Agropecuarias y de Alimentos

“Ohoo water” Envase Comestible

  • Categoría: Pandilla Petit, (preescolar y 1ro. y 2do. año de primaria)
  • Área de participación: Agropecuarias y de Alimentos
  • Asesor: Talia Iveet Noguez Lopez
  • Equipo [ ]: Víctor Iván Hidalgo Resendiz(2o Capullo) , Ángel Alexis Guarneros Pérez(2o Capullo) , María Fernanda Cruz Torres(2o Capullo) , Ricardo Iván González Silva(2o Capullo)

Resumen

La contaminación por utilizar envases plásticos (PET) sigue creciendo día a día en todo el mundo, si bien se han generado diferentes alternativas para disminuir el impacto que se tiene, ninguna de estas ha sido lo suficientemente efectiva, pero si ha logrado de alguna manera concientizar y minimizar la contaminación que se genera, y por ello se opta por:

Reciclar

Reutilizar

Utilizar envases biodegradables

Sin embargo, algunas de estas alternativas implican costos elevados y, por ende, aunque se quieran realizar al verse afectado el gasto familiar o personal se quedan en buenas intenciones. Por ello la importancia de encontrar alternativas sencillas y económicas, que una familia pueda implementar, genera valor agregado.

Derivado de lo anterior el proyecto “Ohoo water” cobra relevancia, y se corrobora que es una alternativa de uso familiar, ya que los envases comestibles se pueden generar de manera sencilla y sin que esto represente un gasto elevado, pues se utilizan ingredientes económicos y de fácil acceso.

Si bien, esta alternativa no resolverá el problema de la contaminación generada por utilizar envases platicos (PET) por sí sola, se suma a la lista de opciones viables para que aporte sus beneficios y genere conciencia en la población de nuestro país.

Pregunta de Investigación

¿Cómo envasar agua de consumo humano sin envases que generen contaminación e impacto ambiental, desde casa?

Planteamiento del Problema

La contaminación del medio ambiente es uno de los temas más preocupantes a nivel mundial, en especial la provocada por los recipientes de plástico, uno de los materiales que más tarda en degradarse y cuyo reciclaje no es tan sencillo.

 

La mayoría de las botellas de agua se fabrican con tereftalato de polietileno (PET), un plástico derivado del petróleo. El 86% de las botellas de plástico de agua usadas en EE.UU. se convierten en basura o relleno. La incineración de las botellas usadas genera subproductos tóxicos tales como el gas clorado, solo una de cada cinco se recicla, por lo que es fundamental encontrar alternativas a esta forma para tomar agua.

Las botellas enterradas pueden tomar hasta 1.000 años para biodegradarse.

 

Una empresa Londinense, ofrece una alternativa tecnológica de “botellas comestibles” a las que llama “Ohoo”, son pequeñas burbujas que, con tan solo morderlas, el agua sale. Cada membrana de ‘Ooho’ está fabricada con calcio y lactato, lo que la vuelve comestible y no se generan desperdicio, son ingredientes utilizados en la cocina molecular, que ya están al alcance de todos.

 

Siendo ingredientes que, como ya hemos mencionado, están al alcance de todos, además de reducir el impacto ambiental por usos de plásticos, contribuye de manera importante a la economía

Antecedentes

Esferificación de líquidos

La esferificación consiste en transformar un líquido en una vesícula formada por una membrana con líquido en su interior. Esto produce un agradable estallido en la boca cuando esta fina membrana se rompe en el paladar y el líquido sale. Esta capa se forma gracias a una reacción con el alginato de sodio (formado por dos monosacáridos, el ácido gulurónico y el ácido manurónico) y una sal de calcio, que solía ser el cloruro de calcio (CaCl2), pero al conferir este un sabor amargo a los alimentos, hoy en día se usa el lactato de calcio (C6H10CaO6).

