron casi inmediatamente la extinción de la mayoría de estos planes. La NASA centró su atención en un laboratorio espacial temporal derivado del Apolo, y servicio de transporte orbital terrestre semi-reutilizable. En la década de 1990, se aprobó el financiamiento para la NASA para desarrollar una estación espacial orbital terrestre permanente en cooperación con la comunidad internacional, que incluye ahora a la antigua rival, la Rusia postsoviética. Hasta la fecha, la NASA ha puesto en marcha un total de 166 misiones espaciales tripuladas de cohetes, y trece vuelos X-15 de cohetes por encima de la definición de la USAF de la altitud del vuelo espacial, 260.000 pies (80 km).

Programa Apolo (1961-72)

El Programa Apolo fue uno de los proyectos científicos estadounidenses más costosos de la historia. Se estima que tuvo un coste de 200 000 millones de dólares de hoy en día. Se emplearon los cohetes Saturno como lanzaderas, que eran mucho más grandes que los que se construyeron para programas anteriores. La nave también era mayor; tenía dos partes principales, el mando combinado y módulo de servicio (CSM, por sus siglas en inglés) y el módulo de alunizaje (LM). El LM se iba a quedar en la Luna y solo el módulo de mando (CM) que contenía a los astronautas regresaría finalmente a la Tierra.

Buzz Aldrin en la Luna, en 1969.

La segunda misión tripulada, el Apolo 8, llevó por primera vez a los astronautas en un vuelo alrededor de la Luna en diciembre de 1968. Poco antes, los soviéticos habían enviado una nave no tripulada alrededor del satélite. En las dos misiones siguientes se practicaron las maniobras de acoplamiento necesarias para alunizar, para producirse este finalmente en julio de 1969, con la misión del Apolo 11. En 1961 el presidente Kennedy había presentado el Programa Apolo, estableciendo la fecha límite para llegar a la Luna a finales de esa década, lo que finalmente se cumplió por un estrecho margen.

La primera persona en poner un pie en la Luna fue Neil Armstrong, seguido por Buzz Aldrin, mientras Michael Collins orbitaba sobre ellos. Otras cinco misiones posteriores del programa Apolo también llevaron astronautas a la superficie lunar, la última de ellas en diciembre de 1972, lo que en conjunto supusieron llevar a doce hombres al satélite.

Estas misiones proporcionaron valiosa información científica y 381,7 kg de muestras lunares. Los experimentos llevados a cabo versaron sobre mecánica de suelos, meteoroides, sismología, transferencia de calor, reflejos de haz de láser, campo magnético y viento solar. El alunizaje marcó el fin de la carrera espacial y dejó la famosa frase de Armstrong sobre la humanidad cuando pisó la superficie del satélite por primera vez.

Vehículo Roving lunar del Apolo 17, 1972

El programa Apolo logró importantes hitos en los vuelos espaciales. Permanece como el único que ha enviado misiones tripuladas más allá de la órbita baja terrestre y que ha posado alguna persona en otro cuerpo celeste. El Apolo 8 fue la primera aeronave tripulada en orbitar otro cuerpo celeste; por su parte, el Apolo 17 supuso el último camino por la Luna y la última misión tripulada más allá de la órbita baja terrestre. El programa estimuló avances en muchas áreas de la tecnología periférica a la cohetería y los vuelos con tripulación, que incluyen la aviónica, las telecomunicaciones y las computadoras. El Apolo precipitó el interés en muchos campos de la ingeniería y dejó como legado abundantes instalaciones físicas y maquinaria que se habían desarrollado para el programa. Muchos objetos y artefactos de este se exhiben en diversas localizaciones por todo el mundo, entre las que destaca el Museo Smithsonian del Aire y del Espacio.

Proyecto de pruebas Apolo-Soyuz (1972-75)

El 24 de mayo de 1972, el presidente estadounidense Richard Nixon y el primer ministro soviético Alexei Kosygin acordaron una misión tripulada conjunta al espacio y declararon su propósito de que todas las futuras aeronaves tripuladas internacionales tuvieran la capacidad de acoplarse unas a otras. Esto autorizó el proyecto de pruebas Apolo-Soyuz (ASTP, por sus siglas en inglés), que implicaba el rendezvous y acoplamiento en la órbita terrestre de un módulo de mando y servicio del Apolo con una nave Soyuz. La misión tuvo lugar en julio de 1975 y supuso el último vuelo espacial tripulado estadounidense hasta el primer vuelo orbital del Transbordador Espacial, en abril de 1981.

