Ciencias Sociales y Humanidades

Pandilla Petit, (preescolar y 1ro. y 2do. año de primaria)

PP – SH – 184 – HA / Hábitos saludables y su relación con el comportamiento y problemas de atención en los niños.

Asesor: Itzel Rodríguez Mejía

Resumen

Desde el inicio de nuestra vida estamos aprendiendo conductas, por lo que conocer las normas que dirigen el aprendizaje, nos ayudará a educar mejor a los niños y evitar los posibles problemas que puedan actuar negativamente en su desarrollo personal. Para ello los padres tienen una gran influencia en el comportamiento de sus hijos, al igual que los profesores en la etapa escolar, ya que este es aprendido y por tanto puede transformarse con conductas que fortalezcan positivamente su desarrollo. Para lo cual es importante conocer que conductas hay que reforzar adecuadamente, y cuáles no.

Esta investigación proporciona información importante que dará visibilidad a la estrecha relación que existe entre los buenos hábitos y el desarrollo físico y psicológico de los niños.

Pregunta de Investigación

¿Pueden algunos hábitos, mejorar y regular el comportamiento de los niños?

Planteamiento del Problema

Es importante que consideremos que cada niño tiene un nivel de desarrollo y unos comportamientos que vienen determinados, por un lado, la edad; y por otro, los aprendizajes que va adquiriendo día a día. Todo esto influido por el ambiente que favorecerá o dificultará la adquisición de hábitos y conductas. Por otro lado, el temperamento del niño influye en su comportamiento, entendiendo este como una sucesión de características propias de la personalidad.

En los últimos años, hay estudios recientes que dan visibilidad a las problemáticas que enfrenta la población infantil en torno a los malos hábitos de alimentación y salud, mismos que tienen impactos desfavorables en el desarrollo cognitivo y físico de los niños, minimizando su relación con los problemas conductuales, de deficiencia de aprendizaje o atención, de interacción o integración social, entre muchos más.

Antecedentes

El estilo de vida hace referencia al modo de vida de un individuo o grupo poblacional en el que influyen tanto las características personales y patrones de comportamiento individuales como las condiciones de vida en general y los aspectos socioculturales.

Los estilos de vida saludables son considerados como un conjunto de hábitos, comportamientos y conductas que llevan a los individuos a alcanzar un nivel de bienestar y satisfacción plena de sus necesidades en la vida; por el contrario, los estilos de vida no saludables están relacionados con comportamientos que generan efectos negativos para la salud.

Las primeras etapas de vida del ser humano son consideradas decisivas para la adquisición y consolidación de estilos de vida saludables. La niñez, que tiene lugar en la etapa escolar, resulta la más adecuada para el establecimiento de hábitos saludables que puedan mantenerse a largo plazo; la adolescencia es considerada la etapa de consolidación de los comportamientos provenientes de la infancia, así como también el momento de la vida en el que se incorporan nuevos hábitos y formas de vida propios adquiridos durante esta etapa en sus diversas formas de socialización.

Hoy existe suficiente evidencia del incremento en la prevalencia e incidencia de enfermedades crónicas no transmisibles (ENT) tanto en población adulta como en población infantil, las cuales se encuentran asociadas con estilos de vida no saludables como una alimentación inadecuada y poca actividad física. El aumento de la obesidad infantil, asociada con diversas alteraciones metabólicas, como las dislipidemias, la diabetes e hipertensión, son los principales ejemplos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) en su informe mundial 2011 deja claro que estas enfermedades constituyen casi el 80 % de la carga total de morbilidad en los países de bajos y medianos ingresos. Asimismo, este informe muestra que del total de muertes producidas en todo el mundo en 2008, 36 millones se debieron a ENT, y 3,2 millones de muertes relacionadas con el sedentarismo.

Por otro lado, diversos estudios evidencian que la baja condición física aeróbica en la infancia está asociada con mayor riesgo de padecer enfermedad cardiovascular y metabólica en la etapa de la adultez. Por estas razones y muchas más, el nivel de actividad física debe ser un indicador fundamental de los sistemas de vigilancia epidemiológica en el ámbito escolar, espacio en el que esta población interactúa la mayor parte de su tiempo.

Objetivo

Dar a conocer información sobre los factores que intervienen en el desarrollo intelectual y conductual de los niños.

