Ciencias Sociales y Humanidades

“LOS REYES MAGOS” regalo de investigación

  • Categoría: Pandilla Kids (3ro., 4to., 5to. y 6to. Año de primaria)
  • Área de participación: Ciencias Sociales y Humanidades
  • Asesor: ALMA DELIA CRUZ PICHARDO
  • Autor: Proyecto1023 Invitado ()

Resumen

El significado de mago es “Hombres sabios” u “Hombres de ciencia” TODOS los niños somos   curiosos por naturaleza, desde que podemos hablar y aun antes siempre estamos dispuestos a investigar y conocer, a veces sin medir los riesgos. Los padres de familia lo saben y en ocasiones nos limitan o “regañan por hacer preguntas incomodas que muy difícilmente pueden ellos mismos contestar.

¿Puede generar beneficios el que los niños crean en los reyes magos?

El pensamiento mágico o conocimiento mágico consiste en una forma de pensar y razonar, basada en supuestos informales, erróneos o no justificados y, frecuentemente, sobrenaturales, que genera opiniones o ideas carentes de fundamentación empírica robusta. El creer en ciertas cosas nos ha permitido aplicar el método científico.

Mi objetivo es dar a conocer las ventajas y desventajas de tener este tipo de creencias y tradiciones

Involucrar a los niños y jóvenes en la investigación.

A mí me intereso este tema porque nunca pude dar una explicación de lo que mis papas me decían acerca de cómo llegaban los regalos y realmente pensaba que era algo relacionado con la “magia”

Si los padres de familia supieran las ventajas que puede tener el orientar a sus hijos a la investigación a través de este tipo de creencias y tradiciones, entonces más jóvenes de este país estaría interesado en hacer investigación “formal” para aportar beneficios a nuestra sociedad.

 

Pregunta de Investigación

¿Puede generar beneficios el que los niños crean en los reyes magos?

Planteamiento del Problema

Desde que el hombre se encuentra en la faz de la tierra, se ha enfrentado a fenómenos de la naturaleza que con el paso del tiempo ha tenido la posibilidad de explicar de manera clara y objetiva; sin embargo no siempre fue así, antes de saber con exactitud que sucedía con dichos fenómenos los seres humanos intentaban dar una explicación, sin embargo al no encontrar respuestas que pudieran sustentar asumían que era eventos generados por “dioses”, por ejemplo en la mitología nórdica cada vez que caía un relámpago y se escuchaba un “trueno”, lo atribuían a Thor conocido como el “dios del trueno”. A este fenómeno se le conoce como “pensamiento mágico religioso” El pensamiento mágico o conocimiento mágico consiste en una forma de pensar y razonar, basada en supuestos informales, erróneos o no justificados y, frecuentemente, sobrenaturales, que genera opiniones o ideas carentes de fundamentación empírica robusta.

No fue sino hasta que el ser humano empezó a preguntarse acerca de lo que realmente sucedía, negándose a creer lo que dichas afirmaciones suponían.

Actualmente sabemos que no existe tal dios de trueno y podemos explicar científicamente este tipo de eventos. Sin embargo, muchos de los grandes descubrimientos empezaron de la misma manera “dudando”.

Fue así como muchas personas empezaron sin saberlo aún a aplicar lo que hoy conocemos como el “método científico”

Antecedentes

Los Reyes Magos

Los Reyes Magos de Oriente es el nombre por el que la tradición denomina a los visitantes que, tras el nacimiento de Jesús de Nazaret, acudieron desde países extranjeros para rendirle homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: Oro, incienso y mirra. Los Evangelios cristianos solo hablan de “magos”, en ninguna parte se indican sus nombres, ni que fuesen reyes, ni que fueran tres (número que posiblemente se deba a la cantidad de obsequios ofrecidos). Estas creencias fueron agregadas varios siglos después y se han mantenido en la tradición popular.
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El viaje de los magos de James Tissot en 1902

Según la creencia católica, estos magos eran representantes de religiones “paganas” de pueblos vecinos, que los Evangelios ven como las primicias de las naciones que aceptarán la religión católica.
En algunos países (normalmente hispanohablantes) existe la tradición de representar a los reyes trayendo los regalos que los niños les han pedido en sus cartas durante la noche anterior a la Epifanía.

Los Reyes Magos, por tradiciones de algunos países, forman parte del pesebre junto a José, el niño Jesús y María.

La palabra “mago”, proviene del elamita ma-ku-ish-ti, que ―pasando por el persa ma-gu-u-sha y por el acadio ma-gu-shu― llegó al griego como μαγός (magós, plural: μαγοι, magoi) y de ahí al latín magi /mágui/ (cf. magister, /maguíster/) de donde llegó al español.