La misión incluía experimentos científicos tanto conjuntos como separados y aportó experiencia ingenieril para futuros vuelos espaciales soviético-estadounidenses, como el programa Mir-Transbordador y la Estación Espacial Internacional.

Metodología.

Para este proyecto realizamos una investigación documental para poder entender cuáles han sido los avances de las aeronaves espaciales de la NASA en los años recientes.

Despegue del Discovery en 2008.

El Transbordador Espacial se convirtió en el principal objetivo de la NASA durante finales de los años 70 y los 80. Diseñado para ser un vehículo que pudiera ser lanzado y reutilizado frecuentemente, para 1985 se habían construido cuatro transbordadores espaciales orbitales. El primero en lanzarse fue el Columbia, el 12 de abril de 1981, en el vigésimo aniversario del primer vuelo espacial de Yuri Gagarin.

Sus componentes principales eran un avión espacial orbital con un tanque de combustible externo y dos cohetes de lanzamiento de combustible sólido en su lado. El tanque externo, que era más grande que la propia nave, fue el único componente que no se reutilizó. El transbordador podía orbitar a altitudes de entre 185 y 643 km[49] y llevar una carga útil de un máximo de 24 400 kg (a órbita baja). Las misiones podían durar entre cinco y diecisiete días y las tripulaciones podían constar de dos a ocho miembros.

En 20 misiones, de 1983 a 1998, el Transbordador Espacial transportó el Spacelab, un laboratorio espacial diseñado en cooperación con la ESA. Este no estaba diseñado para el vuelo orbital independiente, pero permaneció en el compartimento de carga del Transbordador mientras los astronautas entraban y salían de él por una esclusa de aire. Otra famosa serie de misiones fue el lanzamiento y posterior reparación exitosa del telescopio espacial Hubble en 1990 y 1993.

En 1995, se reanudó la cooperación ruso-estadounidense con las misiones del Programa Shuttle–Mir (1995-1998). Una vez más, un vehículo estadounidense se acopló con una nave rusa, en esta ocasión una estación espacial en toda regla. Esta cooperación continuó con la construcción de la mayor estación espacial, la Estación Espacial Internacional (EEI), con estas potencias como los principales socios del proyecto. La fuerza de su colaboración en este proyecto fue incluso más evidente cuando la NASA comenzó a confiar en vehículos de lanzamiento rusos para abastecer la EEI durante la permanencia en tierra de la flota de transbordadores en los dos años que siguieron al desastre del Columbia en 2003.

La flota de transbordadores perdió dos orbitales y catorce astronautas en dos desastres: el del Challenger, en 1986, y el del Columbia, en 2003. Si bien la pérdida de 1986 se mitigó con la construcción del Endeavour con piezas de recambio, la NASA no fabricó otro orbital para reemplazar la segunda pérdida. El Programa del Transbordador Espacial de la NASA había completado 135 misiones cuando este terminó con el aterrizaje exitoso del Atlantis en el Centro Espacial Kennedy el 21 de julio de 2011. El programa se extendió por treinta años con más de trescientos astronautas enviados al espacio.

La Estación Espacial Internacional.

La Estación Espacial Internacional (EEI) combina el laboratorio japonés Kibo con tres proyectos: el Mir-2 ruso-soviético, la estación espacial Freedom y el laboratorio Columbus europeo. Inicialmente, en la década de 1980 la NASA había previsto desarrollar Freedom de manera independiente, pero las limitaciones presupuestarias de Estados Unidos dio lugar, en 1993, a la fusión de estos proyectos en un único programa multi-nacional, gestionado por la NASA, la Agencia Espacial Federal Rusa (RKA), la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA), la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA). La estación consta de módulos presurizados, una estructura de armazón integrada, paneles solares y otros componentes, que fueron lanzados por los cohetes rusos Protón y Soyuz y los transbordadores espaciales estadounidenses. En la actualidad se encuentra ensamblándose en la órbita baja terrestre. El montaje en órbita comenzó en 1998, finalizándose el segmento orbital Estadounidense en 2011 y se espera la finalización del Segmento Orbital Ruso para el año 2016. La propiedad y el uso de la estación espacial se establece en los tratados y acuerdos intergubernamentales que dividen a la estación en dos zonas y le permiten a Rusia retener la propiedad total del segmento orbital ruso (exceptuando Zaryá), con el Segmento orbital Estadounidense asignado entre los otros socios internacionales.

