Divulgación y enseñanza de la ciencia

Estimulando mis sentidos

  • Categoría: Pandilla Petit, (preescolar y 1ro. y 2do. año de primaria)
  • Área de participación: Divulgación y enseñanza de la ciencia
  • Asesor: Talia Iveet Noguez Lopez
  • Equipo [ ]: Emilio Sebastián López Hernández(2o Capullo) , Rominna Vázquez Omaña(2o Capullo) , Damian Montoya Juárez(2o Capullo) , Frida González Hernández(2o Capullo)

Resumen

El sistema sensorial es parte del sistema nervioso está formado por receptores sensoriales y partes del cerebro involucradas en la recepción sensorial. Los principales sistemas sensoriales son: la vista, el oído, el tacto, el gusto y el olfato.
Cada estímulo tiene cuatro aspectos: tipo (modalidad), intensidad, localización, y duración. Los receptores envían impulsos siguiendo ciertos patrones para enviar la información sobre la intensidad de un estímulo (por ejemplo, un sonido ruidoso). La localización del receptor será lo que dará la información al cerebro sobre la localización del estímulo (por ejemplo, estimular un mecano receptor en un dedo enviará la información al cerebro sobre ese dedo). La duración del estímulo (cuánto tiempo dura) es transportada hasta los receptores.

Pregunta de Investigación

¿Como la ciencia puede estimular los sentidos en los niños de preescolar?

Planteamiento del Problema

Al realizar sencillos experimentos,  los niños comprenderán como surgen las cosas y el concepto de ciencia. Despertando su inquietud  con lo que para ellos es el juego y que no solo los divertirá,  sino que estimulara sus sentidos.

Antecedentes

Los seres humanos considerado los sentidos una puerta al mundo exterior, a través de los cuales explorábamos nuestro entorno y obteníamos información sobre él, básica para poder velar por nuestra supervivencia. Aristóteles clasificó esos radares naturales del organismo en cinco: vista, oído, gusto, tacto y olfato. Y a esos, hemos ido añadiendo, recientemente, otros como el sentido del equilibrio, la temperatura, el dolor, la posición corporal y el movimiento.

No obstante, nuestros sentidos, como ya sospechaba Descartes –quien afirmaba que no podíamos fiarnos de ellos para conocer el mundo– no son simples captadores de la realidad: transforman los fotones en imágenes, las vibraciones, en sonido y las reacciones químicas en olores y sabores. Tampoco las percepciones que recrea el cerebro a partir de esos estímulos identifican el mundo exterior tal y como es. De hecho, aquello que nos rodea y la imagen mental que tenemos no tienen mucho que ver. El psicobiólogo Ignacio Morgado, quien acaba de publicar Cómo percibimos el mundo (Ariel). “Para cada uno de nosotros, lo más importante es lo que percibe nuestro cerebro, lo que sentimos, lo que captamos de eso que llamamos realidad, que no es otra cosa que un concepto filosófico; el medio en que vivimos es pura materia y energía.”

Para poder sobrevivir en el entorno en que viven, todos los organismos necesitan poder reconocer las características de ese entorno; percibir el mundo que los rodea a través de los sistemas sensoriales y crearse una representación del mismo que les permita hacer valoraciones rápidas, detectar posibles depredadores, peligros, si éste o aquel alimento es dañino, etcétera. El sistema perceptivo del ser humano es, seguramente, el más complejo en su conjunto de todos los animales. Y es el salvavidas que nos ha permitido llegar hasta aquí. Quizás, si no hubiéramos sido capaces de detectar sabores amargos, nos hubiéramos extinguido hace miles de año al ingerir frutas o plantas venenosas. Y de descifrar la información que envían los sensores se encarga la mente. No registra todo lo que hay fuera de nosotros, sino que selecciona aquello que considera importante para la supervivencia y la reproducción. A todo lo demás le hace mucho menos caso. Y con la información que recoge teje una representación del mundo.