Eran los miembros de la casta sacerdotal medo-persa de la época aqueménide y durante todo el reinado de Darío el Medo (521-486 a. C.)

La figura católica de los Reyes Magos tiene su origen en los relatos del nacimiento de Jesús, algunos, fueron integrados de los evangelios canónicos que hoy conforman el Nuevo testamento de la Biblia. Concretamente el Evangelio de Mateo es la única fuente bíblica que menciona a unos magos (aunque no especifica los nombres, el número ni el título de reyes) quienes, tras seguir una supuesta estrella, buscan al «rey de los judíos que ha nacido» en Jerusalén, guiándoles dicha estrella hasta Jesús nacido en Belén, y a quien ofrecen ofrendas de oro, incienso y mirra.

Mención en la Biblia

Es poco lo que el Evangelio de Mateo menciona sobre los Magos de Oriente. En particular, no menciona un número específico de ellos, aunque sí se menciona que entregaron tres regalos:

Nacido, pues, Jesús en Belén de Judá en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Evangelio de Mateo (2, 1-2), versión Reina-Valera, 1960

Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Evangelio de Mateo (2, 11), versión Reina-Valera, 1960

Si bien parece contradictorio que practicantes de la magia (severamente amonestada tanto en el Antiguo como en el Nuevo testamento) sean admitidos como adoradores de Jesús, hay que tener en cuenta que el término griego magos no era utilizado únicamente para referirse a los hechiceros. Se utiliza, en este caso, para referirse a ‘hombres sabios’ o, más específicamente, hombres de ciencia. De hecho, también poseían conocimiento de las Escrituras (Mateo 2:5-6). Es posible que estos magos pertenecieran a la religión Zoroastro.

Mateo no deja ver que fueran astrólogos que conocieran con precisión el movimiento de alguna estrella (2:7) a pesar de ser esta la creencia general. Aunque bien intencionados, su visita es causa de turbación general y despierta la desconfianza de Herodes (2:3), pues veía al nuevo Mesías como un rival. A pesar de ser anciano y de haber reinado ya por más de treinta años, Herodes les ruega que averigüen el sitio preciso del nacimiento del Mesías (2:8) con el fin de poder, así, acabar con su potencial competidor. Los sabios, que no sospechan eso, encuentran al Niño, lo adoran y obsequian oro, incienso y mirra (2:11). Un ángel previene a los magos de las intenciones que Herodes guardaba (2:12), así que no regresan donde él. Iracundo, el rey manda a matar a todos los niños menores de dos años. Para entonces, José ha sido avisado en sueños (2:13) de que debe huir a Egipto con los suyos.

La degollación de los inocentes, según un manuscrito del siglo X

A partir de ese relato, se han ido elaborando numerosas leyendas sobre los hechos y la personalidad de estas tres figuras, incluyendo el presunto estatus real.

Historia y leyenda

La tradición más difundida cuenta que vinieron de Oriente, en número de tres, y que iban guiándose por una estrella (celebérrimamente conocida como La estrella de Belén) que les condujo hasta Belén. Allí buscaron al Niño Jesús recién nacido y le adoraron, ofreciéndole oro (representando su naturaleza real, como presente conferido a los reyes), incienso (que representa su naturaleza divina, empleado en el culto en los altares de Dios) y mirra (un compuesto embalsamador para los muertos, representando el sufrimiento y muerte futura de Jesús). Antes de llegar, encontraron al rey Herodes el Grande en la ciudad de Jerusalén, quien astutamente les conminó a que, de regreso, hablaran con él para darle noticia del sitio exacto donde se encontraba dicho niño; y, así, poder ir él también a adorarle. (En realidad, lo que quería era darle muerte, por eso ordenó la matanza de los inocentes).

La historia sigue contando cómo un ángel se apareció a los magos y les advirtió del peligro que corría Jesús si ellos obedecían el deseo de Herodes. Así pues, no volvieron por el mismo sitio. Parece ser que, solo por el hecho de que el relato evangélico indicara que trajeron tres dones (oro, incienso y mirra), se dio por sentado que eran tres los personajes que los traían. Aunque también en algún momento las distintas tradiciones han señalado que eran cuatro, siete y hasta doce.

La primera vez que surge el nombre con que hoy conocemos a los Reyes Magos es en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia). El friso de la imagen está decorado con mosaicos de mediados del siglo VI que representan la procesión de las Vírgenes. Esta procesión está conducida por tres personajes vestidos a la moda persa, tocados con un gorro frigio y su actitud es la de ir a ofrecer lo que llevan en las manos a la Virgen que está sentada en un trono y tiene al Niño en su rodilla izquierda. Encima de sus cabezas se pueden leer tres nombres, de derecha a izquierda: Gaspar, Melchior, Balthassar…

Poco a poco la tradición ha ido añadiendo otros detalles a modo de simbología: se les ha hecho representantes de las tres razas conocidas en la antigüedad, representantes de las tres edades del hombre y representantes de los tres continentes (Asia, África y Europa).