La EEI se ha ocupado de forma continua durante los últimos 13 años y 106 días, después de haber superado el récord anterior en poder de la Mir; y ha sido visitada por astronautas y cosmonautas de 15 países diferentes. La estación puede ser vista desde la Tierra a simple vista y, a partir de 2013, es el mayor satélite artificial de la Tierra con en órbita con una masa y el volumen mayor que el de cualquier estación espacial anterior.

La estación se aprovisiona mediante naves Soyuz, permanece atracada por sus largas misiones de medio año largo y luego los devuelve a casa. Varias naves espaciales sin tripulación prestan servicios de carga a la EEI, que son la nave espacial rusa Progress que lo ha hecho desde 2000, el vehículo de transferencia automatizado (ATV) desde 2008 y el vehículo de transferencia H-II (HTV) japonés desde 2009, la nave espacial American Dragon desde 2012 y de la nave espacial americana Cygnus desde 2013. El Transbordador Espacial, antes de su retirada, se utilizó para la transferencia de la carga y frecuentemente cambia a los miembros de la tripulación de la expedición, a pesar de que no tenía la capacidad de permanecer atracado durante la duración de su estancia. Hasta que no esté lista otra nave espacial tripulada estadounidense, los miembros de la tripulación viajan hacia y desde la Estación Espacial Internacional exclusivamente a bordo de la Soyuz. El mayor número de personas que ocupan la ISS ha sido de trece astronautas, esto ocurrió tres veces durante la década de misiones de ensamblaje de traslado de la EEI.

Está previsto que el programa de la EEI continúe al menos hasta 2020, pero podría extenderse hasta 2028 y posiblemente más allá.

Objetivo

Dar a conocer cuáles son las aeronaves con las que la NASA trabaja en la actualidad y cuál es su funcionamiento.

Justificación

Me interesó investigar este tema porque es muy importante la función de la NASA ya que nos provee información importante para la humanidad y me gustaría saber que naves existen en la actualidad y cuál es su funcionamiento.

Hipótesis

Si doy a conocer el funcionamiento de las aeronaves espaciales para ciertas misiones, entonces acercaré a la gente a conocer como es que en la actualidad se han descubierto tantos hallazgos.

Método (materiales y procedimiento)

Para este proyecto realizamos una investigación documental para poder entender cuáles han sido los avances de las aeronaves espaciales de la NASA en los años recientes.

Despegue del Discovery en 2008.

El Transbordador Espacial se convirtió en el principal objetivo de la NASA durante finales de los años 70 y los 80. Diseñado para ser un vehículo que pudiera ser lanzado y reutilizado frecuentemente, para 1985 se habían construido cuatro transbordadores espaciales orbitales. El primero en lanzarse fue el Columbia, el 12 de abril de 1981, en el vigésimo aniversario del primer vuelo espacial de Yuri Gagarin.

Sus componentes principales eran un avión espacial orbital con un tanque de combustible externo y dos cohetes de lanzamiento de combustible sólido en su lado. El tanque externo, que era más grande que la propia nave, fue el único componente que no se reutilizó. El transbordador podía orbitar a altitudes de entre 185 y 643 km[49] y llevar una carga útil de un máximo de 24 400 kg (a órbita baja). Las misiones podían durar entre cinco y diecisiete días y las tripulaciones podían constar de dos a ocho miembros.

En 20 misiones, de 1983 a 1998, el Transbordador Espacial transportó el Spacelab, un laboratorio espacial diseñado en cooperación con la ESA. Este no estaba diseñado para el vuelo orbital independiente, pero permaneció en el compartimento de carga del Transbordador mientras los astronautas entraban y salían de él por una esclusa de aire. Otra famosa serie de misiones fue el lanzamiento y posterior reparación exitosa del telescopio espacial Hubble en 1990 y 1993.

En 1995, se reanudó la cooperación ruso-estadounidense con las misiones del Programa Shuttle–Mir (1995-1998). Una vez más, un vehículo estadounidense se acopló con una nave rusa, en esta ocasión una estación espacial en toda regla. Esta cooperación continuó con la construcción de la mayor estación espacial, la Estación Espacial Internacional (EEI), con estas potencias como los principales socios del proyecto. La fuerza de su colaboración en este proyecto fue incluso más evidente cuando la NASA comenzó a confiar en vehículos de lanzamiento rusos para abastecer la EEI durante la permanencia en tierra de la flota de transbordadores en los dos años que siguieron al desastre del Columbia en 2003.