Cuando una de las células sensibles o receptores sensoriales que recubren nuestro cuerpo detecta un estímulo en el ambiente, lo capta y para poder enviarlo al cerebro, lo traduce en una señal eléctrica. Una vez llega allí esa información, el cerebro se encarga de organizarla, interpretarla y darle significado mediante un proceso denominado percepción.

Y eso lo hace por fases. En primer lugar, las señales que envían los receptores llegan a una primera área de procesamiento, donde se extraen las primeras características básicas de la información, como si se tratara de un primer procesado de los datos. Luego pasa al tálamo, donde se compara la nueva información con la antigua almacenada para poder interpretarla. Y desde allí, se redirige a distintas áreas sensoriales en el córtex cerebral, donde se acaba de determinar el significado y la importancia del nuevo estímulo, mediante un proceso de identificación. Y así se genera la percepción.

“El conocimiento que tenemos del mundo depende del cerebro, que filtra la información que recibe, la procesa y la hace consciente, a su modo”, explica Morgado. Experimentamos ondas electromagnéticas pero no como tales, sino como imágenes y colores. Experimentamos compuestos químicos disueltos en agua o en el aire, pero como gustos y olores. Y todo eso, los colores, los sabores, los olores, con productos de nuestra mente construidos a partir de experiencias sensoriales.

Cada sensor de nuestro cuerpo está especializado en detectar un tipo de estímulo; las células receptoras de los ojos se concentran en captar la luz pero no procesan información auditiva. Y lo fascinante es que podemos captar numerosos estímulos a la vez. En una fiesta, pongamos por caso, estamos saboreando un cóctel, a la vez que hablamos con alguien y bailamos al ritmo de la música que suena. Además, los receptores, tal como señala Jorge Matins de Oliveira, neurocientífico coordinador del Departamento de neurociencias del Instituto del ser humano en Río de Janeiro, registran la cualidad de cada señal; es así como podemos detectar la luz en términos de brillo y color; o un sonido, con su tono y su timbre; y los receptores espaciales pueden informarnos de la intensidad de cada estímulo, su origen, cuándo empezaron, cuándo acabarán.

Existen más estudios que demuestran cómo unos sentidos influyen sobre los otros. ¿Sabían que, por lo general, tienden a encontrar más sabrosos aquellos alimentos que al comerlos generan un ruido agudo y crujiente, como la zanahoria o los cereales? ¿O qué pensarán que una lasaña es más o menos deliciosa en función de la música o del ruido en el ambiente? Incluso su opinión sobre la textura de un plato se puede ver modificada por un… ¡olor!

Nuestros sentidos interactúan entre ellos. Desde que comienza una percepción, se encargan de aumentar, potenciar a otros sentidos, de competir incluso entre ellos, y de alterarse unos a otros de formas asombrosas, como acabamos de ver. Esa mezcla de información sensorial es esencial para que el cerebro componga una imagen del mundo exterior.

El neurocientífico Charles Spence, al frente del laboratorio de investigaciones crosmodales de la Universidad de Oxford lleva años estudiando cómo los estímulos pueden afectar no sólo a la percepción sino también al comportamiento.

Esta influencia entre sentidos también puede tener aplicaciones en el ámbito escolar, o en las empresas. Se puede ayudar a mejorar el rendimiento gracias a determinados olores, por ejemplo. Y en el campo de la medicina, la plasticidad del cerebro, la capacidad innata que tiene para cambiar y adaptarse a las nuevas circunstancias, abre nuevas puertas para tratar a personas que padecen lesiones cerebrales.

La importancia de sentir y de percibir tiene, desde un punto de vista evolutivo, mucho sentido puesto que nos preparan para enfrentarnos al entorno. No sólo nos permite saber qué comer, de qué defendernos, si algo es o no peligroso, también hace que podamos entender el mundo en que vivimos.