La llegada de los Reyes Magos es un tema tratado también en los Evangelios apócrifos. Según la tradición esotérica aplicada al cristianismo, estos personajes procedían del lugar donde se encontraba el Preste Juan.

Otra leyenda cuenta que, después de la resurrección de Jesús, el apóstol Tomás los halló en Saba. Allí fueron bautizados y consagrados obispos. Después fueron martirizados en el año 70 y depositados en el mismo sarcófago. Los restos fueron llevados a Constantinopla por Santa Elena. Posteriormente, Federico I Barbarroja, en el siglo XII, los trasladó a Colonia, donde hoy reposan con las coronas que supuestamente llevaron durante su existencia. Miles de peregrinos empezaron a llegar a Colonia, lo que propició que en 1248 se iniciara la construcción de la catedral de Colonia, que llevaría más de 600 años terminarla. Hoy día es uno de los monumentos góticos más impresionantes de Europa. Colonia se ha convertido junto con Roma y Santiago de Compostela en uno de los grandes centros de peregrinación. Igualmente, existen leyendas que hablan de un cuarto rey mago.

Estrella de Belén

La Estrella de Belén fue, según la tradición cristiana, el astro que guio a los Magos al lugar del nacimiento de Jesucristo. El Evangelio de Mateo menciona que los Reyes Magos vieron aparecer por el Oeste la Estrella de Belén, aunque no aclara si se trataba de un planeta, una estrella o cualquier otro fenómeno astronómico o astrológico. Según los escritos, los sabios viajaron siguiendo la estrella, y esta se detuvo sobre el lugar en el que Jesús había nacido. A pesar de que es imposible que un astro marque un lugar tan concreto como un pesebre, se han sugerido diversas explicaciones sobre este hecho, lo más probable es que el pasaje bíblico sea solo una metáfora referida a los supuestos hechos. Fuera lo que fuese, los Reyes Magos lo asociaron al Rey de los Judíos. De haber sido astrólogos griegos o romanos podrían haber asociado la estrella de Belén con Júpiter, el planeta rey, y Régulo, la estrella rey. O si venían de Babilonia, lo podrían haber asociado el planeta Saturno (Kaiwanu). En todo caso, bien podría tratarse de la estrella sirio, a la que apuntan los “tres reyes” del cinturón de la constelación de Orión.

Conjunción Júpiter y Saturno

La primera explicación natural de este fenómeno fue dada por el astrónomo alemán Johannes Kepler en 1614. Kepler determinó que una serie 105 conjunciones de los planetas Júpiter y Saturno (un hecho muy poco frecuente) ocurrieron en el año 7 a. C. y relacionó este hecho con la estrella de Belén, pero cálculos modernos han demostrado que en esa ocasión los dos planetas no se acercaron lo suficiente como para impresionar a los observadores. De hecho, un antiguo almanaque inscrito en una tabla de arcilla hallada en Babilonia sugiere que los astrólogos de la época no le dieron demasiada importancia a ese evento. Otras explicaciones incluyen una nova (algunas veces identificada como un cometa) que hubo en el 5 a. C. la cual fue registrada por los astrólogos chinos y coreanos. El obstáculo a dicha explicación es que no hay rastros o huellas de nova alguna en la constelación donde fue observada por los chinos y coreanos. Entre el 3 y el 2 a. C., hubo una serie de siete conjunciones, incluidas tres entre Júpiter y Régulo, así como algunas conjunciones muy cercanas entre Júpiter y Mercurio el 18 de junio del 2 a. C. Urano fue visible diversas veces, pero probablemente no fue reconocido como planeta debido a su lento movimiento.

Las últimas explicaciones, expuestas en la web del Instituto de Astrofísica de Canarias por Mark Kidger argumentan que lo más probable es que la suma de acontecimientos astronómicos (la triple alineación de los planetas en el 7 a. C., en la constelación de Piscis, más el probable cálculo del ocultamiento de Júpiter tras la Luna, cerca del Sol) hayan alertado a los Reyes Magos sobre la gestación de un acontecimiento importante en Judea, pasando a ser la Nova la señal definitiva del nacimiento de un gran rey según sus interpretaciones.