La flota de transbordadores perdió dos orbitales y catorce astronautas en dos desastres: el del Challenger, en 1986, y el del Columbia, en 2003. Si bien la pérdida de 1986 se mitigó con la construcción del Endeavour con piezas de recambio, la NASA no fabricó otro orbital para reemplazar la segunda pérdida. El Programa del Transbordador Espacial de la NASA había completado 135 misiones cuando este terminó con el aterrizaje exitoso del Atlantis en el Centro Espacial Kennedy el 21 de julio de 2011. El programa se extendió por treinta años con más de trescientos astronautas enviados al espacio.

La Estación Espacial Internacional.

La Estación Espacial Internacional (EEI) combina el laboratorio japonés Kibo con tres proyectos: el Mir-2 ruso-soviético, la estación espacial Freedom y el laboratorio Columbus europeo. Inicialmente, en la década de 1980 la NASA había previsto desarrollar Freedom de manera independiente, pero las limitaciones presupuestarias de Estados Unidos dio lugar, en 1993, a la fusión de estos proyectos en un único programa multi-nacional, gestionado por la NASA, la Agencia Espacial Federal Rusa (RKA), la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA), la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense (CSA). La estación consta de módulos presurizados, una estructura de armazón integrada, paneles solares y otros componentes, que fueron lanzados por los cohetes rusos Protón y Soyuz y los transbordadores espaciales estadounidenses. En la actualidad se encuentra ensamblándose en la órbita baja terrestre. El montaje en órbita comenzó en 1998, finalizándose el segmento orbital Estadounidense en 2011 y se espera la finalización del Segmento Orbital Ruso para el año 2016. La propiedad y el uso de la estación espacial se establece en los tratados y acuerdos intergubernamentales que dividen a la estación en dos zonas y le permiten a Rusia retener la propiedad total del segmento orbital ruso (exceptuando Zaryá), con el Segmento orbital Estadounidense asignado entre los otros socios internacionales.

La EEI se ha ocupado de forma continua durante los últimos 13 años y 106 días, después de haber superado el récord anterior en poder de la Mir; y ha sido visitada por astronautas y cosmonautas de 15 países diferentes. La estación puede ser vista desde la Tierra a simple vista y, a partir de 2013, es el mayor satélite artificial de la Tierra con en órbita con una masa y el volumen mayor que el de cualquier estación espacial anterior.

La estación se aprovisiona mediante naves Soyuz, permanece atracada por sus largas misiones de medio año largo y luego los devuelve a casa. Varias naves espaciales sin tripulación prestan servicios de carga a la EEI, que son la nave espacial rusa Progress que lo ha hecho desde 2000, el vehículo de transferencia automatizado (ATV) desde 2008 y el vehículo de transferencia H-II (HTV) japonés desde 2009, la nave espacial American Dragon desde 2012 y de la nave espacial americana Cygnus desde 2013. El Transbordador Espacial, antes de su retirada, se utilizó para la transferencia de la carga y frecuentemente cambia a los miembros de la tripulación de la expedición, a pesar de que no tenía la capacidad de permanecer atracado durante la duración de su estancia. Hasta que no esté lista otra nave espacial tripulada estadounidense, los miembros de la tripulación viajan hacia y desde la Estación Espacial Internacional exclusivamente a bordo de la Soyuz. El mayor número de personas que ocupan la ISS ha sido de trece astronautas, esto ocurrió tres veces durante la década de misiones de ensamblaje de traslado de la EEI.

Está previsto que el programa de la EEI continúe al menos hasta 2020, pero podría extenderse hasta 2028 y posiblemente más allá.

 

Galería Método

Resultados

El resultado del envío de las diferentes aeronaves en diferentes misiones de la NASA ha dejado en descubierto que en las misiones espaciales, el envío de datos entre el satélite y el control de misión en la Tierra es una de las partes más críticas. Si la información recogida por dicho satélite nunca llega a su destino, o llega incompleta o con interferencias, dicha misión puede considerarse un fracaso.

Además, las mejoras e innovaciones tecnológicas incorporadas en los instrumentos de recogida de datos, que por ejemplo son capaces de tomar imágenes a muy alta resolución, requieren que los enlaces de conexión entre el satélite y el control de misión mejoren su velocidad de transmisión de datos y la calidad dicha transmisión.

Ahí entra en juego EDRS (European Data Relay System), un sistema de comunicaciones por láser que permitirá que los satélites de observación de la Tierra transmitan grandes cantidades de información de vuelta a la superficie casi en tiempo real, lo que tiene importantes aplicaciones en, por ejemplo, la respuesta ante situaciones de emergencia. Creará una autopista espacial de información, una SpaceDataHighway.