Justificación

El comportamiento de los niños y los problemas conductuales no son una condición aislada, los agentes que contribuyen al buen funcionamiento cerebral y de salud mental, deben hacerse presentes en cada estudio y en la difusión de información de este tema. Es por lo que esta investigación emprende esta búsqueda, para saber cómo intervienen los hábitos de salud en el estado físico y mental de los niños, es decir, su estado de ánimo, así como su desarrollo social e integran dentro y fuera de su entorno familiar.

Hipótesis

Si fortalecemos la enseñanza y la práctica de los hábitos saludables en los niños, entonces no solo su desarrollo físico será favorecido, sino tendrá repercusiones positivas en su comportamiento y conducta.

Método (materiales y procedimiento)

Investigación documental.

Hábitos saludables

Llamamos hábitos saludables a todas aquellas conductas que tenemos asumidas como propias en nuestra vida cotidiana y que inciden positivamente en nuestro bienestar físico, mental y social. Determinan la presencia de factores de riesgo y/o de factores protectores para el bienestar.

Los estilos de vida/hábitos de vida saludables tienen gran importancia en la promoción de la salud y en la prevención de la enfermedad mental en general.( Imagen 1)

Imagen 1. Salud

Los hábitos saludables funcionan como un protector ante enfermedades transmisibles y no transmisibles, debido a que una buena nutrición, una vida activa, llevar una higiene adecuada y dormir las horas qué tu cuerpo necesita son algunos factores que apoyan el buen funcionamiento del sistema inmune. (Imagen 2)

Imagen 2. Hábitos saludables.

 

Hábitos de higiene.

 La higiene personal para niños es la encargada de proteger al organismo contra millones de gérmenes y virus externos. De la mano con esto, ella impulsa el crecimiento saludable y satisfactorio de los más pequeños. Si se fomenta correctamente se convertirá en una de las grandes fortalezas de niños y de adultos.

La higiene personal para niños estimula el bienestar e inteligencia emocional. Ella refuerza la autoestima, la confianza y las ganas de constante superación.

Aunque la higiene tiene múltiples formas de presentarse, hay ciertos tipos de higiene personal que son las bases de todo el proceso. (Imagen 3)

 Imagen 3. Higiene

1 Lavado de manos y uñas. Las manos son una de las partes de nuestro cuerpo que más infecciones trasmite. Es por eso que se hace necesario enseñarle a los más pequeños a lavarlas con agua y jabón varias veces al día. Esto especialmente antes y después de las comidas, de ir al baño o de estar en la calle. Es un gran hábito saludable.

2 Duchas o baños diarios. Esto permitirá que el pequeño aprenda a lavar muy bien cada parte de su cuerpo. Les dará autonomía y autoconocimiento.

3 Mantener limpias las orejas y oídos. Pueden hacerlo mientras se bañan. Esto cuidando de secar bien con la toalla los pliegues de la oreja y la parte de atrás. Recuerda que nunca hay que insertar nada en el oído.

4 Limpieza de pies. El correcto lavado de esta parte del cuerpo también es fundamental. A través de ellos se entra en contacto con gérmenes y hongos. Es importante secarlos adecuadamente.

5 Cuidar del cabello. Aunque no hay que lavarlo todos los días, si es indispensable que los pequeños aprendan a cepillarlo y peinarlo de la manera adecuada.

6 Sonar la nariz. Tanto niños como adultos deberán saber cómo hacerlo de manera correcta. Esto mantendrá libres sus vías respiratorias.

7 Cortar las uñas. Entre más largas estén, más espacio para acumulación de bacterias hay. Lo ideal es que los pequeños sepan hacerlo y entiendan su importancia desde el inicio.

8 Cepillar los dientes. Gracias a este hábito se previene la aparición de caries, mal aliento y otras muchas enfermedades. Es importante que se haga después de cada comida.

9 Cuidado e higiene en el WC. Otro aprendizaje clave sobre este tema es saber cómo limpiar adecuadamente genitales. Esto a través del uso de papel higiénico y toallitas. Además, debe haber claridad en la necesidad de lavar las manos al finalizar.

10 Crear un kit de higiene personal para niños. Este incluirá su cepillo de dientes, cepillo de cabello, corta uñas o tijeras, jabón, toallas, entre otros. Gracias a esto, los chicos aprenden a aprender.

Hábitos para una salud mental

Tener salud mental en la infancia significa alcanzar los indicadores del desarrollo y los indicadores emocionales, así como también aprender habilidades sociales saludables y cómo enfrentar los problemas que puedan presentarse.

Una alimentación sana, ejercicio regular y las horas de descanso adecuadas ayudarán a los niños en situaciones de estrés. El deporte también les hará enfrentarse con éxito a emociones negativas como la ansiedad, la ira o la depresión y a influir en su cerebro para buscar las positivas. (Imagen 4)

Imagen 4. Actividad deportiva.