Los nombres y número de los Reyes Magos

Según las diversas tradiciones de los reyes magos, el número de ellos varía; así se puede encontrar los siguientes reyes magos:

Tres Reyes Magos: Si bien la Biblia explica que fueron tres los regalos otorgados por los magos al Niño Jesús, la primera referencia concreta respecto al número de Reyes Magos le da Orígenes, un conocido escritor eclesiástico, en el siglo IV. En el siglo V, el Papa León I el Magno estableció oficialmente su número en 3 para toda la cristiandad. A mediados del siglo VI, en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia) se les asignaron los nombres de “Melchor”, “Gaspar” y “Baltasar”, que supuestamente equivalen en griego a “Appellicon”, “Amerín” y “Damascón” y en hebreo a “Magalath”, “Serakin” y “Galgalath”. Según una leyenda, sus restos se encuentran en la Catedral de Colonia, Alemania, donde se encuentra el llamado Relicario de los Tres Reyes Magos

Doce reyes magos: Los armenios suponen que fueron 12, por lo que les asignan doce nombres diferentes. Estos nombres tampoco se mencionan en la Biblia.

Los reyes magos son conocidos también como los Santos Reyes.

Festividad

Con el tiempo, en países de tradición católica, se adoptó la costumbre de celebrar al mismo tiempo el día de la Epifanía (el 6 de enero) y la festividad de los Reyes Magos, conjugándose así la manifestación de Jesús al mundo no judío con la fiesta de estos personajes que representaban justamente ese mundo de gentiles. Poco a poco, se fue olvidando el significado verdadero de la palabra epifanía y la convirtió en un sinónimo de adoración de los Magos.

El día 6 de enero es festivo en España, México, Puerto Rico,16 República Dominicana, Paraguay Uruguay, Colombia y Venezuela.

Costumbres relacionadas con los Reyes Magos

En algunos lugares, las autoridades organizan la llamada Cabalgata de Reyes el día 5 de enero, durante la cual los personajes suelen ir montados a caballo o en carrozas, vestidos con mantos y coronas, en lugar de la vestimenta frigia totalmente desconocida. En la mayoría de los sitios donde sale la cabalgata, aparte de ir en ella los Reyes Magos, también hay carrozas de otros temas y distintos personajes, como pueden ser personajes infantiles y demás. El siguiente día, el 6 de enero, es festivo nacional. Ese día los niños disfrutan sus obsequios.

En España, es tradicional que los regalos de Navidad a los niños los traigan los Reyes Magos la noche del 5 al 6 de enero, compitiendo con la reciente introducción de Papá Noel en las costumbres navideñas debido a la influencia de otras culturas. Antes, los niños deben enviar una carta a los reyes enumerando los regalos que quieren y los méritos por los que merecen recibirlos. También es tradición que la noche del 5 de enero los niños dejen sus zapatos en algún lugar de la casa, junto a la puerta, en una ventana; incluso se dejan dulces para obsequiar a los Reyes Magos y agua o comida para los camellos. Al día siguiente se encuentran allí los regalos o, en el caso de haber sido malos, carbón en su lugar (se trata de un dulce de feo aspecto, pero golosina, al fin y al cabo). El día 6 de enero es festivo en toda España.
También reciben regalos los adultos. Es típico desayunar el Roscón de Reyes que en muchos lugares puede comerse la víspera, para merendar o, como postre, en la cena. En España estos roscones suelen contener una figurilla, popularmente conocida como “la sorpresa”.

En varios países de Hispanoamérica existe la costumbre adoptada de los españoles de que los niños reciban regalos de los Reyes Magos, bien en la víspera, es decir, a la medianoche del 5 de enero, o en la mañana del 6 de enero (Argentina, México, República Dominicana, Puerto Rico, Paraguay y Uruguay). También se han heredado las costumbres de la carta a los Reyes y el carbón dulce en vez de regalos. La mayoría de los servicios postales aceptan estas cartas.

Al igual que la costumbre anglosajona en torno a Santa Claus, es frecuente que los reyes magos aparezcan en tiendas de regalos y centros comerciales, donde los niños tienen la oportunidad de tomar una foto sentados en sus rodillas y entregar la carta con sus peticiones directamente. La representación consta normalmente de un escenario con tronos y los símbolos característicos, como figuras o dibujos de camellos, la estrella, un buzón y adornos de aspecto oriental. En los tronos es donde se sientan los reyes, habitualmente se trata de empleados caracterizados. En ocasiones se representan los tres reyes de la tradición, pero dependiendo de las circunstancias o el tamaño del escenario, puede incluirse únicamente uno. Además, van acompañados de un paje, personaje característico que se encarga de conducir a los niños desde donde esperan con sus padres hasta los reyes y de recoger las cartas.

En México, el día 5 de enero por la noche se parte una Rosca de reyes que es tomada con chocolate, café o atole. Aquí se encuentra el segundo santuario más importante del mundo con respecto a los Tres Santos Reyes, ubicado en la ciudad de Tizimín, Yucatán; siendo visitado por millares de personas durante las fiestas religiosas en su honor, celebradas a finales de diciembre y principios de enero.

