Medicina y Salud

BENEFICIOS DE LA SÁBILA COMO TRATAMIENTO ALTERNATIVO PARA TRATAR EL CÁNCER

  • Categoría: Pandilla Kids (3ro., 4to., 5to. y 6to. Año de primaria)
  • Área de participación: Medicina y Salud
  • Asesor: MARISOL HERNANDEZ FLORES
  • Autor: DONI SINARI CASTRO GONZALES ()

Resumen

El Aloe es una planta originaria de regiones áridas que se ha empleado como remedio medicinal desde la antigüedad. Su uso en diferentes patologías depende de cuestiones biológicas, de la variedad de la planta e incluso de cuestiones culturales.

Se conocen más de 360 especies de Aloe y se conocen estudios científicos sólo de algunas de las especies con propiedades medicinales, siendo el Aloe vera la especie más estudiada y comercializada en la actualidad. Ciertos compuestos del Aloe presentan propiedades benéficas en la salud, tal es el caso de algunos polifenoles y antracenos como el aloe. Muchos de sus efectos benéficos en condiciones como diabetes, cáncer, problemas gástricos, obesidad, y lesiones en piel están asociados a sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y regulatorias de la respuesta inmunológica. Estos efectos benéficos se han observado en diversos estudios tanto in vivo como in vitro. Aunque existe mucho sustento científico para varios de los efectos benéficos descritos para el Aloe, se debe reconocer que aún faltan muchos aspectos por estudiar para comprender completamente los mecanismos de acción benéfica del Aloe. Se puede concluir que el Aloe es un buen candidato para disminuir o prevenir enfermedades.

Avances que han permitido conocer parte del mecanismo de acción del Aloe en la prevención y/o alivio de enfermedades e identificar algunos de los compuestos que muestran efectos sobre la salud. Se ha determinado que algunos de sus efectos benéficos se relacionan con sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antibacterianas.

Pregunta de Investigación

¿Qué beneficios puede aportar las propiedades de la sábila en el tratamiento para tratar el cáncer?

Planteamiento del Problema

Actualmente existen diversos tratamientos para tratar el cáncer, algunos tratamientos provocan reacciones secundarias en el cuerpo; por lo cual me di a la tarea de investigar alternativas naturales para tratar el cáncer, uno de ellos es de forma natural utilizando la sábila y sus propiedades curativas.

Antecedentes

Las virtudes curativas del áloe eran ya muy conocidas en la antigüedad. Hechos auténticos, testimonios y relatos legendarios salpican su historia. Parecen ser los sumerios quienes, en la época de los reyes de Akkad, hayan aludido por primera vez al uso terapéutico del áloe (musabbar) en unas tablillas de arcilla. El áloe figura también en vasos pintados egipcios de la época arcaica. El “Libro egipcio de los remedios” del famoso papiro Ebers (siglo XV a. J.C.) menciona igualmente el áloe en fórmulas de curación que remontan quizá al tercer milenario antes de nuestra era. Para los hindúes el áloe figura como una de las mejores plantas secretas del Atharvaveda, que lo apoda “el curandero silencioso”. En la Biblia encontramos su rastro en varios Libros sagrados: (Números, Cantar de los Cantares, Evangelios). En el Nuevo Testamento nos quedaremos con este pasaje del Evangelio según San Juan : “Llegó también Nicodemo, aquel que anteriormente había estado con él por la noche, con unas cien libras de una mezcla de mirra y de áloe. Se llevaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos con aromas, como acostumbraban a sepultar a los judíos”. 11 Aloe vera la planta que cura (2) Atharvaveda: uno de los 4 “Veda” (en sánscrito: conocimiento), textos fundamentales del hinduismo, que contiene fórmulas y conjuras. Está compuesto por 731 himnos que tienen alrededor de 6000 estrofas: plegarias expiatorias, conjuras mágicos, encantamientos, plantas o preparaciones secretas destinados a curar todo tipo de enfermedades. Completado por el Ayurveda (Veda de la vida), la ciencia hindú de la medicina. En los tiempos de las persecuciones, los romanos obligaban a los cristianos a quemar incienso en sus templos como ofrenda a sus dioses. Para substraerse de esta obligación que les horrorizaba, algunas comunidades cristianas de la Iglesia primitiva (Edesa) reemplazaban el incienso oficial extraído de la aquilaria agalochus (madera del áloe) por “incienso sagrado” fabricado con áloe bíblico mezclado con mirra y benjuí