Para hacer las esferificaciones necesitamos preparar un baño rico en iones de Ca2+. Al líquido que vamos a transformar en una esfera se le incorporará el alginato. Cuando ambos líquidos entren en contacto, el Ca2+ se situará como puente en los grupos carboxilos de dos cadenas de alginato, ya que se trata de un átomo divalente; esto producirá una estructura que se conoce como huevera debido a la forma que adquiere. Esta reacción producirá la membrana alrededor del líquido. Si el alimento permanece mucho tiempo en el baño acabará gelificando la esfera en su totalidad. Para evitar que la esfera gelifique totalmente o para alimentos lácteos o ácidos se utiliza el método de esferificación inversa.  En este método tenemos los iones de Ca2+ en el interior del alimento y lo sumergimos en un baño con alginato; de esta forma, una vez que sacamos la vesícula del baño de alginato el proceso de gelificación para.

PET y su impacto ambiental en México

 

La tercera parte de basura doméstica son envases de PET; se debe regular su manejo: Ralis Cumplido

 

Es un material de riesgo para el ser humano, ya que provoca cáncer y altera el funcionamiento hormonal

 

13-04-2017 La Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales analiza reformas a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, a fin de regular el manejo de envases y embalajes de Polietileno Teraftalato (PET), pues 90 millones de botellas de refrescos y de agua, hechos con este material, son lanzados a la vía pública, carreteras, bosques, playas, ríos y mares.

 

Además, se busca concientizar a la población sobre el consumo irracional de PET y hacer visibles sus efectos, a través de un etiquetado que contenga leyendas, pictogramas o imágenes que reflejen el daño ecológico y ambiental que provoca.

 

 

En su iniciativa para modificar la ley general, el diputado Germán Ernesto Ralis Cumplido (Movimiento Ciudadano) relató que el consumo de PET en México asciende a 722 mil toneladas al año. Además, somos el segundo consumidor de envases de PET para refrescos en el mundo y el primero para recipientes de agua embotellada.

 

Indicó que México es líder en el continente americano en acopio y reciclaje de PET, con el 50.4 por ciento del material reutilizado y 14 empresas recicladoras. Sin embargo, esos esfuerzos no son suficientes, ya que “el consumo va de la mano con los malos hábitos que como mexicanos tenemos”.

 

En el país, el consumo de refresco es elevado; en promedio, cada mexicano ingiere 163 litros de refresco al año, siendo de PET la gran mayoría de envases utilizados; como consecuencia, se emplean 450 mil toneladas de este plástico, aproximadamente.

 

Ralis Cumplido refirió que el uso de agua embotellada también representa un problema. En 2014, se consumieron 234 litros por persona, lo que generó 21 millones de botellas de PET al día, de lo cual sólo se recicló el 20 por ciento.

Argumentó que la tercera parte de la basura doméstica en México se debe a los envases de PET, ya que se producen aproximadamente nueve mil millones de botellas al año. Además, es un material de riesgo para el ser humano, su uso constante puede liberar compuestos químicos como DEHA (dietilhidroxilamina), sustancia que provoca cáncer o BBP (butilbencilftalato), el cual altera el funcionamiento hormonal, e incluso puede provocar irritación en la piel, ojos y pulmones.

 

En la actualidad, los océanos se llenan de ocho millones de toneladas de plástico al año; se estima que para 2020 serán 500 millones de toneladas, debido a la producción acelerada de plásticos y a que el proceso de degradación del PET en los océanos es más lento que en la tierra.

 

La iniciativa de Germán Ralis busca concientizar a la población para que consuma menos PET; a reutilizar o reciclar sus envases; a producir menos recipientes de PET, a la par de que se usen otros materiales menos dañinos al medio ambiente, y disminuir la cantidad de residuos urbanos.

 

Con la adición del capítulo “Del manejo de los envases y embalajes de Polietileno Teraftalato (PET)” en la ley, las empresas productoras y consumidoras promoverán la reducción de la generación, valorización y gestión integral de los residuos urbanos, con la finalidad de controlar la contaminación ambiental y crear conciencia sobre su uso y reciclaje.

 

Tales acciones serán: agregar en el etiquetado de productos que utilizan el material de PET para sus envases y embalajes, leyendas, pictogramas o imágenes sobre el daño ecológico y ambiental que producen los envases de este material, y que serán formuladas y aprobadas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

 

Se imprimirán en forma directa en las etiquetas; serán de alto impacto preventivo, claras, visibles, legibles y no deberán ser obstruidas por ningún medio; deberán ocupar al menos el 30 por ciento de espacio en las etiquetas, donde se le deberán incorporar pictogramas o imágenes, específica la reforma.[1]

PET un plástico amigable pero no inofensivo

 

El reciclaje de envases PET es importante en la lucha contra la contaminación y el calentamiento global. Pero ¿es suficiente para frenar el deterioro del medioambiente causado por esta industria?