Y curiosamente, aunque es el cerebro el artífice de todas las percepciones, sentimos en el cuerpo, en la parte que haya sido estimulada. Si nos dan un golpe en una pierna, a pesar de que la percepción de dolor se genera en el cerebro, el dolor lo sentimos en la extremidad.

¿Las mismas percepciones? Los humanos compartimos la mayoría de percepciones, porque muchas de ellas son innatas. Es más, tenemos el mismo sistema fisiológico, que nos permite captar estímulos del ambiente y procesarlos. Si olemos a quemado, seguramente nos pondremos en alerta; igual que si a media noche nos despertamos por el ruido de cristales rotos, nos sobresaltaremos. Pero que percibamos las mismas sensaciones, no quiere decir que lo hagamos del mismo modo. Pero bueno, que diferentes personas tengan diferentes cualidades perceptivas ante los mismos estímulos, tanto dan. Lo importante es que coincidamos y podamos comunicarnos. De alguna manera, todos vivimos en un mundo imaginario, que creamos cada día, y los realmente asombroso y fascinante es que podamos compartirlo con otros.

Objetivo

Despertar en los niños de preescolar el interés de investigar como es que surgen las cosas y probar como a través de esto estimulamos sus sentidos del tacto, el olfato, el oído, la vista y el gusto.

Justificación

Desde el instante mismo de su nacimiento, y de forma paralela a su adaptación para sobrevivir en el nuevo entorno a través de las actividades vitales básicas (respiración, circulación, digestión, actividad cerebral) comienza a activarse en el bebé el desarrollo sensorial y la actividad motriz.
El desarrollo sensorial constituye el canal por donde el niño recibe la información de su entorno (colores, formas, olores, sabores, sonidos) y de su propio cuerpo (sensación de hambre, de frío, de posiciones del cuerpo en el espacio, etc.). A partir de esta información, el niño podrá dar respuestas adaptadas a las condiciones del medio o del entorno, es decir, realizará acciones inteligentes.
El concepto de estimulación sensorial tiene su origen en la necesidad de potenciar las capacidades de los niños con algún tipo de discapacidad sensorial, cognitiva y/o motora, evitando o reduciendo un posible retraso en el desarrollo de su inteligencia.
Actualmente, la estimulación sensorial se considera un método totalmente válido y beneficioso para cualquier niño, aunque su desarrollo sea totalmente normal y no se le haya diagnosticado ningún tipo de trastorno del aprendizaje.
Las capacidades sensoriales son, por lo tanto, importantísimas puesto que se convierten en las primeras funciones que se desarrollarán en el niño y en la base del posterior desarrollo perceptivo y cognitivo, es decir, en la maduración intelectual.
El desarrollo sensorial es también la forma que tiene el niño de experimentar a través de los sentidos por lo que, además de posibilitar las funciones cognitivas y afectivas, tendrá un papel fundamental en la construcción de su personalidad y esquema vital y en la estructura de su pensamiento.
Con el presente trabajo de investigación se pretende motivar a los niños a aprender el origen de algún tema de su interés por medio de experimentos que alienten los sentidos de la vista, el tacto, olfato, oído y gusto, así mismo los alumnos se divertirán y asimilarán la ciencia de manera entretenida.

Hipótesis

Si nosotros a través de juegos sensoriales (experimentos) logramos atraer el interés de los niños, entonces tendremos la facilidad para que ellos de una manera divertida entiendan el concepto de ciencia.

Método (materiales y procedimiento)

La estimulación sensorial es la entrada de información del entorno al sistema nervioso a través de los sentidos para elaborar sensaciones y percepciones. Formando el primer elemento sobre el que se construye cualquier aprendizaje, ya que supone la primera etapa del desarrollo de las funciones cognitivas básicas (atención, memoria) y permite el desarrollo de las funciones cognitivas superiores (resolución de problemas, razonamiento, lenguaje y creatividad).

