LA CONTAMINACIÓN CON NEUMÁTICOS EN TEPEXPAN, MUNICIPIO DE ACOLMAN, ESTADO DE MÉXICO.


Categoría: Pandilla Kids (3ro., 4to., 5to. y 6to. Año de primaria)
Área de participación: Ciencias Sociales y Humanidades

Asesor: ALMA DELIA CRUZ PICHARDO

Autor: Proyecto1017 Invitado ()

Grado:

Resumen

La presente investigación reúne la información básica para conocer qué es la contaminación de neumáticos, cómo afecta al medio ambiente y a la salud de quienes habitamos en la localidad de Tepexpan, municipio de Acolman, Estado de México; y en sus alrededores. Así mismo, incluye información sobre qué es el reciclado de las llantas usadas y reúne datos de primera mano de los principales sitios de acopio de estos desechos en esta localidad, como son los comercios de reparación y venta de neumáticos y de la Dirección del Cuidado Ambiental del Municipio de Acolman; con la finalidad de determinar si actualmente se lleva a cabo algún programa de recolección de neumáticos con el fin del reciclado de los mismos, así como conocer su alcance actual.

La idea principal es determinar el cómo están llevándose a cabo éstos proyectos, si es que los hay primeramente, con el fin de generar o apoyar en la generación o ampliación de uno de ellos en lo tocante a la recolección de los neumáticos desechados en Tepexpan.

Finalmente se concluye, que es necesaria una participación más activa por parte del municipio de Acolman para fomentar la participación en la inclusión de un programa permanente de recolección de llantas usadas en Tepexpan para evitar que terminen en medio de la calle, en los baldíos, en los camellones o ríos. Y por último, la concientización ciudadana, que colabore en el proceso de la recolección de llantas evitando tirarlas en lugares inapropiados o quemándolas.

Pregunta de Investigación

¿Un programa para reciclar las llantas usadas que se generan en Tepexpan, -municipio de Acolman, Estado de México-; acabaría con la contaminación de neumáticos usados en esta localidad?

Planteamiento del Problema

El escaso reciclaje de las llantas que se desechan diariamente, provoca grandes cantidades de contaminación en mi entorno que incluye la colonia donde vivo, donde estudio y aledañas donde transito diariamente y realizo muchas de mis actividades cotidianas (–Colonia STUNAM Acolman, Granjas Acolman, Los Ángeles y el poblado de Tepexpan, todas estas zonas pertenecientes al municipio de Acolman, Estado de México).

Las llantas usadas se encuentran tiradas en baldíos, carreteras, cerca de los ríos y arroyos, en los camellones, apiladas en las esquinas provocando con ello un foco de contaminación que no es atendida y crece.

Antecedentes

Un estudio realizado por la Secretaría del Medio Ambiente (SMA) del Distrito Federal en 2002 informa que en la actualidad, los neumáticos usados, por lo general, se desechan de alguna de las siguientes formas:

  1. Los mayoristas del servicio automotriz contratan un servicio de recolección particular que transporta las llantas desechadas hasta un almacén temporal, para enviarlas posteriormente a empresas que las reciclan, en el mejor de los casos o las utilizan como combustible alterno, en el peor de los casos.
  2. Los generadores minoristas utilizan el servicio de recolección pública de residuos; éste, a su vez, las transporta a plantas de selección y aprovechamiento, a estaciones de transferencia de residuos o al sitio de disposición final, donde son separadas y enviadas a un almacén para ser recuperadas en pequeñas cantidades.
  3. La mayoría de los encargados del servicio de la recolección pública de basura, los que laboran en las vulcanizadoras y los transportistas, acaban echando las llantas usadas indiscriminadamente en tiraderos a cielo abierto o en sitios clandestinos,

Un neumático puede tener más de doscientos componentes, depende de su precio y tamaño, pero el porcentaje medio de los materiales que intervienen en su fabricación es como sigue: caucho (45-47 por ciento), negro de carbono (21,5-22 por ciento), acero (16,5-25 por ciento), textil (5,5 por ciento sólo para autos), óxido de cinc (1-2 por ciento), azufre (1 por ciento), y otros aditivos (5-7,5 por ciento). Los metales pesados presentes son cobre, cadmio y plomo1.
Cuando un neumático se encuentra en el límite de su edad, es muy importante, por propia seguridad del conductor, vigilar su estado para poder prevenir accidentes, pero además se ha de comprobar la posibilidad de su reutilización o encauchado.