En Puerto Rico, la noche del 5 de enero los niños corren por el patio recogiendo grama. Ponen la grama en una caja de zapatos y colocan la caja junto a su cama. La grama es usada para alimentar a los camellos. Los reyes entonces dejan regalos en las cajas.

En Perú, ha caído en desuso el dar regalos a los niños en esta fecha. La celebración que se acostumbra es la llamada Bajada de Reyes, que consiste en que una familia o comunidad realiza una pequeña celebración mientras se va desmontando el Nacimiento. Cuando se trata de una comunidad, es costumbre dejar dinero mientras se retiran los adornos y figuras. Esta tradición incluso ha llegado a empresas privadas, las cuales realizan dicha celebración entre los miembros de esta.

Otras costumbres del día 6 de enero

Es interesante notar que, en tiempo de la colonización española, especialmente en Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, México y Uruguay este día era de asueto para los esclavos negros que salían a las calles a bailar al ritmo de sus tamboras. Esto origina el nombre de Pascua de los Negros con que el día es aún conocido en algunos países como en Chile o Paraguay donde la comunidad Afro paraguaya celebra el día de su santo (San Baltasar).

Los países de habla inglesa dedican el día 6 de enero a desmontar los adornos de la Navidad. Esta costumbre también se ha extendido a países de América Latina, convirtiéndose el 6 de enero en el último día de la temporada navideña. Antiguamente se celebraban festejos con ese motivo y se cocinaba un pastel en el que se escondía un haba o una pequeña moneda de plata. La persona que encontraba el haba o la moneda era nombrada rey judío o señor del desorden y se veía obligada a encargarse de los festejos de esa noche. Con el tiempo, la fiesta fue evolucionando y se incluyeron bailes de máscaras y representaciones teatrales. Esta tradición dio origen en España al típico roscón de reyes (también llamado rosca de reyes) que se toma en ese día y que esconde una pequeña sorpresa en su interior. En México, dicha rosca tiene en su interior varios muñecos pequeños de plástico los cuales representan al niño Jesús; aquella persona que en el momento de partir la rosca encuentra alguno de ellos, es encargado de hacer o invitar tamales y atole el 2 de febrero, día de la Candelaria.

En el año 1601 los abogados de Londres encargaron a Shakespeare una obra de teatro que se tituló Noche de Reyes y fue representada ante la reina Isabel I.

Los Tres Reyes: Tradición, Creencias y Religión

Los Reyes Magos son figuras importantes de esta Navidad, pues tras el nacimiento de Jesús se narra en la Biblia que, guiados por una estrella, llegaron hasta Belén y obsequiaron oro, incienso y mirra al recién nacido. Sin embargo, pocos saben sobre la verdadera historia y origen que envuelve a estos tres personajes.

La tradición navideña nos cuenta que tres Reyes Magos (conocidos también como los Reyes de Oriente) acudieron al nacimiento de Jesús de Nazaret. Estos Reyes acudieron desde países lejanos a rendirle un homenaje, pero ¿Qué fue lo que regalaron estos tres Reyes Magos al niño Jesús? Aquí te lo decimos:
Melchor (Magalath): Anciano de blancos cabellos y larga barba del mismo color, procedente de Europa; Melchor entrega la mirra, La mirra es una sustancia rojiza aromática que es común en medio oriente y Somalia. Era muy valorada en la antigüedad para la elaboración de perfumes. La mirra es el símbolo del hombre.
Gaspar (Galgalath): El más joven y rubio de los tres reyes magos procedente de Asia. Gaspar entrega el incienso, El incienso es una preparación de resinas aromáticas vegetales, a las que se añaden aceites de forma que al arder desprenda un humo fragante y un olor característico. El incienso en el símbolo de Dios. En muchas religiones el incienso se utiliza en los ritos religiosos.
Baltasar (Serakin), de raza negra, procedente de África, Baltasar entrega el oro, el más precioso de los metales. El Oro es el símbolo del Rey.
Según la Biblia, específicamente en el Evangelio de Mateo, nos habla de tres regalos: Oro, incienso y mirra. Se citan tres regalos por lo que la tradición navideña dedujo que los Reyes Magos eran tres; sin embargo, este número no es el único mantenido en la historia ya que otros señalan que fueron más reyes.

En las Biblia no se especifica el lugar de donde procedían los Reyes Magos, pero todo señala que vinieron de Babilonia o Persia, ya que en ese lugar los ‘magos’ tenían una gran influencia. Cabe resaltar, que en esa época el término ‘mago’ era usado para denominar a los sabios o astrónomos.

En cuanto a los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar, estos no fueron extraídos de las escrituras, al igual que las razas a las que pertenecían, sino de un manuscrito de un monje benedictino Beda.