Los envases hechos con tereftalato de polietileno (PET por sus siglas en inglés) constituyen uno de los elementos reciclables más usados en todo el mundo, cada vez son más los productos envasados en este material gracias a sus cualidades: irrompible, económico, liviano, impermeable y reciclable; además, desde el punto de vista ambiental, el PET es la resina con mejores características para el reciclado, según Greenpeace.

Sin embargo, hay una problemática alrededor de este plástico -adicional a los 700 años que tarda en degradarse- y es su acelerada demanda y producción. El interés de las empresas productoras de alimentos, bebidas e incluso cosméticos, en este material hace que se incremente el impacto ambiental del plástico. (Vea: ¿Qué ocurre con una botella de plástico una vez que es desechada?)

Y es que la elaboración de estas botellas está basada en grandes cantidades de petróleo, ya que se requieren 24 millones de galones para producir tan solo 1.000 millones de botellas. Además durante su producción se usan otras sustancias

tóxicas, metales pesados, químicos y pigmentos que quedan en el aire perjudicando silenciosamente la salud de humanos y animales.

Por otra parte, el porcentaje reciclado de estos recipientes respecto a su producción es muy bajo, y aunque se reciclara la totalidad de estos, no se reduciría significativamente la producción. Esto porque el RPET (PET reciclado) no puede ser usado en la fabricación de envases para bebidas o alimentos, a menos de que se realice un complejo proceso químico que hasta solo muy pocas empresas de reciclaje han implementado.

Otro factor negativo de los PET, que no es perceptible a la vista, es que pequeñas partículas del material pueden desprenderse y quedar flotando en los alimentos, esto según algunos estudios de Food and Drug Administration de Estados Unidos (FDA). Las secuelas en la salud después de la ingestión continuada de estas partículas van desde afecciones respiratorias hasta problemas en el desarrollo del feto en mujeres embarazadas.

Ohoo water, la botella de agua que se come.

¿Te imaginas beber agua de una botella que, una vez vacía, puedes comerla; y que, mejor aún, la puedes hacer en tu casa?

Estudiantes de diseño han creado una botella biodegradable que puede comerse una vez que esté vacía. Los autores, Rodrigo García González, Pierre Paslier y Gillaume Couche, pretenden que esta iniciativa no sólo pueda fomentar un impacto sustentable en el medio ambiente, sino también lograrlo sin mucho desembolso económico.

Envase comestible

Los ganadores del 2014 Lexus Design Award se inspiraron en las yemas de huevo para formar la botella Ooho, la cual está hecha con una membrana gelatinosa de algas que contiene al líquido. Mientras que en su interior, se utiliza la técnica culinaria de esterificación; es decir, se moldea el agua en una esfera. De ese modo,  la doble membrana protege la estructura y la higiene del líquido en el interior, sin la necesidad de un contendedor de plástico.

 

Cada hogar en México compra alrededor de 1 500 litros de agua embotellada al año, de acuerdo con un estudio realizado en 2016 por la firma Kantar WorldPanel. Esto a pesar de que en el Artículo 115 de la Constitución Mexicana se establezca que “todos los municipios del país están obligados a entregar agua potable”, para beber, bañarse, drenaje, alcantarillado y tratamiento de aguas residuales. 

Se trata de un negocio multimillonario, la de las aguas embotelladas. A diferencia de lo que sucede en otros países, en donde las botellas de agua son una mercancía gourmet para un estilo de vida, en México se consumen como un artículo básico y de primera necesidad. Pese a que académicos y múltiples organizaciones no gubernamentales explican que los mexicanos no las necesitan. 

De acuerdo con los datos de la revista Forbes México, el negocio de 66 500 millones de pesos anuales comenzó con un brote de cólera en la década de los 90. Fue en el año de 1991 que un mensaje gubernamental informó que la comunidad de San Miguel Totolmaloya, en el Estado de México, reportaba el primer episodio de una epidemia de cólera. Surgió un miedo a enfermarse severamente, pese a que la tasa de mortalidad fue de 0.04 por ciento de cada 100 habitantes y un total de 34 defunciones durante 1991.

