Medicina y Salud

Pandilla Juvenil (1ro. 2do. y 3ro. de nivel Secundaria)

PJ-MS-26 Jarabe a base de chaya.

Asesor: MARISA CALLE MONROY

Resumen

La chaya resulta de un excelente legado de la cultura Maya, de ella se emplean las hojas y los pecíolos además son ricas en sales de hierro, calcio, vitamina A, y sobre todo en vitamina C. Sin embargo, hay que cocinar la chaya, porque las hojas crudas son tóxicas, Hirviendo la chaya destruye su toxicidad. El uso de plantas es una alternativa de prevenir enfermedades, complementando los beneficios de una buena alimentación y algo de ejercicio. De hecho, actualmente ha aumentado mucho la colaboración entre la medicina tradicional o natural y la medicina moderna por considerarse que una combinación de ambas puede ser más beneficiosa. La flora de México es una de las más abundantes que hay, de hecho es un país considerado como país megadiverso, puesto que tiene flora única que no se encuentra en otros sitios del planeta y en general una biodiversidad y una variedad de ecosistemas enorme. Las plantas medicinales mexicanas que hoy usamos nos remontan a la época prehispánica. En época de frío nuestras probabilidades de resfriarnos son mayores, muchas veces el resfrío se acompaña de una tos seca, molesta y que prevalece incluso después de que hemos superado el resfriado, esta resulta molesta, tanto para quien la padece como para quienes están cerca. A menudo la tos con flema puede verse como positiva ya que ayuda al cuerpo a expulsar la mucosidad  y deshacerse más pronto de este síntoma, la Chaya nos ayuda para la prevención del malestar de la tos aportándonos sus beneficios medicinales.

Trabajo escrito ¨Jarabe de chaya¨

Lonas

Pregunta de Investigación

¿Cómo elaborar un jarabe aprovechando las propiedades medicinales de la chaya?

Planteamiento del Problema

Al paso de los años una de las problemáticas principales han sido las enfermedades respiratorias, las cuales producen inflamación de las vías respiratorias, mucosidades y sequedad en la garganta, además de causar síntomas como cuerpo cortado, ojos inflamados y ardor en la garganta convirtiendo estos síntomas en un dolor que continuará a menos que que sea tratado por medicamentos que a veces contienen sustancias sintéticas o no naturales llegando en algunas ocasiones a provocar otros efectos alternativos o si acaso ningún efecto, al mismo tiempo provocando que se transmita a más personas, por lo que el arbusto de espinaca u “hoja santa” es de los mejores anti inflamatorioselaborar un jarabe de chaya para enfermedades respiratorias. naturales.

Antecedentes

La Organización Mundial de Salud (OMS) ha estimado que más del 80% de la población mundial utiliza rutinariamente la medicina tradicional para satisfacer sus necesidades de atención primaria de salud y gran parte de los tratamientos tradicionales implica el uso de extractos de plantas en diversas preparaciones o sus principios activos aislados. La medicina tradicional es una alternativa importante para mejorar los problemas de salud en países en vías de desarrollo. Debido al elevado costo, disponibilidad limitada, mal manejo de medicamentos y las complicaciones que provocan los tratamientos alopáticos, esto orilla a la población a recurrir a las plantas medicinales (PM) con fines curativos.

La investigación etnobotánica está adquiriendo especial relevancia en las últimas décadas debido a la pérdida del conocimiento tradicional de sociedades nativas y la desaparición de los hábitats naturales, aunado a que la población considera que las PM o los medicamentos elaborados a base de éstas son más seguros, eficaces y confiables por su origen natural. En los últimos años se han revalorizado el uso de las PM como fuente de sustancias de interés alimenticio, médico, veterinario, cosmético y agroquímico; por ejemplo, en la actualidad el 25% de los fármacos que se comercializan en el mercado provienen de una fuente vegetal.

Desde época prehispánica se consumen las hojas y brotes jóvenes de chaya (Cnidoscolus chayamansa) en el sureste del país, sobretodo en la península de Yucatán. Existen dos especies comestibles de chaya: Cnidoscolus chayamansa y C. aconitifolius, ambas se distribuyen en el sureste de México y tiene mucha similitud botánica; sólo se diferencian por la morfología de las hojas. C. chayamansa es la más consumida por la población. Las hojas de chaya son una fuente importante de proteína, ß-caroteno, vitaminas, ácido ascórbico, calcio y hierro; sin embargo, tiene cantidades mínimas de glucósidos cianogénicos que se pueden eliminar mediante proceso de cocción, su crecimiento se produce después del segundo o tercer mes de su implantación, se recomienda hacer el corte de las hojas cada 12 semanas (incluso hasta 14 semanas), con el fin de permitir a las plantas una recuperación total del daño.