Dependiendo de su estado, los usos que por cuestiones económicas y ecológicas se le pueden dar a la llanta son los siguientes: si el neumático tiene un mínimo de dibujo, puede pasar a ser neumático de segunda mano.

A veces, un neumático no puede ser usado para rodar, pero sí puede ser recauchutado o renovado: previa limadura de la superficie se repone la banda de rodadura mediante un proceso de vulcanizado.

Si no se puede renovar, se supone que ha llegado el fin de su vida útil, por lo que habrá que buscar el proceso más ecológico de hacerlo desaparecer o destinarlo para su reutilización en otros productos.

Hace tiempo, era común disponer las llantas enteras en rellenos sanitarios. Sin embargo, esta práctica hoy en día es rechazada oficialmente debido a su forma y  naturaleza físico-química2, que los hace no degradables ni pueden ser compactados fácilmente y el desecho de los mismos, utiliza grandes cantidades de espacio.

Hay quienes creen que quemar las llantas resuelve el problema. Pero el quemarlas contamina aún más, ya que los gases resultantes son nocivos para cualquier ser vivo3.

Actualmente se han identificado 38 compuestos emitidos al aire, dañinos debido al contacto con hidrocarburos, metales, gases y vapores inorgánicos. Se ha demostrado que esas emisiones son muy tóxicas e incluso, muta génicas. Estos contaminantes causan cáncer, malformaciones congénitas, efectos adversos en los sistemas hormonal, inmunológico y nervioso central, generan problemas en los pulmones, entre otros desórdenes en la salud.

Sin embargo, esto es una práctica en la industria cementera y tabiquería ya que aunque el caucho de las llantas es muy difícil de encender, una vez que prenden sus llamas son muy difíciles de apagar, convirtiéndolas en un combustible barato e ideal para algunos hornos industriales que dependen de estar encendidos las 24 horas los 365 días del año. Pero es evidente que trasladar la contaminación a la atmósfera en forma de grandes cantidades de sustancias tóxicas es crear otro problema.

En las industrias similares de Bogotá, Colombia, el proceso de quemado es la opción de usar los neumáticos como fuente de combustible, en que se alcanzan temperaturas de hasta 2000 ºC en la llama,  se utiliza un adecuado sistema de filtrado de gases que permiten una combustión limpia y segura en la que no se generan cenizas y se destruyen los compuestos orgánicos con una eficiencia superior al 99,9 %.

Esta disposición final en los hornos cementeros con un sistema adecuado de filtrado de gases tiene varios beneficios, por ejemplo, se evita la proliferación de agentes infecciosos, se reduce el uso de recursos energéticos fósiles no renovables (petróleo, carbón) y se disminuye la emisión de gases efecto invernadero.

En México, hace falta la regulación que obligue la implementación de tales medidas en las industrias que opten por utilizar los neumáticos como fuente de combustible alterno para que no contribuyan a la contaminación del aire.

Como parte de las medidas para erradicar la contaminación con neumáticos desechados, también se ha probado usarlos como arrecifes artificiales, sin embargo este resultó ser un experimento fallido que está obligando a desmantelarlos al descubrirse su toxicidad para la fauna y flora marina.