La adquisición o captación de estímulos es el inicio del proceso de memoria, donde la atención y percepción juegan el papel principal. Posteriormente, la información almacenada se utilizará para operar y razonar.

Gracias a los sentidos, y explorando el entorno mediante el movimiento (acción y experimentación), se produce el proceso de asimilación y acomodación, que permite la construcción de aprendizajes y la comprensión del mundo que nos rodea. Este proceso tiene lugar de forma natural en todas las personas desde el nacimiento.

Si nuestra actuación se dirige a favorecer el desarrollo sensorial, no sólo estaremos ampliando el bagaje de estímulos recibidos, sino que estaremos facilitando la interacción con el entorno y el mundo cognitivo. La riqueza de estímulos sensoriales beneficia el desarrollo del pensamiento, la inteligencia, el lenguaje y el conocimiento de las cosas; es por ello que a través de pequeños experimentos podemos estimular dichos sentidos.

a) Masa Sensorial.

Esta actividad permite a los niños manipularlas, hacer figuras, olerlas, jugar con sus texturas, etc. provocan sensaciones agradables en los niños.

Los juegos manipulativos permiten desarrollar la motricidad, la percepción del espacio y además, con la masa sensorial los niños experimentan con texturas, consistencias, colores.

Ingredientes:

-Jabón natural
-1 taza de agua caliente
-Pegamento blanco
-Pegamento con diamantina
-Colorantes

Preparación de la masa sensorial.
1. Mezcla en un recipiente tres cuartas partes del agua caliente con el pegamento blanco y agrega el colorante del color favorito de tu hijo.

2. En otro recipiente, mezcla cuatro cucharaditas de jabón con el resto del agua caliente.

3. Cuando ambas sustancias estén listas, mezcla la primera en el recipiente de la segunda.

4. Si usas pegamento con diamantina el resultado será más divertido.

5. Para que la masa sensorial duré más tiempo, guárdala en un recipiente hermético.

Imagen 1.

b) Parejas de Sonidos.

Para este juego necesitamos:
1. recipientes pequeños.
2. Materiales diversos como arroz, guisantes, piedras, arena o algodón.

Procedimiento.
– Tienes que llenar dos recipientes con cada material y apuntar el contenido de cada uno en una etiqueta en la base de la misma.
– Primero agitas un recipiente tras otro para escuchar cada sonido.
– Después mezclas los recipientes.
– El juego consiste en identificar los recipientes que llevan el mismo contenido a través de los sonidos que producen al agitarse.

Los niños se concentran en lo que escuchan pero al mismo tiempo vinculan lo que escuchan con la imagen del contenido de cada recipiente. Fomenta la fantasía y la capacidad de combinar varias informaciones.

Imagen 2.

c) Para que son mis ojos.

Material.
– 2 lápices.

Procedimiento.

1. Sostén un lápiz en cada mano a lo largo.
2. Con un ojo cerrado, intenta que los extremos de ambos lápices se toquen. ¿Puedes hacerlo?
3. Ahora, haz lo mismo con los ojos abiertos. ¿Qué ocurrió?

Aquí comprobamos que las imágenes que cada uno de tus ojos presenta al cerebro son ligeramente diferentes una de otra. Al comparar ambas imágenes, el cerebro te da una visión tridimensional (alto, ancho y profundidad) que te permite calcular mejor la distancia. Si cierras un ojo, solo ves en dos dimensiones (alto y ancho), como si fuese una foto, y así es mucho más difícil calcular las distancias.
Imagen 3.

d) Nieve Mágica.

Material.

1. Acondicionador o crema corporal,
2. Bicarbonato de sodio.

Procedimiento.

En un recipiente coloca el bicarbonato de sodio y poco a poco agrega la crema o acondicionador hasta que consigas la textura deseada.

Una vez lista te darás cuenta de que es naturalmente fría. Puedes agregarle copos de nieve, brillantina o incluso colorantes,
Lista la nieve, deja que los niños la exploren y la manipulen de la manera que la prefieran.