La chaya es un arbusto cultivado en la región maya de Guatemala, Belice, el sureste de México y partes de Honduras. Pertenece a la familia Euphorbiaceae y el género Cnidoscolus, está compuesta por 50 especies de las cuales 20 son endémicas de México. Aunque es poco conocida fuera de la región, existen evidencias que la chaya era una planta importante para los mayas de la península de Yucatán y Centroamérica.

  1. chayamansa son empleadas para curar la gripe, como diurético, contra procesos inflamatorios, energetizante, laxante y para incremento de la memoria. En los estados de Morelos y Tabasco, la chaya se emplea para el dolor de riñones, para bajar de peso, bajar los niveles de glucosa y colesterol en sangre y para tratar el alcoholismo. El látex de la hoja es utilizada para tratar padecimientos oftálmicos como irritación, manchas en la córnea y lagunas en los ojos y la sabia del tallo es empleada contra piquetes de insectos, acné, erupciones de la piel y picadura de alacrán, aplicándola directamente sobre el área de la piel dañada.

Uno de los aspectos ventajosos de la chaya para la población es que crece de forma silvestre y es ideal para el cultivo en traspatios de casas, en jardines o macetas, lo que permite tenerla disponible para consumo cotidiano.

Aspectos nutricionales y formas de consumo

Varios reportes coinciden en señalar que la chaya es rica en hierro y proteína de buena calidad (cerca de 5.7% de proteína), pero que también contiene fibra cruda (1.9%), calcio (199 mg/100g), potasio, vitaminas A y C, además de compuestos carotenoides, minerales magnesio, sodio, cobre y zinc, esenciales para las funciones cerebrales y el crecimiento.

Las propiedades nutricionales de sus hojas son superiores a las de la espinaca, amaranto, col o lechuga; y su consumo más común consiste en degustar sus hojas crudas en ensalada, aunque también pueden ser ingeridas después de una ligera cocción; sin embargo, su consumo más común, para propósitos medicinales es en forma de té, para lo que se utilizan, principalmente, sus hojas, aunque también se puede preparar infusiones con tallos y raíz.

Lo más recomendable es usar cinco hojas largas de chaya (o más, si son pequeñas), cortarlas en trocitos y cocerlas en un litro de agua, por 20 minutos. Una vez fría, la infusión puede ser adicionada con unas gotas de lima o sal y tomar tres tazas a lo largo del día. Según los reportes, de esta manera se obtienen los mejores beneficios como disminución de los niveles de glucosa en sangre para diabéticos, regulación de la presión arterial alta y, además, en el paquete viene incluido el suministro de antioxidantes.

Aplicaciones terapéuticas

Los extractos de chaya se pueden hacer en forma de té, es decir, extractos acuosos, poniendo hojas de chaya, frescas o secas; aunque también pueden ser tallos hervidos durante cinco minutos en agua. Ésta es la forma en que la mayoría de la población consume la chaya. Sin embargo, los científicos prueban otras sustancias para hacer la extracción, pensando que de esta manera se obtienen otras sustancias que no se disuelven fácilmente en agua. Entre las más comúnmente probadas están el alcohol etílico (extractos etanólicos) y el alcohol metílico (extractos metanólicos).

En la mayoría de los trabajos revisados encontramos el uso de extractos acuosos a base de hojas, ya sea frescas o secas (sólo un autor, Miranda 2010, reporta extractos etanólicos). El principal efecto terapéutico atribuido a estos extractos es su poder hipoglucemiante, es decir, que funciona como auxiliar en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2, ya que es capaz de disminuir los índices de glucosa en sangre, según lo reportado por Figueroa y colaboradores. En 2009, estos mismos autores demostraron que el efecto de extractos acuosos de chaya es similar al obtenido por el tratamiento con dos de los medicamentos más usados: Glibenclamida y Metformina.

En ratones a los que se indujo diabetes, la glucosa descendió, en promedio, de 490 a 110 mg/dl, es decir, a niveles normales de glucosa sanguínea (se consideran normales los valores que fluctúan entre 80 y 120 mg/dl). En 2010, Singfield reportó resultados similares en conejos, en los cuales la glicemia bajó hasta 87 mg/dl, en promedio.