Ahora bien, los coches no son los únicos que usan neumáticos. Se pueden encontrar en diversos vehículos: bicicletas, carretillas, automóviles, camionetas, microbuses, camiones, tracto-camiones, aviones, algunos sistemas del metro, motocicletas, tractores, maquinaria pesada e industrial, grúas, etcétera. Y todos ellos llegan al final de su vida útil. Lo importante en ese punto es ¿cómo se dispone de ellos? Ya que recordemos que no son degradables y con dejarlas sobre el pavimento o en los ríos o sobre los camellones no se descompondrán  por sí solos reintegrándose al medio ambiente de una manera sana.

Los neumáticos son un auténtico atentado contra el entorno. Su material (caucho) y su masiva fabricación los convierten en un problema ambiental de primer orden en todo el mundo cuando éstos llegan al final de su vida útil en los vehículos.

A veces, la solución más simple es la indicada. Pareciera fácil pensar que la aplicación de las 3 R´s solucionará éste serio problema de contaminación de llantas usadas; siempre y cuando TODOS participemos.

Recordemos que las 3 R´s se refieren a Reutilizar, Reducir y Reciclar. Pues bien, en cuanto a la reutilización, se requiere fomentar la consciencia ciudadana al respecto y del ingenio, iniciativa  e inventiva para transformar una llanta en un columpio, una maceta, un sillón, una cama para la mascota, etcétera. Y esta es una acción que podemos implementar TODOS en lo individual.

Por otra parte, el reducir el consumo de los neumáticos es más bien hacer un uso responsable de los mismos. Como medida compensatoria a nivel ambiental, la etiqueta informativa de los neumáticos, en vigor desde 2012, se divide de la A a la G, y ésta informa de una mejor o peor resistencia a la rodadura, a la capacidad de frenado sobre suelo mojado y al nivel de decibelios producidos.

El objetivo no es clasificar los neumáticos en función de su material más o menos contaminante sino sobre su eficiencia a la hora de comportarse, lo que supone un menor consumo energético y una mayor seguridad vial. Por ejemplo, la etiqueta A consume un 7,5 por ciento menos de combustible que el G, último de la categoría, y también frena bastante antes.

Y es que el combustible no es el único responsable de la polución de los medios de transporte, por lo que el etiquetado ecológico de los neumáticos puede lograr un consumo más eficiente de los mismos.

No obstante, la masiva fabricación de ruedas es uno de los mayores problemas ambientales de los últimos años por su costoso proceso de fabricación y por el alto coste que conlleva su desaparición. Una sola rueda de camión necesita para su fabricación, medio barril de petróleo crudo, y su elaboración y posterior desaparición siempre genera emisiones de CO2 (óxido de carbono) a la atmósfera.

La última  R se refiere al reciclado, esto es, descomponerlo en sus partes esenciales para que cada parte se utilice como materia prima para la creación de nuevos productos. Reciclar los neumáticos para su conversión en asfalto es una idea que comenzó a ponerse en práctica en los años sesenta en Estados Unidos y desde entonces se han conseguido grandes avances. De hecho, son muchas las propuestas al respecto, y los estudios y nuevas iniciativas no dejan de multiplicarse en todo el mundo.
Además de representar una interesante salida para grandes cantidades de neumáticos usados, su trituración para mezclarlos con el asfalto ayuda a mejorar sus características.

Al margen de los beneficios ambientales, a nivel práctico el resultado es un asfalto más seguro, con mayores prestaciones, aunque también suele ser caro con respecto al convencional. En concreto, se logra un pavimento más viscoso y elástico, que se deforma menos, aguanta la intemperie, las temperaturas extremas y el agua.

También gana en durabilidad y reduce de forma significativa la contaminación acústica. En este sentido, si se tienen en cuenta las prestaciones que se obtienen, incluyendo el gesto verde, su mayor precio acaba no siéndolo tanto.

En suma, tenemos que las dos primeras acciones de las 3R’s, reutilización y reducción, dependen en gran medida de la concientización y acción de cada uno de nosotros, donde lo individual suma un gran logro; gracias a que las empresas ya están cumpliendo con el etiquetado para elegir una mejor llanta que permita aplicar la reducción en el uso de más neumáticos a través de su eficiencia en su uso normal y ayudando además al consumo responsable de combustible en lo tocante a la conducción de los transportes.