Antiguo Egipto

Para los antiguos egipcios el áloe tenía la reputación de conservar la belleza y el esplendor de las mujeres. Los faraones lo consideraban un elixir de larga vida. La tradición quería que fuese llevado durante las ceremonias funerarias un plantel de áloe, símbolo del renacimiento de la vida, como regalo. Plantado alrededor de las pirámides y a lo largo de los caminos que llegaban al Valle de los Reyes, el áloe acompañaba al faraón en su tránsito hacia el más allá, con el fin de cuidarlo y alimentarlo durante su viaje. Cuando florecía era señal de que el difunto había alcanzado felizmente la “otra orilla”. Por otra parte los sacerdotes asociaban la planta a sus ritos funerarios y la incorporaban a la composición de la fórmula del embalsamamiento, bajo el nombre de “planta de la inmortalidad”. Pero el áloe también poseía, según los antiguos, virtudes cosméticas. Se dice que el brillo de los ojos de Cleopatra era sobre todo debido a un colirio hecho a base de áloe, confeccionado por una de sus esclavas númidas, y que la belleza de la piel y de la tez de Nefertitis surgía de sus baños de leche de burra y de pulpa de áloe. 12 Aloe vera la planta que cura (3) Reina a menudo una gran confusión en los antiguos escritos entre el áloe (aloe) y la madera del áloe que proviene de la aquilaria agalochus, un árbol con madera resinosa y aromática del cual también se extraía incienso.

Grecia y Roma

Para los griegos el áloe era símbolo de belleza, paciencia, fortuna y salud. En uno de sus tratados, Hipócrates describe algunas propiedades curativas del áloe : crecimiento del cabello, curación de tumores, alivio de disenterías y dolores de estómago. Se dice que hacia el año 330 a. J.C., Alejandro Magno, herido en el asedio de Gaza (Palestina) por una flecha enemiga, vio como se infectaba su llaga durante el avance conquistador a través de Egipto y del desierto de Libia. Proclamado hijo de Zeus en el oasis de Amon, un sacerdote enviado por el célebre Aristóteles (su preceptor y mentor), lo untó con un aceite hecho a base de áloe que provenía de la isla de Socotra y que le curó la herida. Parece ser que fue también bajo el estímulo de Aristóteles que Alejandro Magno emprendió una expedición naval para apoderarse de la isla de Socotra y de sus plantaciones de áloe. En efecto se decía que el jugo de esta planta volvía a los guerreros invulnerables. Para muchos orientales el aceite de áloe tiene la reputación de procurar sabiduría e inmortalidad. Los fenicios hacían secar 13 Aloe vera la planta que cura la pulpa extraída de sus hojas en odres de piel de cabra y la exportaban por todo el área de influencia greco-romana. Fue a lo largo de las guerras púnicas que los romanos descubrieron, sorprendidos, las virtudes del áloe. Sus prisioneros cartaginenses lo consumían en gran cantidad para curar sus heridas.

En el siglo primero de nuestra era, Celsius, uno de los precursores de la medicina, alabó también los méritos del áloe. En lo que se refiere a Dioscorides, médico griego que sirvió durante mucho tiempo en los ejércitos romanos, describía con entusiasmo en su De materia medica las propiedades del áloe. Destacaba entre otras la virtud de hacer coagular la sangre de las heridas, de cicatrizar las desolladuras y las llagas abiertas, de curar los forúnculos, las hemorroides. Pretendía también que la pulpa fresca del áloe frenaba la caída del cabello y detenía las oftalmias. Plinio el Viejo (23-79 d. J.C.) describe en su “Historia Natural” la original manera de curar la disentería inyectando áloe con una pera para lavativas.