El trabajo realizado por Kulathuran y su equipo es el que mayor fortaleza científica ha presentado. Ellos estudiaron varios grupos de ratas diabéticas de laboratorio: un grupo de individuos diabéticos sin tratamiento, otro más que recibió tratamiento con extractos de chaya preparados con etanol; para comparar resultados, un grupo más de ratas tratadas con Glipizida (medicamento utilizado actualmente en el tratamiento de la diabetes) y, finalmente, un grupo de ratas sanas que no recibió tratamiento alguno y sólo sirvió para comparar.

Además de evaluar los niveles de glucosa durante el periodo de tratamiento, al final se hicieron estudios de hígado y páncreas (histopatológicos) en las ratas tratadas, lo que sirvió para comparar el estado de los tejidos de dichos órganos antes y después del tratamiento. Estos estudios son muy importantes, pues, hablando del páncreas, una causa de la diabetes es el deterioro de un grupo de células de este órgano (islotes de Langerhans), que son las encargadas de producir insulina, la cual, a su vez, es responsable de que la glucosa presente en la sangre se metabolice en el interior de la célula, en lugar de acumularse en la propia sangre. Conviene aclarar que, en pacientes con diabetes, el hígado también se puede ver seriamente dañado, por lo que se altera el metabolismo de sustancias como grasas y triglicéridos.

Después del tratamiento con chaya, los resultados en los grupos de ratas mostraron una reconstitución parcial de los islotes de Langerhans, lo cual significa que el páncreas de las ratas fue capaz de volver a sintetizar insulina durante el tratamiento con el extracto. El daño al hígado también se vio disminuido, al revertir los niveles de triglicéridos en las ratas hasta volverlos a los niveles que se consideran normales. Pero, lo más interesante es que, en general, los beneficios obtenidos por la ingestión de los extractos de chaya fueron muy similares a los observados en el grupo de ratas tratadas con el medicamento Glipizida.

Todos los indicadores de los grupos tratados con chaya y con el medicamento, al final del tratamiento, fueron similares a los del grupo de las ratas sanas. En otras palabras, después del tratamiento con chaya, las ratitas diabéticas presentaron similar condición a la de las sanas.

Otras investigaciones previas de la chaya

En 2009, Florence y colaboradores demostraron el poder antioxidante de la chaya en un trabajo que fue llevado a cabo en Nigeria, en ratas albinas. Tal como explican los mismos autores, se sabe que los radicales libres son compuestos causantes de daño a las células (proceso llamado estrés oxidativo), el cual puede ir desde el simple envejecimiento hasta el desarrollo de cáncer, en algunos órganos. Los antioxidantes, por su parte, son compuestos que disminuyen la acción de estos radicales libres.

Una de las muchas defensas que el organismo tiene es una enzima denominada superóxido-dismutasa, que previene estos daños en la célula, al igual que antioxidantes como la vitamina E y los compuestos presentes en la chaya. El trabajo de Florence dejó en claro que la chaya estimula la actividad de la enzima superóxido-dismutasa y protege las células del estrés oxidativo.

Por otro lado, existen dos trabajos que demuestran el poder antitumoral de los extractos de chaya: Kulathuran y Lorca, experimentaron en ratas a las que se indujo un tumor que se dejó crecer por varios días, proceso que se vio considerablemente disminuido por el tratamiento con los extractos mencionados; además, el promedio de vida en los grupos tratados aumentó entre 66 y 72% respecto del grupo no tratado.

También se ha demostrado el poder hipolipidémico de las hojas de chaya, es decir, la propiedad que tienen de disminuir el índice de grasas, como colesterol y triglicéridos, en el organismo.

Aunque en estos trabajos también se ensayó con etanol y metanol, los extractos acuosos parecen ser los más adecuados para conducir a resultados benéficos. En los experimentos con ratas se logró disminuir hasta 40% la concentración de triglicéridos, además de demostrar un efecto protector al riñón. Este dato es relevante, dado que una de las mayores complicaciones en diabéticos es el daño al riñón, causa de la mayoría de los decesos.

Propiedades de la chaya

  • Mejora la circulación sanguínea.
  • Ayuda a la digestión.
  • Mejora la visión.
  • Previene las varices y las hemorroides.
  • Reduce el colesterol.
  • Ayuda a reducir el peso.
  • Evita la tos.
  • Aumenta el calcio en los huesos.
  • Descongestiona y desinfecta los pulmones.
  • Previene la anemia.
  • Mejora la memoria y la función cerebral.
  • Combate la artritis.
  • Mejora el metabolismo de la glucosa y previene la diabetes.

La chaya es más rica en hierro que la espinaca, y es una buena fuente de potasio y calcio. Además, la hoja de chaya es rica en proteínas, fibra, vitamina C y caroteno, y proporciona estos nutrientes en niveles que son tres veces mayores que los que se encuentran en la mayoría de los vegetales de hoja verde.