Analicemos qué ocurre con la tercera R, de reciclaje. Para el reciclaje de los neumáticos usados pueden utilizase distintas técnicas, como la termólisis, la trituración mecánica o criogénica, la pirólisis o la incineración. Cada una de ellas tiene sus ventajas y sus inconvenientes a la hora de valorar un mayor o menor aprovechamiento de la materia prima y también en cuanto a los distintos niveles de toxicidad asociada a cada una de ellas.

Las llantas contienen tres componentes principales: caucho elastomérico, acero y fibra textil. Los porcentajes cambian de acuerdo con el tipo y modelo de neumático, así como de su aplicación.

Hoy en día, existe una amplia variedad de usos y experiencias de éxito en el reciclaje de llantas desechadas: que van desde  impermeabilizantes, uso para pisos, alfombras de gimnasio, pistas de atletismo, asfalto, durmientes de tren, autopartes, subdrenajes de autopistas y otros; que son implementadas en varias partes del mundo con excelentes resultados.

Para poder generar un nuevo producto, es necesario tratar las llantas en una planta de reciclaje donde se separan las materias primas de forma casi pura y da como resultado cuatro componentes básicos:

  • Granos de diferentes granulometrías de goma que pueden variar de 0,5 a 3mm
  • Fibras textiles
  • Polvos
  • Alambres de acero

En México, la empresa a3p Imperllanta es una de las actuales pioneras en ésta actividad de reciclar llantas. El proceso de reciclado es a grandes rasgos como sigue: “Las llantas son recolectadas y sometidas a un proceso patentado de trituración por congelamiento con nitrógeno. Con controlados golpes térmicos se separa y se segmenta únicamente el caucho vulcanizado de las llantas sin dañar sus propiedades, con sorprendente limpieza y velocidad.

El polvo de llanta se somete a varios procesos de trituración para obtener diferentes gramajes. Se clasifica y se mezcla con  resinas, acrílicos a base de agua y otros materiales para obtener una efectiva gama de productos ecológicos a3p IMPERLLANTA®, con gran capacidad impermeable y resistencia al medio ambiente.

El Resultado de este proceso es: Recubrimientos Ecológicos y Reciclados S.A. de C.V. quien lleva más de 15 años retirando miles de llantas de bosques, ríos, lagos y mares, perfeccionando la calidad de sus productos ecológicos  y sometiendo sus procesos a los más altos estándares ISO 9000 e ISO 14001. Actualmente es una empresa  consolidada y socialmente responsable con el ambiente, que recicla más de 300 toneladas de llanta al mes, con todos los beneficios que esta actividad representa para la humanidad. Cuenta con las patentes y la marcas registradas a3p Recycling Used Tire´s & Rubber Products®, Sin LLantas®, a3pImperllanta®, a3p®, Utilcel® y MI México Tecnológico® avaladas en México, Estados Unidos y Canadá, trascendiendo globalmente con presencia en varios países de América y Europa.4

En lo tocante al marco legal, el gobierno mexicano emitió el mayo del 2015 la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, en la cual se faculta a los municipios para trabajar en el manejo de los desechos tóxicos. Y en el 2016 el Senado de la República realizó una reforma a la misma con el fin de impulsar su aplicación. Esta ley establece que los neumáticos usados son residuos que necesitan de un manejo especial y obliga a los importadores y distribuidores de neumáticos a formular y ejecutar planes de manejo de los mismos. De no cumplirse sería motivo de revocación de concesiones y permisos.5

Objetivo

Conocer si hay programas para reciclar las llantas usadas de Tepexpan, cómo funcionan y qué tan eficaces son.

Justificación

La contaminación es un aspecto que afecta drástica, directa  y diariamente las actividades, la salud y los estilos de vida de todos. Es por ello que no deja de ser una preocupación latente de nuestra comunidad. Aparentemente, la contaminación con llantas usadas es un problema que nadie atiende y me resulta preocupante ver cómo es tan común encontrar estos desperdicios en medio de la calle sin que nadie sufra ni se acongoje ni haga nada al respecto.