Oriente y África

Los beduínos de la península arábiga y los guerreros tuaregs del Sahara conocen las virtudes del áloe, que llaman “Lirio del Desierto”, desde la más remota antigüedad. Para proteger sus moradas, los habitantes de Mesopotamia adornaban sus puertas con hojas de áloe. En caso de epidemia o de escasez, los parsis y los escitas tenían la costumbre de alimentarse con pulpa de áloe. Como acabamos de ver, la isla de Socotra, en el océano 14 Aloe vera la planta que cura Índico, fue reconocida por sus plantaciones de áloe medicinal desde el siglo V a. J.C. Sus habitantes exportaban los extractos de esta planta (musabbar) hasta China (alo-hei), pasando por la India, Malasia y el Tibet. La iniciación a las virtudes medicinales y a los poderes del cáñamo y del áloe formaba parte de la enseñanza de la secta ismaelita, de la cual uno de los primeros y más ilustres representantes fue el médico y filósofo Avicena, en el que se inspiró Hassan ibn al-Sabbah, el famoso “Viejo de la Montaña”, jefe de la cofradía de los Asesinos. Esta doctrina incluía el aprendizaje progresivo de los arcanos de los “siete sebayah” o “conocimiento del camino recto”, por medio de la cual los ismaelitas otorgaban poderes mágicos a sus adeptos. El áloe, que figura junto al cáñamo entre las plantas cultivadas alrededor de la fortaleza de Alamut (norte de Persia), era considerado por los ismaelitas como vulnerario*, antídoto y elixir* de larga vida al mismo tiempo. Se dice que uno de los secretos de la longevidad de los Templarios residía en el famoso elixir de Jerusalén, elaborado con hachís, pulpa de áloe y vino de palma. Ocho siglos más tarde, Dominique Larrey, cirujano jefe de los ejércitos de Napoleón, iniciado por un marabuto al que veía curar milagrosamente las heridas más terribles infligidas a sus mamelucos, aprendió a curar a los veteranos de la “Grande Armée” gracias a la pulpa de las hojas de áloe abiertas a sablazos. De ahí la expresión militar francesa: “sabrer l’aloès”(4) (Archives du Val-de-Grâce). La medicina basada en la Ayurveda (5) de la India siempre tuvo en mucha estima al áloe, en tanto que parte integrante de la farmacopea hindú. Al ser considerado como planta sagrada, participaba en los rituales de sacrificios, y algunas de sus especies eran rigurosamente protegidas. Actualmente aún se ponen encima de las hogueras funerarias hojas de áloe, símbolo de renacimiento y de eternidad

Edad Media y Renacimiento

En la célebre obra de medicina de la escuela de Salerno, Constantino el Africano y sus discípulos reconocen un puesto de honor a las virtudes terapéuticas del áloe. Robert Dehin, en su libro Docteur Aloès (ver bibliografía), refiere estos famosos versos dedicados a la planta fetiche : Fue durante las Cruzadas cuando los guerreros cristianos de Occidente descubrieron las virtudes del áloe, que sus adversarios musulmanes consideraban como el remedio por excelencia. A lo largo de sus conquistas, los árabes aclimataron el áloe en Andalucía. Gracias a la pulpa del áloe los marinos españoles de la Santa María, diezmados por la enfermedad y la malnutrición, fueron salvados parcialmente, y aquello incitó a Cristóbal Colón a llamarlo el “doctor en maceta”. A partir de entonces los españoles transportaron siempre áloe a bordo de sus navíos. Paracelso, el gran médico del Renacimiento, descubrió los méritos del áloe en Salerno, luego en España y en Portugal. En una carta dirigida a Amberg, habla en palabras veladas del “misterioso y secreto aloe cuyo jugo de oro cura las quemaduras y los envenenamientos de la sangre”. Pero fueron en especial los padres jesuitas portugueses y españoles quienes, siguiendo los pasos de los primeros exploradores, cultivaron el áloe en todas las colonias de América, de Africa y de Extremo Oriente, planta de la cual conocían las propiedades curativas. Los Indios convertidos lo llamaban “el árbol de Jesús”.