¿Cómo es la Chaya?

Es un arbusto que mide de dos a tres metros de alto, posee médula gruesa y blanca, y tallos grisáceos o verdosos. Sus hojas presentan pecíolo largo, el cual al desprenderse da un jugo lechoso; resultan más anchas que largas, trilobadas casi a la mitad e irregularmente dentadas, de color verde subido en el haz y verde en el envés, tienen pelos mordiscantes, que causan picazón cuando se les toca.

Contraindicaciones de la chaya

La chaya no debe ser utiliza por personas que sufren de hipoglicemia, ya que puede reducir la tensión arterial y provocar mareos. También debe evitarse por personas con deficiencia renal, ya que puede estimular demasiado el funcionamiento renal. También debe evitarse en caso de sufrir presión arterial. Y  se advierte que la chaya no debe consumirse cruda porque las hojas son tóxicas.

“Las hojas crudas de la chaya contienen una sustancia similar al cianuro. Por esta razón, se debe cocinar antes de consumirla, con lo que se desactivan sus componentes tóxicos.

Algunas variedades poseen en sus hojas unos pelos urticantes que pueden requerir el uso de guantes para su recolección. La cocción los inactiva”,

Nota muy importante: No se recomienda cocer la chaya en trastes de aluminio, pues produce una reacción tóxica provocando diarrea. Es mejor utilizar trastes de barro, peltre, vidrio, etc.

 

 

Objetivo

Elaborar un jarabe de chaya para enfermedades respiratorias.

Justificación

Las enfermedades respiratorias, generalmente en las comunidades estudiantiles, son las causantes, son las causantes de las faltas o inasistencias provocando cierta problemática, por la cual la chaya es el ingrediente correcto y de fácil obtención para elaborar el jarabe que brindará un bienestar ante ya las mencionadas enfermedades respiratorias convirtiendo la garganta seca o con mucosa en base a las propiedades de sus células contrarrestando la bacteria hasta ser ingerida conteniendo en sí, calcio, fósforo y hierro además de caroteno, tiamina, riboflavina, 100 conteniendo cien gramos de hojas pueden contener hasta 33%  de vitaminas, las hojas contienen de 10 a 20 cm al ser cortadas, pero al prepararse mantienen el tamaño conservado sus propiedades con el fin de eliminar completamente la bacteria en un menor tiempo. 

Hipótesis

Si elaboramos un jarabe a base de chaya, entonces obtendremos un producto para tratar las enfermedades respiratorias.

Método (materiales y procedimiento)

-cacerola de ½ litro.

-500g de chaya.

-½ litro de agua.

-un tripie con rejilla.

-mechero de bunsen.

-un cucharón de madera.

-un vaso de precipitados de 250ml.

-un envase con capacidad de 100 a 300 ml.

-un embudo.

-un colador.

PROCEDIMIENTO

1- Calentar la cacerola sobre el tripie y el mechero

2- Encender la llama del mechero

3- Coloca el medio litro de agua dentro de la cacerola

4- Colocar los 30 mlts de miel

5- Colocar la chaya al final para que flote en la parte superior y no generar efectos negativos

6- Con el cucharon de madera mantener constantemente en movimiento los ingredientes

7- En el envase de 10 mlts insertar el embudo

8- Sobre el embudo colocar el colador para que las hojas de chaya no se atasquen en el envase

9- Vaciar la mezcla para poder tapar el envase

 

 

Galería Método

Resultados

Obtuvimos 300 ml de jarabe de chaya con un olor y sabor predominante a miel, con una consistencia ligera y de un color ámbar, el costo aproximado fue de $90.

Galería Resultados

Discusión

  Durante el lapso en el que se realizó el jarabe con base a las investigaciones, logramos destacar ciertas propiedades de esta planta, como es el caso de la función en la que nos basamos la cual es aliviar enfermedades respiratorias como la tos, así mismo  esta planta puede contener un grado regular de toxicidad si no es cocida o hervida, al hervir esta misma realizamos una doble función, tanto retirar lo toxicidad, como hacer que la planta otorgue sus propiedades medicinales a lo que resultó como un jarabe.

Conclusiones

A través de la elaboración del jarabe de la chaya observamos que esta planta ha mostrado tener propiedades sorprendentes combatiendo una enfermedad tan cotidiana como la tos, siendo uno de los productos naturales logrando ser una alternativa para algunos otros daños como la diabetes, estrés oxidativo o cáncer; a través de  los extractos acuosos de las hojas, tallo y raíz.