Los hábitos más recomendables para alcanzar una estabilidad mental saludable:

  • Llevar una dieta saludable, variada y equilibrada
  • Dormir las horas recomendadas por los pediatras
  • Vigilar que sus amistades sean sanas
  • Fomentar la empatía y el respeto
  • Huir del sedentarismo
  • Darle muestras de cariño
  • Ayudarles a entender y poner nombre a sus emociones
  • Darle pautas para desarrollar su inteligencia emocional
  • Establecer límites
  • Escucharlos
  • Mantener la calma
  • Generar confianza
  • Acudir al psicólogo si ves que lo necesita o no sabes cómo reconducir una situación.

Imagen 5.

 

Imagen 5. Empatía y Respeto

 

Hábitos de alimentación

 Al igual que los adultos, los niños necesitan consumir alimentos y bebidas llenos de nutrientes. Además, al igual que los adultos, los niños deben consumir solo las calorías suficientes para nutrir su vida y sus actividades diarias.

La alimentación es un proceso que nos acompaña a lo largo de la vida, mediante el cual obtenemos los nutrientes que nos permiten cubrir los requerimientos del organismo y contribuye, así, a mantener la salud y el bienestar. A fin de que el crecimiento y el desarrollo tanto físico como intelectual se produzcan de una manera adecuada, es imprescindible garantizar una alimentación que cubra las necesidades nutricionales propias de cada etapa de la vida.

La presencia de los diferentes grupos básicos de alimentos, en diferentes proporciones, bien distribuidos a lo largo del día (de una manera adecuada según las actividades que se desarrollen durante la jornada), ayudará a mantener una alimentación equilibrada, completa y satisfactoria. (Imagen 6)

Imagen 6. Consumo de alimentos saludables.

 Comida y cambio de humor en los niños.

Es evidente que la comida no puede ser el único tratamiento si existe un problema de conducta, pero sencillos cambios en la dieta logran estimular cambios en la estructura cerebral y en las conexiones neuronales que pueden contribuir a alteraciones positivas o negativas del comportamiento de los más pequeños.

Las investigaciones en este campo, el de la comida y la neurociencia, son no solo recientes, sino que obtienen avances casi a diario, por lo que, aunque no se conocen todos los mecanismos, las pistas son de lo más atractivas. Ya que la comida afecta a los cambios de humor de los niños.

Los carbohidratos son nuestros amigos, solo hay que elegir los más apropiados. Los hidratos de carbonos sencillos aumentan la energía de manera inmediata, repentina, por lo que los niños suelen activarse de manera descontrolada cuando los consumen en exceso. Sin embargo, los hidratos de carbono complejos, al absorberse de manera mucho más lenta, liberan energía de manera paulatina, siendo muy beneficiosos para el organismo. (Imagen 7)

Imagen 7. Carbohidratos complejos.

 Ácidos grasos omega 3. El pescado, con su contenido en estos ácidos grasos, además de vitamina D, estimula la producción de serotonina que ayuda a mantener un estado de ánimo equilibrado. Además, un aporte escaso de ácidos grasos omega 3, presentes también en las nueces y algunas semillas, afecta de manera negativa a algunas rutas que sintetizan neurotransmisores en el cerebro, aunque su implicación en el negativismo y la apatía es aún confusa.

No dejes que pasen demasiadas horas entre sus comidas. Parece que el aporte continuado de glucosa en el cerebro favorece el buen funcionamiento de todas las conexiones neuronales, lo cual se traduce en un mejor humor. (Imagen 8)

Imagen 8. Omega 3. Pescados.

Estimula la actividad física, mejor al aire libre. Aunque no está claro cuáles son los niveles mínimos que influyen en un resultado negativo, está científicamente demostrado que la falta de vitamina D, que se sintetiza en el organismo con la ayuda de la luz solar, influye de manera importante en el estado de ánimo, aumentando el pesimismo y la desgana. La vitamina D participa en la síntesis de serotonina en el cerebro, de ahí su directa relación con el buen o mal humor de nuestros pequeños. (Imagen 9)

Imagen 9. Vitamina D

Ofrece alimentos ricos en selenio. Una deficiencia en selenio se relaciona con un peor humor, dada su participación en muchas reacciones químicas en el cerebro, por lo que una dieta rica en frutos secos, semillas, pescados y legumbres es beneficiosa para asegurar su aporte. (Imagen10)

Imagen 10. Selenio.