Posteriormente, la magia…

Agrega vinagre blanco y la reacción de los niños es maravillosa al ver como esta se transforma y comienza a burbujear.
Imagen 4.

e) Pintura comestible a base de puré de frutas y verduras.
Preparación:
– Color rojo. 1 pera hervida y pelada, 10 frambuesas y unas gotas de colorante natural rojo navidad.
– Color morado. 1 plátano, 1 manzana hervida y pelada y unas gotas de colorante natural violeta.
– Color naranja. 1 manzana hervida y pelada, 1 zanahoria hervida y pelada y unas gotas de colorante natural naranja neón.
– Color blanco. 2 plátanos y una cucharada de colorante natural blanco.
– Color verde. ¼ de chícharos hervidos, 1 kiwi y unas gotas de colorante natural verde hoja.
– Color amarillo. 1 manzana hervida y pelada, 1 mango grande y unas gotas de colorante natural amarillo canario.
Se licúa cada grupo de alimentos por separado y se vierte en recipientes.
Imagen 5.

Galería Método

Resultados

Galería Resultados

Discusión

Conclusiones

– En esta investigación comprobamos que los niños al realizar las actividades logramos despertar su interés al tener a la vista los diferentes materiales a ocupar y que es lo iban a hacer; y su asombro ante lo que pasaba al mezclar, tocar, oler y escuchar, cuestionándose que eran los materiales que utilizaban y como es que se obtenían algunos resultados.

– La estimulación sensorial proporciona a nuestros hijos un espacio que les permite interactuar de forma natural con una serie de materiales específicos, facilitándoles la difícil tarea de organizar toda la información dentro del cerebro. La intervención se basa en el juego dirigido por el terapeuta, pero proporcionado por el mismo niño para que se autocontrole. Las primeras etapas de la infancia son las más importantes para el desarrollo de vuestro hijo. Esto se debe a la gran capacidad que tiene su cerebro para absorber como una esponja toda la información de su entorno.

– En el momento en que captamos la atención del niño provocando algún tipo de estímulo conseguimos despertar su curiosidad y su atención, de tal manera que nos permite presentarle las actividades de un modo que le resulte atractivo para que lo interiorice.

– De esta forma conseguimos que el pequeño interactúe con el entorno de su alrededor por lo que un paso previo muy importante lo encontramos en la organización y preparación de los diferentes espacios para favorecer todos los factores que van a influir en el proceso de interacción: desplazamientos, observaciones, manipulaciones o experimentaciones.

Bibliografía

– Ayres, J. (1980). Sensory Integration and the Child. Western Psychological Services: Los Angeles, Ca.
– El pals de la Ciencias. Alicia Sagranichinyy María del Pilar Sanchez. Cuesta.- 1a. edición. Buenos Aires: Cultura Librera Americana, 2011.
– Kokko, Susan. Mas de 101 actividades de Estimulación Sensorial. (En Línea) Disponible En: Https://www.Escuelaenlanube.Com/Actividades-Estimulacion-Sensorial/
– https://www.universidadviu.es/el-desarrollo-de-las-habilidades-sensoriales/.
– https://lamenteesmaravillosa.com/el-poder-de-la-estimulacion-sensorial/.
– https://www.guiainfantil.com/blog/bebes/estimulación.
– https://www.investigacionyciencia.es/revistas/mente-y-cerebro/el-cerebro.
– https://www.sensorysmarts.com.
– https://www.guiainfantil.com/1600/desarrollo-de-la-psicomotricidad-fina.html
– https://plazatoy.com/blog/cual-es-la-diferencia-entre-motricidad-fina-y-motricidad-gruesa/
– https://babyradio.es/blogfamiliar/motricidad-fina-y-gruesa/



Estimulando mis sentidos

Summary

Research Question

Problem approach

Background

Objective

Justification

Hypothesis

Method (materials and procedure)

Results

Discussion

Conclusions

Bibliography