Ideal en el cultivo de jardines o macetas nos permite tener su disposición para consumo cotidiano y como una alternativa de bajo costo con un alto contenido medicinal.

Bibliografía

Bautista-Cruz A, Arnaud-Viñas MR, Martínez-Gutiérrez; GA, Sánchez-Medina PS,                     Pérez-Pacheco; R. (2011). The traditional medicinal and; food uses of four plants in Oaxaca, México. Journal of Medicinal Plants Research. Vol.  5(15):3404-3411.

BDMTM (Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana). Universidad Nacional Autónoma de México. Accesible en:http://www. medicinatradicionalmexicana. unam.mx.  Acceso 18 Junio del 2015.

Bermúdez A, Oliveira-Miranda M, Velázquez D. (2005). La investigación etnobotánica sobre plantas medicinales: una revisión de sus objetivos y enfoques actuales. Interciencia. Vol. 30(8):453-459. Cáceres A, Lange K, Cruz SM, Velásquez R, Lima S, Menéndez MC, Dardón R, Córdova D, González J. (2010). Assessment of Antioxidant Activity of 24 Native Plants used in Guatemala for Their Potential Application in Natural Product Industry. Acta Horticulturae. 964:85-92.

 

Palos SG. (2007). Evaluación de la actividad antioxidante de la chaya (Cnidoscolus chayamansa) en un modelo experimental de diabetes en ratas Wistar. Tesis de Maestría en Tecnología Avanzada. Centro de Investigación en Ciencias Aplicadas y Tecnología Avanzada, Unidad Querétaro, Instituto Politécnico Nacional, México

Summary

Chaya is the result of an excellent legacy of the Mayan culture, the leaves and petioles are used, and they are also rich in iron salts, calcium, vitamin A, and especially vitamin C. However, chaya must be cooked, Because raw leaves are toxic, boiling chaya destroys their toxicity. The use of plants is an alternative to prevent diseases, complementing the benefits of a good diet and some exercise. In fact, the collaboration between traditional or natural medicine and modern medicine has increased greatly today, considering that a combination of both may be more beneficial. The flora of Mexico is one of the most abundant there is, in fact it is a country considered as a megadiverse country, since it has unique flora that is not found in other places on the planet and in general an enormous biodiversity and variety of ecosystems. The Mexican medicinal plants that we use today take us back to pre-Hispanic times. In cold weather our chances of catching a cold are higher, often the cold is accompanied by a dry, uncomfortable cough that prevails even after we have overcome the cold, this is bothersome, both for those who have it and for those who are close. Often cough with phlegm can be seen as positive since it helps the body to expel mucus and get rid of this symptom sooner, Chaya helps us to prevent the discomfort of cough, bringing us its medicinal benefits.

Tarps

 

Research Question

How to make a syrup taking advantage of the medicinal properties of chaya?

Problem approach

Over the years one of the main problems has been respiratory diseases, which produce inflammation of the airways, mucus and the sequence in the throat, in addition to causing symptoms such as a cut body, inflamed eyes and burning in the throat turning these symptoms in a pain that will continue unless the sea is treated by medicines that sometimes contain synthetic or unnatural substances, sometimes leading to other alternative effects or, if anything, at the same time, causing it to be transmitted to more people, so the spinach bush or “holy leaf” is one of the best anti-inflammatories to make a chaya syrup for respiratory diseases. natural.

Background

La Organización Mundial de Salud (OMS) ha estimado que más del 80% de la población mundial utiliza rutinariamente la medicina tradicional para satisfacer sus necesidades de atención primaria de salud y gran parte de los tratamientos tradicionales implica el uso de extractos de plantas en diversas preparaciones o sus principios activos aislados. La medicina tradicional es una alternativa importante para mejorar los problemas de salud en países en vías de desarrollo. Debido al elevado costo, disponibilidad limitada, mal manejo de medicamentos y las complicaciones que provocan los tratamientos alopáticos, esto orilla a la población a recurrir a las plantas medicinales (PM) con fines curativos.

La investigación etnobotánica está adquiriendo especial relevancia en las últimas décadas debido a la pérdida del conocimiento tradicional de sociedades nativas y la desaparición de los hábitats naturales, aunado a que la población considera que las PM o los medicamentos elaborados a base de éstas son más seguros, eficaces y confiables por su origen natural. En los últimos años se han revalorizado el uso de las PM como fuente de sustancias de interés alimenticio, médico, veterinario, cosmético y agroquímico; por ejemplo, en la actualidad el 25% de los fármacos que se comercializan en el mercado provienen de una fuente vegetal.

