Resumen

La extinción del burro mexicano es uno de los efectos de la modernización, según el sitio web Investigación y Desarrollo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) sólo en México, del año 1991 la cifra se ha reducido de 1.5 millones de ejemplares a 500 mil en 2016. La reducción significativa de la población de esta especie se debe a la explotación desmesurada y la negligencia por parte de los grupos de atención y conservación para reproducirla de manera eco sustentable.

Pregunta de Investigación

Planteamiento del Problema

Como lo vengo comentado, la extinción del burro mexicano deriva de seguir considerándolos como animales de carga en todo el territorio nacional y no como un animal que debemos conservar y proteger ante su notable desaparición.

El burro en general se considera un símbolo de trabajo, fuerza y nobleza. Un animal que puede desaparecer en los próximos años si continúa su explotación desmesurada y la poca preocupación del hombre por reproducir una especie que tiene mucho que ver con nuestra historia.

Actualmente en Asia y África es en donde existe la mayor concentración de burros; China, por ejemplo, tiene 11 millones de ejemplares, le sigue Etiopía, con 5 millones; Pakistán, con 3.9 millones, y Egipto, con 1.6 millones.

En estos países, el burro sigue siendo utilizado como un medio de transporte y como una herramienta de trabajo, igual que en México. La diferencia es que en los países asiáticos y africanos existen santuarios destinados a la protección de este animal y a procurar su reproducción para preservar la especie. Me pregunto, si copiamos formas y costumbres de otros países, porque no copiarlo y darle la importancia al tema.

Antecedentes

La palabra «burro» o «borrico» son derivados regresivos del latín tardío burricus, que significaba «caballo pequeño», mientras que caballus era un caballo castrado usado para tirar o cargar. El burro o asno (Equus africanus asinus, significan literalmente caballo africano) es un animal doméstico de la familia de los équidos.

Los ancestros silvestres de los burros son africanos y  fueron domesticados por primera vez alrededor del año 5000 a. C., prácticamente al mismo tiempo que los caballos de Eurasia, y desde entonces han sido utilizados por el hombre como animales de carga y como cabalgadura.

Los burros se convirtieron en importantes animales de carga para las personas que vivían en las regiones de Egipto y Nubia, ya que son capaces de acarrear entre el 20 % y el 30 % de su peso corporal, y también se usaron para arar y para ser ordeñados. Para el año 1800 a. C. los burros ya se habían extendido a Oriente Medio, donde la ciudad comercial de Damasco es denominada la «ciudad de los asnos» en textos cuneiformes.

Se cuenta que los burros fueron introducidos en América por los conquistadores españoles. La primera aparición del burro en el nuevo mundo se produjo en 1495, cuando Colón llevó en su expedición cuatro machos y dos hembras. Dada su gran aceptación, sobre todo entre los indígenas, se propagó la especie por todo el continente, propiciando además con sus cruzas el aumento del ganado mular.

El asno fue realmente un benemérito de los indígenas, al venir a relevarlos como tamemes o cargadores, ya que en tiempos prehispánicos no existían bestias de carga en el país, aunque hay quien asegura que para ello se utilizaban perros.

Posteriormente los colonos europeos fueron importando burros de diversas variedades tanto de España como de Francia, principalmente con el fino de ser usados para producir mulas. Además de su uso tradicional en la agricultura y el transporte, los burros fueron usados a partir del siglo XIX en la minería.

Con la aparición de la maquinaria agrícola y los medios de transporte modernos los burros empezaron a usarse cada vez menos desde comienzos del siglo XX en los países ricos, aunque empezaron a usarse para el turismo y como mascotas, y siguen siendo usados como animales de trabajo en los países en desarrollo. Las variedades miniatura son las más apreciadas como mascotas en contra de la tendencia del pasado, cuando se valoraba más a los burros de mayor tamaño que podían ser usados para producir mulas grandes y fuertes.

El caso es que los burros, tras recorrer muchos años los caminos de México, están a punto de desaparecer como medio de transporte, y de este modo, pronto los veremos sólo como mascotas de lujo para halagar al turismo en zoológicos y ranchos ganaderos del país.