EDRS empezó a hacerse realidad a finales de enero de 2017, cuando se lanzó el primero de sus dos satélites en órbita geoestacionaria, EDRS-A, a bordo de un lanzador Protón desde el cosmódromo de Baikonur. EDRS-A y EDRS-C serán los enlaces entre los satélites de observación de la Tierra en LEO (baja órbita terrestre) y los centros de recogida de datos en la superficie. Ambos vehículos establecerán un enlace óptico, por láser, con esas misiones de observación, y podrán compartir datos con ellas a una velocidad de hasta 1,8 Gbits/s.

Esta tasa de envío de información es bastante más elevada de la habitual en los enlaces tradicionales de comunicación entre satélites, que utilizan las ondas de radio. De hecho, EDRS también utilizará este sistema, con una velocidad de transmisión de datos en banda Ka de 300 Mbits/s, como máximo. La bajada de datos a tierra se hará también en esta banda, pero alcanzando una velocidad de 1,8 Gbits/s y un volumen mínimo de información de 50 TBytes al día. Los datos de telemetría de los satélites de observación de la Tierra también se enviarán por el método tradicional, directamente a sus centros de control.

Esta comunicación por láser se probó, con éxito, en noviembre de 2014 entre los satélites Sentinel-1A (que formará parte de la red EDRS) y Alphasat. El primero orbita la Tierra a 700 km. de altura y sólo puede enviar sus datos cuando pasa por encima de sus estaciones terrestres en Europa.

 

Galería Resultados

Discusión

Conclusiones

La institución norteamericana sigue desarrollando aviones y tecnología para la conquista del espacio. Desde 1946, la NACA, Comité Consejero Nacional para la Aeronáutica. El programa se extendió por treinta años con más de trescientos astronautas enviados al espacio. El montaje en órbita comenzó en 1998, finalizándose en 2011. Con ello, se han hecho grandes viajes, hacia al interior del espacio para el descubrimiento de nuevos seres, de nueva vida en otra galaxia, o dependiendo de las investigaciones que estás hacen. Por lo tanto observamos que la tecnología y la ciencia ha ido en crecimiento, para el desarrollo de la humanidad.

Bibliografía

https://www.nasa.gov/sites/default/files/files/ga_litho_10_09_08_Spanish_l.pdf

https://prezi.com/ut34qha1cgkl/tipos-de-aeronaves/

http://tonicarpio.com/periodismo/aviones-de-la-nasa



Las aeronaves de la “NASA”

Summary

The preeminence in world airspace is also one of the main objectives of NASA, perhaps best known for its advances in the conquest of space. The American institution continues to develop airplanes and technology for the conquest of the terrestrial airspace. One of his last efforts is to get the plane that serves as much to navigate in our atmosphere as in outer space. And in parallel, to advance in all types of air navigation systems. For some, a future “utility” plane, parked in the garage of the house, is becoming a near possibility in time.

Research Question

What are the airships which the NASA works at present? What is the function of these airships? What type of airships exists for the discovery of new planets?

Problem approach

The NASA realizes studies not only in our planet, if not also in the exterior space for which to developed different airships, which have helped to the discovery of new planets, but in fact we do not know what its functioning is and which have helped to discover new planets.

Background

Objective

To announce  what are the aircraft with the NASA currently works and what is its operation.

Justification

I am interested in this topic because I consider its function to be important in the exterior already provides important information to us for the humanity, and I would like knowing that ships exist at present and what  functioning is.

Hypothesis

If I announce the functioning of the aircraft for certain missions, then I will bring over the people to be known as it is that at present so many finds have been discovered.

Method (materials and procedure)

For this project we do a documentary research to understand what have been the advances of NASA space aircraft in recent years.

Results

The result of sending different aircraft to different missions at NASA has revealed that in space missions, sending data between the satellite and mission control on Earth is one of the most critical parts. If the information collected by that satellite never reaches its destination, or arrives incomplete or with interference, that mission can be considered a failure.

Discussion

Conclusions

The American institution continues to develop aircraft and technology for the conquest of space. Since 1946, the NACA, National Advisory Committee for Aeronautics. The program was extended for thirty years with more than three hundred astronauts sent into space. The assembly in orbit began in 1998, ending in 2011. With this, have made great trips, into the space for the discovery of new beings, new life in another galaxy, or depending on the research you are doing. Therefore we observe that technology and science has been growing, for the development of humanity.

Bibliography

https://www.nasa.gov/sites/default/files/files/ga_litho_10_09_08_Spanish_l.pdf

https://prezi.com/ut34qha1cgkl/tipos-de-aeronaves/

http://tonicarpio.com/periodismo/aviones-de-la-nasa