Desde época prehispánica se consumen las hojas y brotes jóvenes de chaya (Cnidoscolus chayamansa) en el sureste del país, sobretodo en la península de Yucatán. Existen dos especies comestibles de chaya: Cnidoscolus chayamansa y C. aconitifolius, ambas se distribuyen en el sureste de México y tiene mucha similitud botánica; sólo se diferencian por la morfología de las hojas. C. chayamansa es la más consumida por la población. Las hojas de chaya son una fuente importante de proteína, ß-caroteno, vitaminas, ácido ascórbico, calcio y hierro; sin embargo, tiene cantidades mínimas de glucósidos cianogénicos que se pueden eliminar mediante proceso de cocción, su crecimiento se produce después del segundo o tercer mes de su implantación, se recomienda hacer el corte de las hojas cada 12 semanas (incluso hasta 14 semanas), con el fin de permitir a las plantas una recuperación total del daño.

La chaya es un arbusto cultivado en la región maya de Guatemala, Belice, el sureste de México y partes de Honduras. Pertenece a la familia Euphorbiaceae y el género Cnidoscolus, está compuesta por 50 especies de las cuales 20 son endémicas de México. Aunque es poco conocida fuera de la región, existen evidencias que la chaya era una planta importante para los mayas de la península de Yucatán y Centroamérica.

  1. chayamansa son empleadas para curar la gripe, como diurético, contra procesos inflamatorios, energetizante, laxante y para incremento de la memoria. En los estados de Morelos y Tabasco, la chaya se emplea para el dolor de riñones, para bajar de peso, bajar los niveles de glucosa y colesterol en sangre y para tratar el alcoholismo. El látex de la hoja es utilizada para tratar padecimientos oftálmicos como irritación, manchas en la córnea y lagunas en los ojos y la sabia del tallo es empleada contra piquetes de insectos, acné, erupciones de la piel y picadura de alacrán, aplicándola directamente sobre el área de la piel dañada.

Uno de los aspectos ventajosos de la chaya para la población es que crece de forma silvestre y es ideal para el cultivo en traspatios de casas, en jardines o macetas, lo que permite tenerla disponible para consumo cotidiano.

Aspectos nutricionales y formas de consumo

Varios reportes coinciden en señalar que la chaya es rica en hierro y proteína de buena calidad (cerca de 5.7% de proteína), pero que también contiene fibra cruda (1.9%), calcio (199 mg/100g), potasio, vitaminas A y C, además de compuestos carotenoides, minerales magnesio, sodio, cobre y zinc, esenciales para las funciones cerebrales y el crecimiento.

Las propiedades nutricionales de sus hojas son superiores a las de la espinaca, amaranto, col o lechuga; y su consumo más común consiste en degustar sus hojas crudas en ensalada, aunque también pueden ser ingeridas después de una ligera cocción; sin embargo, su consumo más común, para propósitos medicinales es en forma de té, para lo que se utilizan, principalmente, sus hojas, aunque también se puede preparar infusiones con tallos y raíz.

Lo más recomendable es usar cinco hojas largas de chaya (o más, si son pequeñas), cortarlas en trocitos y cocerlas en un litro de agua, por 20 minutos. Una vez fría, la infusión puede ser adicionada con unas gotas de lima o sal y tomar tres tazas a lo largo del día. Según los reportes, de esta manera se obtienen los mejores beneficios como disminución de los niveles de glucosa en sangre para diabéticos, regulación de la presión arterial alta y, además, en el paquete viene incluido el suministro de antioxidantes.

Aplicaciones terapéuticas

Los extractos de chaya se pueden hacer en forma de té, es decir, extractos acuosos, poniendo hojas de chaya, frescas o secas; aunque también pueden ser tallos hervidos durante cinco minutos en agua. Ésta es la forma en que la mayoría de la población consume la chaya. Sin embargo, los científicos prueban otras sustancias para hacer la extracción, pensando que de esta manera se obtienen otras sustancias que no se disuelven fácilmente en agua. Entre las más comúnmente probadas están el alcohol etílico (extractos etanólicos) y el alcohol metílico (extractos metanólicos).

En la mayoría de los trabajos revisados encontramos el uso de extractos acuosos a base de hojas, ya sea frescas o secas (sólo un autor, Miranda 2010, reporta extractos etanólicos). El principal efecto terapéutico atribuido a estos extractos es su poder hipoglucemiante, es decir, que funciona como auxiliar en el tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2, ya que es capaz de disminuir los índices de glucosa en sangre, según lo reportado por Figueroa y colaboradores. En 2009, estos mismos autores demostraron que el efecto de extractos acuosos de chaya es similar al obtenido por el tratamiento con dos de los medicamentos más usados: Glibenclamida y Metformina.