 Investigación de campo

Biblioteca municipal Sor Juana Inés de la Cruz. (Vicente Guerrero #42, Tultepec. 54960) Imagen 11.

 Biblioteca IBBY (Goya 54, Insurgentes Mixcoac, Benito Juárez, 03920, Ciudad de México) Imagen 12.

Recintos de donde obtuvimos la siguiente información

-Un fragmento de la traducción del artículo original especializado del archivo digital.

Healthy lifestyles of children and adolescents

(Lilia Campo-Ternera , Yaneth Herazo-Beltrán, Floralinda García-Puello , Mariela Suarez-Villa , Orlando Méndez , Francisco Vásquez-De la Hoz.)

Educar a los niños y niñas para la salud, es educar para la vida

Hoy en día sabemos de la importancia que tiene una buena alimentación para la salud, pero no por ello nos alimentamos correctamente. La salud ya no se considera simplemente como la ausencia de enfermedad, sino que se entiende que una persona está sana cuando goza de un estado de bienestar general y es consciente de ello.

La Organización Mundial de la Salud define la Educación para la Salud como “el proceso educativo dirigido a dotar a las personas y a la comunidad de la capacidad de aumentar su control sobre los factores que tienen influencia sobre su salud”.

La familia es el motor más importante para que nuestros niños y niñas sepan, pero también que quieran y que puedan comportarse de forma saludable, mediante el desarrollo de todas sus capacidades y a través de la reflexión, la creatividad, la motivación, el espíritu crítico, la autoestima y la autonomía.

Muchos de los hábitos y costumbres que se adquieren desde la familia acompañan a las personas a lo largo de toda la vida. Como padres y madres tenemos la obligación de inculcar a nuestros hijos e hijas unos valores necesarios para que desarrollen estilos de vida saludables y favorecer así su desarrollo integral.

-Guía para las familias. “Cómo promover hábitos saludables y el desarrollo socioeducativo para niñas y niños” Barrios M. Raúl. Madrid 2014. Editorial. CEAPA.

Inculcar hábitos desde la infancia

Para conseguir incorporar esos hábitos saludables a las rutinas diarias hay que ser constantes y pacientes e insistir para que así el proceso educativo se vaya instaurando y pueda dar fruto. Muchos de los hábitos saludables comienzan siendo un juego de imitación de las conductas de las personas mayores. Si en la infancia se adquieren unos hábitos de alimentación y actividad física adecuados, se mantendrán en gran medida a lo largo de la vida, y ayudarán a nuestros hijos e hijas a prevenir la obesidad, así como numerosas enfermedades cardiovasculares, y gozar de la vida con energía, bienestar y salud.

Ocio y tiempo libre

El ámbito familiar debe generar alternativas de ocio e incluso la familia puede ser en sí misma una alternativa de ocio. En una familia donde el ocio y el tiempo libre se consideran un bien necesario y como tal se vive, es muy posible que esa familia sea más sensible a la generación de alternativas flexibles y adaptadas a cada momento del grupo familiar. Las principales claves del éxito para disfrutar y superar el reto de sacar partido al tiempo libre que compartimos con nuestros hijos es implicarles en la preparación y organización de las actividades atractivas y beneficiosas con actitud positiva: aprender a pasarlo bien todos juntos es, al fin y al cabo, establecer unos vínculos y relaciones de complicidad y comunicación que les servirán como base para su futuro. Ofrecerles propuesta que sirvan para educar, divertir, relajar y sobre disfrutar en familia. Para poder inculcar buenos hábitos de ocio es imprescindible que analicemos la manera en la que nosotros empleamos y disfrutamos del ocio y en qué lo empleamos, puesto que somos modelos para nuestros hijos y hay que generar espacios de tiempo para disfrutar de un ocio de calidad. Si como padres somos capaces de divertirnos en nuestro tiempo libre lo más normal será que nuestros hijos generen hábitos parecidos y disfrutar de aficiones comunes que proporcionen cohesión, comunicación y convivencia. Imagen 13

 

Los deberes

La familia tiene que ayudar al niño a desarrollar actitudes positivas a la hora de hacer los deberes, a la vez que incidir especialmente en la organización de la agenda escolar, el espacio y el tiempo en el momento de programar las tareas a realizar.