Indios de América

El áloe era junto al agave (6) una de las 16 plantas sagradas de los amerindios. A menudo confundidas, aunque no pertenezcan a la misma familia botánica, sus hojas cocidas bajo las cenizas eran comidas, la pulpa fresca frenaba las hemorragias y cicatrizaba las heridas; fermentado, su gel amargo tenía la fama de “calmar” el vientre, limpiar los riñones y la vejiga, disolver los cálculos, quitar la tos, mejorar la expectoración y provocar la menstruación. En la América precolombina, las jóvenes mayas se untaban la cara con jugo de áloe para atraer a los chicos como lo hacía en otros tiempos Cleopatra. Antes de salir a cazar o a la guerra, los guerreros se frotaban el cuerpo con su pulpa. Para los Mazahuas el áloe era la planta mágica por excelencia. Alejaba de toda enfermedad a todo aquel que lo comía, le daba la fuerza “haciéndole venir el dios en él”, concedía la lucidez al loco, al borracho y a todo aquel que no gozaba de buena salud mental. Una curiosa tradición maya afirmaba que si el “pulque” (vino del agave) vuelve loco, el vino del áloe cura la locura. Los Jíbaros lo habían apodado el médico del cielo ya que creían que la planta sagrada les volvía invulnerables. El tictil o curandero era para los Nahuas el hombre un poco brujo que conocía las plantas poderosas y las plantas que curan. Curaba las heridas, las picaduras de insecto y las mordeduras de serpiente al untar las heridas con la “sangre” del áloe. Los Indios se quitaban la migraña aplicándolo con cataplasmas alrededor de la cabeza. Pero, como acabamos de ver, fueron los jesuitas quienes relanzaron verdaderamente el áloe en las colonias de América. Conocían las virtudes medicinales de esta planta que se cultivaba cuidadosamente en los monasterios de Andalucía. 17 Aloe vera la planta que cura (6) Agave (de agavos, magnífico). Planta de la familia de las amarilidáceas, a menudo confundida con el áloe, y más exactamente con el aloe vera, cuya flor también es amarilla.El agave de Méjico fue una de las plantas sagradas de los Precolombinos, particularmente para los Mayas y los Toltecas. Sus hojas dan el sisal, fibras vegetales, y su “ corazón” da un vino de savia, el pulque, cuya destilación da unos aguardientes muy apreciados: el mezcal y el tequila. El racimo floral del agave puede alcanzar hasta los 12 metros de alto. Solamente da semillas una vez a lo largo de su vida centenaria.

Extremo Oriente

En Japón el áloe es una planta reina. Decenas de especies son cultivadas para usos múltiples. Se bebe, se come, se consume y cura bajo todas sus formas. En otras épocas, antes del combate, los samurais se untaban el cuerpo con pulpa de áloe para expulsar a los demonios y volverse inmortales. Actualmente, la pulpa del aloe saponaria sirve para hacer jabones y productos cosméticos, el aloe ferox, el aloe thraskii, el aloe marlothii entran en la composición de numerosas preparaciones farmacéuticas y cosméticas. Los chinos, que no son menos amantes del áloe que sus primos japoneses, lo utilizan bajo todas sus formas. Desde hace siglos el áloe es considerado como un medicamento específico contra las quemaduras y enfermedades de la piel.

La farmacopea china de Li Shih-Shen (1518-1593) cita el áloe entre las plantas con mayores virtudes terapéuticas y lo llama : “remedio de armonía”. Las espinas del aloe ferox servían de agujas de acupuntura para los famosos “médicos descalzos”, terapeutas itinerantes. Notemos que la medicina china tradicional, muy escrupulosa en sus indicaciones farmacológicas y sus formulaciones, prescribía reglas muy estrictas para la administración de los medicamentos. Las fases lunares, la altura del sol, el momento del día formaban parte de las recetas, conceptos hoy día recuperados por algunos adeptos de las medicinas alternativas. La medicina china moderna utiliza la pulpa del aloe sinensis en el tratamiento de la arteriosclerosis.