En ratones a los que se indujo diabetes, la glucosa descendió, en promedio, de 490 a 110 mg/dl, es decir, a niveles normales de glucosa sanguínea (se consideran normales los valores que fluctúan entre 80 y 120 mg/dl). En 2010, Singfield reportó resultados similares en conejos, en los cuales la glicemia bajó hasta 87 mg/dl, en promedio.

El trabajo realizado por Kulathuran y su equipo es el que mayor fortaleza científica ha presentado. Ellos estudiaron varios grupos de ratas diabéticas de laboratorio: un grupo de individuos diabéticos sin tratamiento, otro más que recibió tratamiento con extractos de chaya preparados con etanol; para comparar resultados, un grupo más de ratas tratadas con Glipizida (medicamento utilizado actualmente en el tratamiento de la diabetes) y, finalmente, un grupo de ratas sanas que no recibió tratamiento alguno y sólo sirvió para comparar.

Además de evaluar los niveles de glucosa durante el periodo de tratamiento, al final se hicieron estudios de hígado y páncreas (histopatológicos) en las ratas tratadas, lo que sirvió para comparar el estado de los tejidos de dichos órganos antes y después del tratamiento. Estos estudios son muy importantes, pues, hablando del páncreas, una causa de la diabetes es el deterioro de un grupo de células de este órgano (islotes de Langerhans), que son las encargadas de producir insulina, la cual, a su vez, es responsable de que la glucosa presente en la sangre se metabolice en el interior de la célula, en lugar de acumularse en la propia sangre. Conviene aclarar que, en pacientes con diabetes, el hígado también se puede ver seriamente dañado, por lo que se altera el metabolismo de sustancias como grasas y triglicéridos.

Después del tratamiento con chaya, los resultados en los grupos de ratas mostraron una reconstitución parcial de los islotes de Langerhans, lo cual significa que el páncreas de las ratas fue capaz de volver a sintetizar insulina durante el tratamiento con el extracto. El daño al hígado también se vio disminuido, al revertir los niveles de triglicéridos en las ratas hasta volverlos a los niveles que se consideran normales. Pero, lo más interesante es que, en general, los beneficios obtenidos por la ingestión de los extractos de chaya fueron muy similares a los observados en el grupo de ratas tratadas con el medicamento Glipizida.

Todos los indicadores de los grupos tratados con chaya y con el medicamento, al final del tratamiento, fueron similares a los del grupo de las ratas sanas. En otras palabras, después del tratamiento con chaya, las ratitas diabéticas presentaron similar condición a la de las sanas.

Otras investigaciones previas de la chaya

En 2009, Florence y colaboradores demostraron el poder antioxidante de la chaya en un trabajo que fue llevado a cabo en Nigeria, en ratas albinas. Tal como explican los mismos autores, se sabe que los radicales libres son compuestos causantes de daño a las células (proceso llamado estrés oxidativo), el cual puede ir desde el simple envejecimiento hasta el desarrollo de cáncer, en algunos órganos. Los antioxidantes, por su parte, son compuestos que disminuyen la acción de estos radicales libres.

Una de las muchas defensas que el organismo tiene es una enzima denominada superóxido-dismutasa, que previene estos daños en la célula, al igual que antioxidantes como la vitamina E y los compuestos presentes en la chaya. El trabajo de Florence dejó en claro que la chaya estimula la actividad de la enzima superóxido-dismutasa y protege las células del estrés oxidativo.

Por otro lado, existen dos trabajos que demuestran el poder antitumoral de los extractos de chaya: Kulathuran y Lorca, experimentaron en ratas a las que se indujo un tumor que se dejó crecer por varios días, proceso que se vio considerablemente disminuido por el tratamiento con los extractos mencionados; además, el promedio de vida en los grupos tratados aumentó entre 66 y 72% respecto del grupo no tratado.

También se ha demostrado el poder hipolipidémico de las hojas de chaya, es decir, la propiedad que tienen de disminuir el índice de grasas, como colesterol y triglicéridos, en el organismo.

Aunque en estos trabajos también se ensayó con etanol y metanol, los extractos acuosos parecen ser los más adecuados para conducir a resultados benéficos. En los experimentos con ratas se logró disminuir hasta 40% la concentración de triglicéridos, además de demostrar un efecto protector al riñón. Este dato es relevante, dado que una de las mayores complicaciones en diabéticos es el daño al riñón, causa de la mayoría de los decesos.