Melchor, anciano de blancos cabellos y larga barba del mismo color; Gaspar, más joven y rubio; y Baltazar, un señor negro, fue como los describió el doctor de la iglesia; y todos identificaron a los Reyes Magos como representantes de Europa, Asia y África.

Son varios los enigmas que rodean a los Reyes Magos, pero lo que la gente más se pregunta es qué fue de ellos luego del encuentro con la familia de Jesús.

-Yo soy Gaspar. Aquí traigo el incienso.
Vengo a decir: La vida es pura y bella.
Existe Dios. El amor es inmenso.
¡Todo lo sé por la divina Estrella!
-Yo soy Melchor. Mi mirra aroma todo.
Existe Dios. Él es la luz del día.
La blanca flor tiene sus pies en lodo.
¡Y en el placer hay la melancolía!
-Soy Baltasar. Traigo el oro. Aseguro
que existe Dios. Él es el grande y fuerte.

Todo lo sé por el lucero puro
que brilla en la diadema de la Muerte.
-Gaspar, Melchor y Baltasar, callaos.
Triunfa el amor y a su fiesta os convida.
¡Cristo resurge, hace la luz del caos
y tiene la corona de la Vida! (Rubén Darío

TODOS los niños somos   curiosos por naturaleza, desde que podemos hablar y aun antes siempre estamos dispuestos a investigar y conocer, a veces sin medir los riesgos. Los padres de familia lo saben y en ocasiones nos limitan o “regañan por hacer preguntas incomodas que muy difícilmente pueden ellos mismos contestar. Recuerdo haber hecho preguntas raras como:

¿Por qué el cielo es azul?

¿Por qué el agua moja?

¿Quién gana entre un león y un tigre?

¿Por qué las estrellas no se caen?

Recuerdo que cada vez que preguntaba veía como mis papas trataban de darme una explicación y yo siempre terminaba preguntando, si, ¿pero por qué?; después de la tercera pregunta terminaban cambiando el tema o mandándome a jugar a otro lado. Tiempo después se me olvidaba el tema.

Pero de entre tantas cosas que me intrigaban siempre había una pregunta que me hacía cada año, pues desde que recuerdo siempre en enero llegaba uno de los mejores días del año “El día de reyes” donde como por arte de magia siempre aparecían juguetes y regalos cerca del arbolito de navidad.

Al principio sabía que Los “reyes magos” que por cierto eran, tres tenían la responsabilidad de traer regalos a “todos” los niños del mundo, por mucho tiempo nunca les pregunte nada a mis papás, solo me conformaba con los regalos que me traían, pero un día así de pronto me surgieron muchas dudas y muchas preguntas, ¡no podía entender como le hacían para poder hacer lo que hacían!!!

¿COMO ENTRABAN A LA CASA?

¿COMO LES DABA TEIMPO DE IR A TODO EL MUNDO??

¿COMO PODIAN LEER TANTAS CARTAS DE TANTOS NIÑOS SI SOLO ERAN TRES?

DONDE CARGABAN TANTOS REGALOS

DONDE LOS COMPRABAN

POR QUE NUNCA LOS PODIA VER

Y Una de las más importantes.

Por qué no siempre me traían los que les pedía.

Alguna vez recuerdo que le pregunté a mi papá y solo me respondió:

Porque son “magos”

Acordaos de la infancia, ese período en el que aún vive el pensamiento mágico, en el que el niño está convencido de que maneja el mundo y de que las cosas suceden sólo con pensarlas, en el que las personas a quien amamos son inmortales, en el que los malos siempre son castigados, en el que los príncipes azules salvan a las princesas, en el que los sueños pueden cumplirse, en el que el principio de realidad no ha destruido todas las ilusiones del principio de placer…

Aunque para muchos niños esta representación de la infancia no tenga nada que ver con su realidad, la función de los padres es intentar que así sea. La pregunta de los adultos es: ¿cómo actuar de esa manera en un contexto en el que todo parece incierto y peligroso?

Algunos afirman que no se debe hacer que los niños crean en los Reyes Magos, pues eso les haría crear una ilusión que no existe. Otros señalan que mentir a los niños no es un ejemplo de valores educativos positivos, y que alimentando esta creencia no se les está preparando para la dura realidad de la vida.

¿Cómo y cuándo desvelar el secreto?

En cada etapa de la infancia, los niños adquieren un grado de comprensión de la realidad. Entre los 1 y 4 años, perciben los camellos e incluso a los Reyes Magos como una realidad. Todavía no están preparados para comprender conceptos abstractos. De los 4 a 6 años, los niños pueden comenzar a preguntarse si los Reyes Magos son reales. Entre los 6 y los 8 años, están preparados para comprender que los Reyes Magos no son reales, o al menos no en sentido estricto. La capacidad para pensar de forma abstracta se desarrolla normalmente entre los 7 y los 14 años.