 

 

Ahora, tras décadas de ese fenómeno, los mexicanos dejaron de beber agua del grifo: el miedo a enfermarse continúa como una tradición cultural. En vano fueron los mensajes gubernamentales con advertencias para hervir el agua y tomar otras medidas preventivas, como comercializar los primeros garrafones de vidrio con “agua purificada” mediante la marca Electropura –hoy Epura–. En palabras del director del Programa de manejo, uso y reuso del agua –Pumagua– de la Universidad Nacional Autónoma de México –UNAM–, “Han convertido el cuidado de la salud en un elemento de venta”, pese a que el 50 por ciento de las muestras de las marcas de botellas de agua que se vendían en la década de los 90, no cumplía con los requerimientos de salud necesarios para su consumo. Por su lado, Raúl Pacheco-Vega, Investigador y catedrático del Centro de Investigación y Docencia Económica –CIDE–, “Se convirtió en la salida fácil. Se incrementaron las campañas de transnacionales, que invirtieron mucho dinero para vender las botellas en México y dar paso al debilitamiento de la infraestructura.”

Por esta razón, empresas como Danone, Coca-Cola y Pepsico concentran ahora el 64 por ciento del mercado nacional que incluye agua gasificada, embotellada y de manantial. Para Pacheco-Vega, una “manera de debilitar al proveedor estatal, y favorecer a las empresas, ha sido a través de la transferencia de recursos de los estados a municipios, donde el dinero no llega y permite a los privados acaparar la demanda que debería aliviar los gobiernos municipales. […] Ha sido una serie de acciones concertadas entre diferentes actores: el gobierno federal, mercadotecnia agresiva de transnacionales, desidia de gobierno y el cambio en los patrones de consumo. La culpa es de varios.” Por ejemplo, en el caso de Coca Cola FEMSA –KOF–, la empresa paga 2 600 pesos por cada una de las 46 concesiones de explotación de aguas subterráneas al año, y obtiene ganancias por 32 000 millones de pesos: “Esta falta de proporción de pago por los derechos de explotación y utilidades revela cómo el sector político privilegia los intereses del sector económico por encima de los derechos fundamentales. Es un círculo vicioso con intereses que se oponen.”

 

 

Objetivo

Comprobar el método de elaboración de membranas comestibles que encapsulan liquido, verificando que se pueda realizar en casa y de forma sencilla, a fin de tener un precedente en México de una alternativa viable para reducir el impacto ambiental al no utilizar envases plásticos.

 

Justificación

“Ohoo water” como lo nombraron sus creadores, es un proyecto en pro de crecimiento eco ambientalista y empresarial, nos interesa divulgar su existencia y  como ya hemos mencionado en el objetivo de esta investigación, dar a conocer además, que el proceso para encapsular el agua es sencillo y económico, por lo que la labor para contribuir en la reducción de contaminantes como el uso de envases de plástico, se encuentra al alcance de nosotros.

Surge de la necesidad de buscar una alternativa a las millones de botellas de plástico que se usan y se desechan cada día para el consumo de agua, y nota importante, la gran mayoría no se recicla y acaba dañando el medio ambiente.

 

El costo de producción es más bajo que el del plástico: según sus creadores está en los 0,15 centavos de dólar por unidad. “Nuestro envase es más barato que el plástico y puede encapsular cualquier bebida incluyendo agua, refrescos, licores e incluso cosméticos. Queremos resolver el problema de los residuos plásticos y reducir el impacto climático de los envases”.

El proyecto de momento sigue en proceso de pruebas en eventos y tiene abierto un crowdfunding en busca de financiación para seguir con el desarrollo en el que ya han colaborado más de 600 personas; en total se han recaudado hasta la publicación de esta noticia 576,020 libras, superando el objetivo de 400.000.

Hipótesis

Si elaboramos un contenedor de agua comestible con la técnica esferificación, entonces comprobaremos un método viable para contrarrestar el impacto ambiental.