Propiedades de la chaya

  • Mejora la circulación sanguínea.
  • Ayuda a la digestión.
  • Mejora la visión.
  • Previene las varices y las hemorroides.
  • Reduce el colesterol.
  • Ayuda a reducir el peso.
  • Evita la tos.
  • Aumenta el calcio en los huesos.
  • Descongestiona y desinfecta los pulmones.
  • Previene la anemia.
  • Mejora la memoria y la función cerebral.
  • Combate la artritis.
  • Mejora el metabolismo de la glucosa y previene la diabetes.

La chaya es más rica en hierro que la espinaca, y es una buena fuente de potasio y calcio. Además, la hoja de chaya es rica en proteínas, fibra, vitamina C y caroteno, y proporciona estos nutrientes en niveles que son tres veces mayores que los que se encuentran en la mayoría de los vegetales de hoja verde.

¿Cómo es la Chaya?

Es un arbusto que mide de dos a tres metros de alto, posee médula gruesa y blanca, y tallos grisáceos o verdosos. Sus hojas presentan pecíolo largo, el cual al desprenderse da un jugo lechoso; resultan más anchas que largas, trilobadas casi a la mitad e irregularmente dentadas, de color verde subido en el haz y verde en el envés, tienen pelos mordiscantes, que causan picazón cuando se les toca.

Contraindicaciones de la chaya

La chaya no debe ser utiliza por personas que sufren de hipoglicemia, ya que puede reducir la tensión arterial y provocar mareos. También debe evitarse por personas con deficiencia renal, ya que puede estimular demasiado el funcionamiento renal. También debe evitarse en caso de sufrir presión arterial. Y  se advierte que la chaya no debe consumirse cruda porque las hojas son tóxicas.

“Las hojas crudas de la chaya contienen una sustancia similar al cianuro. Por esta razón, se debe cocinar antes de consumirla, con lo que se desactivan sus componentes tóxicos.

Algunas variedades poseen en sus hojas unos pelos urticantes que pueden requerir el uso de guantes para su recolección. La cocción los inactiva”,

Nota muy importante: No se recomienda cocer la chaya en trastes de aluminio, pues produce una reacción tóxica provocando diarrea. Es mejor utilizar trastes de barro, peltre, vidrio, etc.

Objective

To make a chaya syrup for respiratory diseases.

Justification

Respiratory diseases, usually in student communities, are the cause of absences causing some problems. So,  the chaya is the correct ingredient and easy to obtain to prepare the syrup that provides well-being to avoid suffering from respiratory diseases by healing a dry or mucous throat based on the properties of their cells, counteracting the bacteria until they are ingested. It contains, calcium, phosphorus, and iron, in addition to carotene, thiamine, riboflavin. 100 grams of leaves can contain up to 33% of vitamins. Leaves contain 10 to 20 cm when they are cut, but when they are prepared with the size preserved its properties in order to completely eliminate the bacteria in a shorter time.

Hypothesis

If we make a syrup based on chaya, then we will obtain a product to treat respiratory diseases.

Method (materials and procedure)

-½ liter saucepan.

-500g of chaya.

-½ liter of water.

-a tripie with grid.

-Bunsen burner.

-a wooden ladle.

-a 250ml beaker.

-a container with a capacity of 100 to 300 ml.

-a funnel.

-a strainer.

PROCEDURE

1- connect the bunsen burner.

2- place the tripod with the grid on the lighter.

3- when placing and the saucepan, pour 500 ml of water to proceed with lighting the lighter.

4- place 30 ml of honey and 500g of chaya in the saucepan with water.

5- once everything is in the saucepan, bring to a boil and constantly move it with the wooden spoon to avoid bubbles.

6- rest the funnel on the 100 ml container and on it the strainer.

7- finally empty the syrup into the container to be able to seal it.

Results

We obtained 300 ml of chaya syrup with a predominant smell and taste of honey, with a light consistency and amber color, the approximate cost was $ 90.

Discussion

During the period in which the syrup was made based on research, we managed to highlight certain properties of this plant, such as the function on which we base the quality, which is respiratory disease such as cough, as well This plant itself can contain a regular degree of toxicity if it is not cooked or boiled, by boiling it we perform a double function, both to remove toxicity, and to make the plant give its medicinal properties to what turned out to be a syrup.

Conclusions

Through the elaboration of the chaya syrup, we observe that this plant has shown surprising properties, fighting an everyday disease such as cough, being one of the natural products, being an alternative for some other damages such as diabetes, oxidative stress or cancer. ; through the aqueous extracts of the leaves, stem and root.

Ideal in the cultivation of gardens or pots, it allows us to have it available for daily consumption and as a low-cost alternative with a high medicinal content.

Bibliography

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