Hay muchos niños que lo descubren con 7 años. No obstante, la franja de edad más habitual se sitúa entre los 8 y los 11 años. Hoy en día no es habitual encontrar niños con 11 años que no sepan quiénes son los Reyes Magos, pero si se da el caso es conveniente decírselo.

¿Verdad o ilusión?

Una reciente investigación publicada en la revista “The Lancet Psychiatry” (thelancet.com) concluye que fomentar el mito de los Reyes Magos no es bueno para los niños, ya que su confianza en sus progenitores se ve mermada cuando descubren la mentira. En la misma corriente de opinión se encuentran padres y madres que prefieren contar a sus hijos la verdad sobre estos personajes mágicos, argumentando que favorecer estas creencias confunde a los niños y les impide entender que no pueden mentir.

La noticia nos pilla con la Navidad a la vuelta de la esquina, por lo que antes de seguir adelante con la carta de regalos hemos hablado con una psicóloga infantil para que nos dé su opinión y nos cuente si crear magia e ilusión puede ser contraproducente.

¿Afecta a su confianza en nosotros?

A wonderful lie” (“Una maravillosa mentira”), es el nombre del estudio en cuestión, que ha sido llevado a cabo por el psicólogo Christian Boyle, de la Universidad de Exeter en el Reino Unido, y la australiana Kathy McKay. En él, estos dos autores se plantean si es correcto mentir a los niños y cómo puede afectar la confianza entre padres e hijos descubrir esta mentira. Su conclusión es que los niños terminarán dudando y preguntándose “¿en qué otras cosas me habrán mentido mis padres?”.

Sin embargo, Laura Aut, psicóloga infantojuvenil de ISEP Clínic de Barcelona (isep.es), quita hierro al asunto y explica que “la confianza en los padres se va ganando a lo largo de toda la vida, estando al lado de su hijo, escuchándole, apoyándole y educándole. Cuando los niños descubren que los Reyes Magos no existen ya han llegado a un nivel de maduración adecuado para entender que se trata de una “mentira” creada por sus padres para ayudarle a crecer, a ilusionarse, a crear aspectos básicos para el crecimiento y no para perder la confianza en ellos. Puede que se desilusionen o que incluso se enfaden, pero será algo temporal”.

¿Por qué creamos esta fantasía?

Cada adulto puede tener una intención diferente, pero lo que es unánime es que la identidad de los Reyes es el secreto mejor guardado en todas las familias. “Quizá lo sigamos haciendo por tradición, por los buenos recuerdos que los mayores tenemos de nuestra propia infancia y por generar ilusión en nuestros hijos. Cuando preguntas a los padres y madres por qué lo hacen, todos describen el momento como algo mágico y destacan la cara de su hijo cuando se levanta y ve el árbol lleno de regalos, o la ilusión con la que la noche anterior prepara las galletas y los vasos de leche para los Reyes Magos y sus camellos”, explica la psicóloga Laura Aut.

Quizá no hay que darle más vueltas y la intención no sea otra que vivir el espíritu de la Navidad, ese que parece que nos envuelve a todos y nos hace estar más felices y generosos.

¿Hasta qué edad les dejamos creer?

El pensamiento del niño va madurando a medida que crece, y llegará un día en el que él mismo podrá distinguir entre la fantasía y la realidad. Pero ¿cuándo ocurrirá esto? Los expertos aseguran que, aproximadamente y dependiendo del niño, suele suceder entre los 7 y los 9 años.

Según Laura Aut, aunque al principio descubrir que los Reyes son los padres pueda suponer una frustración, los niños no lo tomarán como una mentira, sino que lo vivirán como una fantasía que durante todo el tiempo en el que han creído les ha provocado ilusión y les ha hecho vivir momentos muy especiales. Y en todo caso, la psicóloga recuerda que “no hay que olvidar que la frustración no es algo negativo, sino todo lo contrario; saber tolerar es algo que les favorecerá de adultos”.

En definitiva, lo importante para un niño no es tan solo la creencia o no creencia en estos personajes mágicos, sino los valores que acompañan a estas figuras y el mensaje que le quieren transmitir sus padres cuando hacen que crea en ellos.

Cuando llegue el momento, ¿cómo lo decimos?

Naturalidad. Esa es la clave. Partiendo de que cada niño es único y de que aquí no existen recetas mágicas que valgan, sí que hay algunos aspectos importantes que pueden ayudar a la hora de explicárselo.