 

 

 

Objetivo

Dar a conocer los beneficios y propiedades de la sábila para tratar de forma alternativa el cáncer, así mismo, elaborar un jarabe natural que pueda ayudar con este tratamiento.

Justificación

Me intereso investigar este tema porque quiero proponer un tratamiento alternativo  natural proveniente de la sábila, para personas con diversos tipos de cáncer; y así dar a conocer los beneficios que tiene el áloe vera provenientes de la sábila y como puede beneficiar su salud.

Hipótesis

Si podemos elaborar un jarabe a base de áloe vera y aprovechar sus propiedades curativas; entonces, podremos utilizarlo con personas enfermas de cáncer como tratamiento alternativo, para ayudar a beneficiar su estado de salud.

Método (materiales y procedimiento)

MATERIALES Y PROCEDIMIENTOS

  • 1/2 kg de hojas de áloe vera (sábila)
  • 1/2 kg de miel de abeja pura
  • 200 ml de tequila.
  • cuchillo
  • licuadora
  • Compre los materiales necesarios para realizar mi proyecto: pencas de sábila, miel pura y tequila

 

  • Quite las espinas de las pencas de sábila

 

  • Al terminar de quitarle las espinas, las metí a un recipiente grande para después

agregar agua y dejarlas reposar por 1 hora.

 

  • Ya transcurrida la hora las saque y comencé a cortar en pedazos pequeños para meterlos a la licuadora.

                   

  • Agregue medio litro de miel pura a la licuadora y 5 cucharadas de tequila.

                              

  • Licué todos los ingredientes, hasta que quedara una mezcla espesa.

                  

  • Serví un poco en un vaso para poder probarlo.

Galería Método

Resultados

Obtuve como resultado este tratamiento natural contra el cáncer,  lo cual ha sido efectivo en personas que lo padecen y se sugiere seguir estas indicaciones: agitar bien la botella y tomar 3 cucharadas soperas todas las mañanas en ayunas y también 15 minutos antes  de cada comida durante 10 días; se deja de tomar durante 10 días para permitir que el cuerpo asimile las sustancias benéficas y elimine aquellas que no le son de utilidad.

Galería Resultados

Discusión

Conclusiones

En este proyecto aprendí a elaborar un tratamiento alternativo aplicando remedios naturales. Me intereso investigar este tema ya que en nuestra sociedad existen varias personas con cáncer y buscan alternativas de tratamiento.

Se utilizo principalmente la sábila ya que tiene propiedades anti cancerígenas y su efecto es aún mayor  en los sarcomas blandos  y puede disminuir el avance  o crecimiento de los tumores.

Los usos de la sábila, así como sus beneficios están basados en la tradición herbolaria que se ha practicado en nuestro país desde tiempos ancestrales.

Bibliografía

https://www.cancer.gov/espanol/cancer/tratamiento/tipos

https://curacancernatural.org/propiedades-del-aloe-vera-para-tratar-el-cancer/

https://www.vix.com/es/imj/salud/2011/03/31/propiedades-de-la-sabila-para-el-cancer

http://www.aloeinfo.info/aloesp.pdf

http://www.cancer.vg/es/receta-aloe-vera-sabila

http://www.ejemplode.com/13-ciencia/734-ejemplo_de_justificacion.html

http://bvs.sld.cu/revistas/onc/vol15_2_99/onc01299.pdf



BENEFICIOS DE LA SÁBILA COMO TRATAMIENTO ALTERNATIVO PARA TRATAR EL CÁNCER

Summary

Research Question

Problem approach

Background

Objective

Justification

Hypothesis

Method (materials and procedure)

Results

Discussion

Conclusions

Bibliography