Método (materiales y procedimiento)

Trabajando para alcanzar el objetivo de este proyecto hemos acudido al procedimiento del método científico para comprobar la hipótesis, además de la investigación documental realizada, también fuimos instruidos  por  la Chef Ayari Soto Mujica, egresada de  Universidad Lucerna, quien, en su ejercicio profesional nos ha guiado en la utilización de los ingredientes (alginato y lactato) como parte de las técnicas que ella emplea en la práctica de la cocina molecular. Respondiendo a nuestra entrevista

 

 

Los materiales requeridos son:

1 gramo de alginato de sodio

5 gramos de lactato de calcio

Recipiente grande con cuatro tazas de agua

Recipiente pequeño con una taza de agua bebible

Recipiente con agua

Batidora

Cuchara profunda

 

Procedimiento

  1. Añadir el gramo de alginato de sodio al recipiente que contiene una taza de agua. Utiliza la batidora para disolver el alginato. Cuanto el polvo esté completamente disuelto, deja la mezcla reposar para que las burbujas de aire desaparezcan.
  2. Agrega los 5 g. de lactato de calcio al recipiente con cuatro tazas de agua, revuelve bien con una cuchara
  3. Toma un poco de la solución con alginato de sodio con una cuchara, y con mucho cuidado añádelo al recipiente del lactato de calcio. Continúa haciendo lo mismo con la solución, pero procura que el lactato de calcio no se llene por completo. Los envases se irán creando con una textura gelatinosa con una forma parecida a la de una gota de agua.
  4. Con una cuchara revuelve lentamente la mezcla durante tres minutos.
  5. Después del tiempo transcurrido, con una cuchara profunda, transfiere las “botellas” del lactato de calcio, al recipiente con agua, para qué, durante el baño, la reacción se detenga.

 

El proceso combina el agua potable con alginato de sodio, lo que proviene de algas pardas. Después de que se mezclan con el lactato de calcio, en el interior se comenzará a formar una membrana gelatinosa, pero el agua permanezca liquida en el medio. El resultado será una bebida refrescante que no requiere un recipiente para tomarse.

 

Galería Método

Resultados

  1. Se recopiló información referente al problema de contaminación ambiental producida por envases plásticos (PET).
  2. Derivado de la investigación de encontró un proyecto innovador denominado Ohoo Water, cuyo objetivo es contribuir a la reducción de contaminación por envases de plástico, encapsulando el agua bajo un proceso químico llamado esferificación, generando así envases comestibles.
  3. Se planteó como objetivo de este proyecto, verificar que la elaboración de un contenedor de agua comestible es un método viable, sencillo y económico.
  4. Se realizó una entrevista con la Chef Ayari Soto Mujica, a fin de recibir orientación respecto a la técnica de esferificación que se utiliza en la cocina molecular.
  5. La comprobación de la hipótesis se realizó de manera experimental, entre los integrantes del equipo.
  6. Se realizaron réplicas del experimento a fin de confirmar los resultados.
  7. El resultado obtenido fue que, si se pueden generar envases comestibles de manera casera, sencilla y con un costo bajo, por lo que se comprobó la hipótesis planteada.

Galería Resultados

Discusión

Conclusiones

Como resultado de la investigación de “Ohoo wáter” envase comestible, es posible concluir que las esferas transparentes que contienen agua en su interior son una forma práctica de hacer frente a la contaminación para poder reducir el consumo de plástico al embotellar el agua; de igual manera la comprobación en este proyecto fue satisfactoria, pretende invitar a los niños y personas en general a utilizar esta técnica con un impacto ambiental positivo y considerando que es un método fácil, económico y divertido de elaborar dentro de sus hogares.


 

Bibliografía

Sitio web de Cámara de diputados, apartado de comunicación social- Boletín N°. 3469

Fecha: 13 de abril de 2017

URL:

http://www5.diputados.gob.mx/index.php/esl/Comunicacion/Boletines/2017/Abril/13/3469-En-Mexico-90-millones-de-botellas-de-plastico-de-refrescos-y-agua-son-lanzados-a-la-via-publica-rios-y-mares

 

http://www.excelsior.com.mx/global/2017/05/17/1164111

 

“El gran libro de ecología”, editorial juventud. Autor Mary Hoffman y Rose Asquith.

“Porque debo reciclar”, editorial Anaya. Autor Green Jean y Micke Gordon

 

 



“Ohoo water” Envase Comestible

Summary

Research Question

Problem approach

Background

Objective

Justification

Hypothesis

Method (materials and procedure)

Results

Discussion

Conclusions

Bibliography