Objetivo

Hacer conciencia e informar a las personas sobre la extinción del burro mexicano, recordándoles que el burro si bien no es un símbolo como tal si es un hecho que caracterizo a nuestros indígenas, a los mexicanos y el cual tenemos que preservar, cuidar y apoyar en lo que podamos.

Justificación

Debido a la falta de información e interés sobre la extinción del burro mexicano, es como he decidido investigar más acerca de su historia, sus características, sus cualidades y cómo podríamos ayudar a su preservación.

Hipótesis

Si la reducción significativa de la población del burro mexicano es por causa de la constante modernización y falta de interés en preservar su especie, entonces debemos estar más informados y darle la misma importancia que la diversidad de fauna que existe en México, y esto no significaría adoptar un burro sino en apoyar a los lugares que se preocupan por estos animales.

Método (materiales y procedimiento)

El burro es un animal que la mayoría de los mexicanos conocemos como un medio de transporte. Es común verlos por algunas calles de las ciudades arrastrando una carreta para la recolección de basura y si nos vamos a provincia se usa como medio de acarreo de productos de la región.

Existe un lugar en el Estado de México, llamado Otumba, en este municipio le festejan su día, el 1 de mayo, donde se congrega la gente del mismo lugar y circunvecina, en el cual realizan concurso de disfraces, carreras, juegos de Fut bol con burros y entre otras amenidades.

Por otro lado, el burro es capaz de cargar y arrastrar hasta cuatro veces su peso, es decir, hasta dos toneladas, por eso es un animal muy utilizado para las labores pesadas de labrar campos agrícolas.

Los burros son más longevos que los caballos, llegando a vivir hasta los 40 años.

Alcanzan la madurez sexual entre los 2 y 2,5 años. El apareamiento puede producirse en cualquier época del año, aunque generalmente se produce durante la primavera.

La gestación dura entre 12 y 14 meses, que producirá normalmente una sola cría, raramente dos, que será destetada cuando tenga entre 6 y 9 meses.

Los burros se adaptaron para vivir en los márgenes de los desiertos, y como resultado de ello tienen características únicas entre los équidos. Los asnos salvajes viven separados unos de otros al contrario que los caballos y cebras, que viven en manadas.

Los burros son capaces de emitir rebuznos a un volumen muy alto que les permite mantenerse en contacto a distancia, hasta los tres kilómetros.

Sus largas orejas le sirven tanto para percibir mejor los sonidos como para poder disipar mejor su calor corporal.

Los burros tienen un sistema digestivo resistente, menos propenso a los cólicos que el de los caballos, lo que les permite consumir mayor diversidad de plantas y extraer agua del alimento de forma muy eficiente. En promedio los burros necesitan menor cantidad de alimento que los caballos de tamaño y peso equivalente; todo ello les permite vivir en zonas inaccesibles para sus parientes más exigentes alimenticiamente.

Los burros se alimentan principalmente de plantas, puesto que son herbívoros. El 100% de su dieta es vegetal. Solamente como premio, y en muy bajas cantidades, pueden consumir manzana, zanahoria, hojas de menta o plátano.

Al asno le gusta la pasta, la paja y el heno. Cuando la hembra está embarazada, se recomienda aumentar la ingesta de alfalfa. Suele comer poco, pero lo hace varias veces por día.

En la naturaleza se defienden dando fuertes coces con sus patas traseras, cosa que siguen haciendo los domésticos cuando son importunados, y también pueden golpear con las patas delanteras y dar mordiscos.

La mayoría de los burros domésticos tienen una talla que oscila entre 0,9 y 1,4 m hasta la cruz, aunque hay variedades mayores como las razas andaluza-cordobesa, y zamorano-leonesa (que puede superar los 1,6 m), y el burro mamut (cuyo individuo más grande llegó a medir 1,73 m) o el burro catalán (que llega a los 1,65 m).