Hipótesis

Si hubiera un programa para reciclar las llantas usadas que incluya la recolección de las que se generan en Tepexpan -municipio de Acolman, Estado de México-; entonces se acabaría con la contaminación de neumáticos usados en esta localidad.

Método (materiales y procedimiento)

Se llevó a cabo una investigación de tipo documental, apoyándome en diversas fuentes como libros, enciclopedias, revistas, páginas web, etcétera.

También se llevó a cabo una investigación de campo, donde se aplicaron tres formatos de entrevista. Una dirigida al encargado del cuidado del medio ambiente en el municipio de Acolman, Estado de México; la segunda entrevista dirigida a los encargados del cambio y reparación de las llantas en la localidad de Tepexpan, municipio de Acolman, Estado de México; y el tercer formato de entrevista se enfocó en una empresa dedicada al reciclado de neumáticos.

En total, se aplicaron 5 entrevistas a los negocios encargados de la reparación y/o sustitución de neumáticos ubicados en Tepexpan, que son el total de negocios que nos concedieron entrevista.

Galería Método

Resultados

Al momento de realizar las entrevistas, nos encontramos con que sólo uno de los negocios tiene nombre, el resto de ellos

Galería Resultados

Discusión

Mi hipótesis plantea que “Si hubiera un programa para reciclar las llantas usadas que incluya la recolección de las que se generan en Tepexpan -municipio de Acolman, Estado de México-; entonces se acabaría con la contaminación de neumáticos usados en esta localidad”.

Tras mi investigación, encontré que:

  • Actualmente no hay ningún programa de recolección de llantas con la finalidad de reciclarlas por parte del municipio.
  • Sí se da una recolección más o menos periódica por parte del poblado de Maquisco, sin embargo, no se sabe si es por parte de particulares o de algún ayuntamiento que fomente la reutilización de los neumáticos usados. Aunque ésta recolección sólo contribuye al apoyo de un 20% de los negocios de la reparación de llantas de Tepexpan.
  • Queda al descubierto un 40% del total de la recolección de neumáticos con un fin ecológico, es decir para su reutilización o reciclaje. Los cuales actualmente están canalizando estos desechos a través del recolector de basura, y está aún por investigar si finalmente éstas llantas llegan a un punto de reciclaje o cuál es su parada final.

Por tanto, con los datos, el tiempo y las fuentes de investigación actuales, no es posible comprobar si un programa para reciclar las llantas usadas que incluya al poblado de Tepexpan, sería suficiente para acabar con la contaminación de neumáticos usados en esta localidad; ya que al día de hoy no lo hay y ni siquiera hay planes de implementar alguno ni a mediano ni a largo plazo; ni por parte del municipio, ni por parte de los particulares.

No obstante, sería importante investigar si el proceso de recolección de llantas que lleva a cabo uno de los empresarios de los negocios entrevistados en Tepexpan en su planta de San Martín, podría ser una viabilidad para comenzar una proyecto en forma que permita desarrollar e implementar un programa de recolección de llantas usadas para reciclarse en Tepexpan.

De igual manera sería valioso investigar también sobre la referencia del poblado de Maquisco en el que indican  que se reciclan las llantas usadas para convertirlas en muebles.

Conclusiones

Bibliografía

www.portafolio.co/economia/finanzas/imparables-ruedas-contaminacion-43701



LA CONTAMINACIÓN CON NEUMÁTICOS EN TEPEXPAN, MUNICIPIO DE ACOLMAN, ESTADO DE MÉXICO.


LA CONTAMINACIÓN CON NEUMÁTICOS EN TEPEXPAN, MUNICIPIO DE ACOLMAN, ESTADO DE MÉXICO.

Summary

Research Question

Problem approach

Background

Objective

Justification

Hypothesis

Method (materials and procedure)

Results

Discussion

Conclusions

Bibliography