El niño va creciendo y madurando, comienza a hacerse preguntas y crea hipótesis que quiere probar, ya sea preguntándote directamente o escondiéndose para pillarte en un renuncio mientras envuelves regalos o los colocas debajo del árbol. Cuando finalmente un día te suelte la pregunta, ese será el mejor momento para abordar el tema con tu hijo. ¿Tú qué crees? ¿Piensas que existen de verdad? Dependiendo de su contestación irás viendo el nivel de información que tiene y podrás contestarle sin miedo a meter la pata. Si ves que es algo muy evidente y que ya se ha dado cuenta de la realidad, invítale a seguir participando de la fantasía para ilusionar a sus hermanos o primos más pequeños y así entenderá por qué se lo habéis ocultado tantos años.

El tema se vuelve más complicado cuando el niño no está seguro al 100%. Tiene sus sospechas porque ya es lo suficientemente mayor o quizá ha oído algo a sus hermanos mayores o a compañeros del colegio. Muchos padres quieren que la magia dure un año más, pero si ya plantea dudas los expertos aseguran que es mejor aclararlas.

A la hora de abordar el tema, lo mejor es utilizar un lenguaje claro y sencillo, sin artificios. Si es aún demasiado pequeño, pero te pregunta porque tiene muchas sospechas, puedes decirle que los Reyes Magos no pueden llegar a tiempo a todas las casas y llevar regalos a todos los niños y que por ello piden ayuda a los papás. Si es más mayor, puedes hablarle de la tradición, de la ilusión, de la magia que él algún día también él querrá transmitir a sus hijos, recalcando los valores de la familia

Si no te portas bien…”

Otro aspecto que también aborda el estudio es lo que supone decir a los niños que, si no se portan bien, los Reyes Magos les traerán carbón. Los autores de la investigación cuestionan esta práctica que, argumentan, es un modo de utilizar la creencia como un arma de chantaje para los pequeños.

En este sentido, la psicóloga Laura Aut opina que “los niños no pueden vivir en una cultura de castigo y miedo, y aquí entran los valores que los padres tienen y el modo en el que se los inculcan a sus hijos. Primero tendríamos que definir lo que es portarse bien y el significado que tiene para cada familia, ya que no todas tienen los mismos valores ni la misma manera de transmitirlos a los niños. También sería conveniente revisar el concepto de castigo que se tiene a nivel general y transmitir la idea de que portarse bien requiere un esfuerzo que se verá reforzado de forma externa, en esta ocasión con regalos. Aunque los niños también tienen que entender que portarse bien los refuerza también de forma interna, ya que beneficia el bienestar, desarrolla la comunicación entre los familiares y todo ello hace que aumente la autoestima y mejore el clima familiar”.

Objetivo

Dar a conocer las ventajas y desventajas de tener este tipo de creencias y tradiciones.

Involucrar a los niños y jóvenes en la investigación científica.

Justificación

A mí me intereso este tema porque nunca pude dar una explicación de lo que mis papás me decían acerca de cómo llegaban los regalos y realmente pensaba que era algo relacionado con la “magia”

Hipótesis

Si los padres de familia supieran las ventajas que puede tener el orientar a sus hijos a la investigación a través de este tipo de creencias y tradiciones, entonces más jóvenes de este país estarían interesado en hacer investigación “formal” para aportar beneficios a nuestra sociedad.

Método (materiales y procedimiento)

MATERIALES

  • Computadora
  • Internet
  • Libros
  • Cámara
  • Cuestionario

MÉTODO

Investigación documental y de campo se aplicaron cuestionarios.

 

CUESTIONARIO

1.- ¿Cree en los reyes magos?

Si

No

2.- ¿Tendrá algo de positivo esta creencia en los niños?

Si

No

PORQUE

3.- ¿Ayudara a fortalecer algunos valores en los niños?

Si

No

PORQUE

4.- ¿Cuáles valores cree que fortalecería?

5..- ¿Cuándo descubrió la verdad se desilusiono?

Si

NO

6.- ¿Usted seguiría con la tradición con sus hijos?

SI

NO

PORQUÉ

Galería Método

Resultados

Creer en los reyes magos trae resultados positivos en los niños, ya que nos permite investigar sobre este tema y reforzar valores como gratitud, paciencia, solidaridad, humildad, responsabilidad, honestidad, amor.

Galería Resultados

Discusión

El creer en los reyes magos no solo reafirma valores en nosotros los niños, sino que nos incita a preguntarnos, a dudar, a investigar a querer saber y conocer más.

Conclusiones

Con esta investigación tuve la posibilidad de entender, que siempre existe una explicación para las cosas que suceden en este mundo y el hecho de que la ciencia aún no haya descubierto ni podido explicar muchas de ellas, no quiere decir que algún día no se sabrán; siempre y cuando existan padres, maestros y científicos que inciten a un niño cada vez que se pregunte: ¿Por qué?



“LOS REYES MAGOS” regalo de investigación

Summary

Research Question

Problem approach

Background

Objective

Justification

Hypothesis

Method (materials and procedure)

Results

Discussion

Conclusions

Bibliography