La coloración y longitud de su pelo también es muy variable. Su color más habitual es el gris en todos sus tonos, llegando hasta el blanco y el negro, y también son habituales las tonalidades pardas. A menudo tienen el pelaje de tonos más claros o blanco alrededor del morro, la zona periocular y el vientre, y con frecuencia presentan dos franjas oscuras en forma de cruz en su espalda. Sus crines son más cortas que las de los caballos, por lo que permanecen encrespadas en lugar de caer sobre el cuello.

Entre sus virtudes se encuentra que es pacífico, amigable, noble, tiene buena memoria, es resistente, ágil y muy fuerte, por eso se ha usado desde hace muchos años para transportar carga. En contraposición le cuesta soportar el frío y la humedad.

Estéticamente es menos vistoso que los caballos y de un tamaño notablemente más pequeño, por eso también es más manejable para las labores del campo.

Galería Método

Resultados

Durante el desarrollo de nuestra investigación documental, nos dimos a la tarea de practicar una encuesta a un grupo de 18 niños sobre si conocen y saben acerca del burro mexicano, de lo cual obtuvimos lo siguiente:

El burro no es considerado un espécimen de importancia y no ha recibido la atención de grupos conservadores de animales, como sucede con otras especies. Sin embargo, existen santuarios y zoológicos alrededor del mundo que se han encargado de salvaguardarlo.

En países como España, Suiza e Inglaterra se crean granjas especializadas como santuarios de conservación, en México se continúa utilizándolo como animal de carga, a lo largo y ancho de todo el territorio nacional.

En el continente asiático se encuentran las zonas con mayor número de asnos. Países como Etiopía, Pakistán, China y Egipto poseen millones de ejemplares de esta especie, que aún se sigue usando como medio de transporte y herramienta de trabajo

En México sólo existe un santuario para burros ubicado en el municipio de Otumba, Estado de México, El nombre de este lugar es “Burrolandia” y cuenta con una extensión de 2.5 hectáreas destinadas para preservar a la especie.

Algunas curiosidades:

– Los burros son más inteligentes que los caballos, e incluso pueden llegar a ser más fuertes.

– El burro que tenga más energía suele ser el jefe. Pueden utilizarlos como animales guardianes, ya que incluso son más feroces que los perros.

– Los asnos odian la lluvia, y es más, hay que evitar ponerles en contacto con ella, ya que se ha demostrado que pueden coger bronquitis o neumonía.

– Los burros son muy curiosos y suelen recordar los lugares con facilidad.

– A pesar de que suelan ser pacíficos, también pueden dar mordiscos y golpear con sus patas delanteras.

– Su olfato y su vista son muy desarrollados, al igual que su instinto de conservación. Son tan precavidos que no efectuarán labores distintas a sus intereses.

Galería Resultados

Discusión

Conclusiones

Esta investigación me hizo ser consiente sobre la falta de interés que existe en nuestro México, como lo es nuestra fauna, en este caso, el burro mexicano en peligro de extinción. En el desarrollo de mi tema se mencionó sobre lo fantástico que pueden ser estos animales, su historia, sus cualidades y donde poniendo un poco de atención podríamos ayudar de buena manera, como es visitando su santuario, realmente me divertí mucho ya que se interactúa y conocemos más de esta especie.

Bibliografía

Fuente de investigación (Internet):

• http://arrierosdemexico.blogspot.mx/2012/08/principio-y-fin-del-burro-en-mexico.html

• http://retorciendopalabras00.blogspot.mx/2010/11/el-burro-en-mexico-olvidado-explotado.html

• https://news.culturacolectiva.com/noticias/burro-mexicano-en-peligro-de-extincion/

• http://www.sinembargo.mx/19-01-2017/3138162

Fuente de investigación (Periódico):

• http://www.excelsior.com.mx/nacional/2017/01/26/1094029

Fuente de investigación ( Revista ):

• Economía y Democracia

Edición: Centro de estudios sobre Economía, Finanzas y Desarrollo Agropecuario(CENEEFIDA). Año 11, núm. 39,2017

Summary

Research Question

Problem approach

Background

Objective

Justification

Hypothesis

Method (materials and procedure)

Method Gallery

Results

Results Gallery

Discussion

Conclusions

Bibliography