También es interesante reforzar las técnicas de estudio. Pero, ¿cómo lograr que los deberes sean una experiencia más positiva para los hijos e hijas? En primer lugar es importante que los menores entiendan por qué es importante que hagan los deberes diarios: deben ser parte de su rutina y es una tarea de la familia explicar a sus hijos que nada que realmente merezca la pena se consigue sin esfuerzo y que, por ello, es necesario seguir trabajando después de clase. La familia debe recordar al niño que hace falta que practiquen mucho con los conocimientos que aprenden a diario para llegar a poder dominarlos con facilidad. Es importante que la familia fije una hora y un lugar para que los pequeños hagan sus deberes.

El lugar escogido puede ser cualquiera donde se pueda trabajar cómodamente y donde no encuentren demasiadas distracciones, aunque es preferible que cuenten con un área, aunque sea pequeña, especialmente destinada al estudio, porque así cuentan con un rincón donde mantener sus libros y herramientas de aprendizaje siempre en un mismo lugar.

Además, según los psicólogos especializados, el estar en un área especial evoca un sentido de propósito en los escolares y los ayuda a concentrarse en las tareas que tienen. Eso sí, nunca deben hacer los deberes con la televisión encendida, porque esto fomenta malos hábitos de estudio.

Dispositivos Móviles e Internet

Con internet parece que tenemos todo a golpe de click: ha venido a facilitarnos la vida, podemos chatear con amigos, resolver problemas administrativos, navegar, jugar, leer…pero a su vez es una de las fuentes que más dudas genera a las familias debido a que los menores se acercan a la pantalla a edades cada vez más tempranas y acceden a la red sin una supervisión y un asesoramiento adecuados pudiendo acabar visitando páginas para adultos, contactando con extraños y visualizando contenidos restringidos como páginas de carácter violento, sexista, etc. Para afrontar este problema, una serie de consejos útiles:

  • Colocar el ordenador en un lugar de uso común.
  • Contar con un sistema de protección infantil.
  • Recibir informes semanales con las actividades que los menores han realizado.
  • Informarse y advertir sobre cómo proteger los datos personales y sobre el peligro del correo no deseado (spam) o los virus.

Pero sobre todo, además de todos los controles parentales y protecciones que podamos instalar en el ordenador, lo más efectivo como padres y madres es educar e informar a nuestros hijos e hijas acerca de su correcta utilización. Imagen 14.

Imagen 14. Uso de dispositivos. (Esta imagen es ilustrativa, no pertenece al artículo original)

Los videojuegos

 Los videojuegos también han entrado a formar parte de la vida de los más pequeños en diferente formato, dinámicos y temáticos. Aunque las escenas de los videojuegos no sean reales, los niños pueden verse influenciados por ellas, y por eso los adultos deben escoger muy bien qué tipo de juegos son los más adecuados teniendo en cuenta la edad y el contenido de los mismos. Es conveniente seleccionar juegos que favorezcan la participación, la interacción de varias personas y que refuercen valores positivos y la adquisición de destrezas.

Los móviles

La tecnología actual permite utilizar los terminales no sólo para conversar, sino también para enviar mensajes cortos, chatear, jugar, hacer y enviar fotografías, descargar archivos musicales o vídeos. Así el móvil ha cambiado nuestra forma de relacionarnos. Los jóvenes no son ajenos a este hecho y son usuarios muy activos y adelantados de esta tecnología, que permite la comunicación en tiempo real, con lo que esto supone de influencia sobre las relaciones. Tal dependencia ha producido en los jóvenes que en los colegios han tenido que prohibir su utilización.

Animación a la lectura

Sabemos que leer es importante y provechoso, que mejora el rendimiento académico de los niños y que tiene muchos beneficios en la vida cotidiana. La lectura favorece un mejor desarrollo afectivo y psicológico en los niños, les da la oportunidad de experimentar sensaciones y sentimientos con los que disfrutan, maduran y aprenden; con los libros ríen, sueñan y viajan a otros mundos; comparten momentos gratos en familia reforzando así el vínculo con los padres.

Está comprobado que los niños lectores ganan en agilidad mental, se concentran más y acostumbran a sacar buenas notas. Leer es crecer, viajar, soñar…. en definitiva, con la lectura los niños crecen en todos los sentidos. Pero… ¿cómo conseguimos que nuestros hijos se interesen por la lectura? A leer suelen enseñar en la escuela, pero los verdaderos lectores, aquellos que disfrutan realmente con la lectura, se forman en el ámbito familiar. Los padres y las madres son los responsables de crear el clima adecuado para fomentar el hábito de la lectura entre sus hijos e hijas implicándose a fondo en el proceso.

Es fundamental que los niños y niñas vean que en casa se lee, de padres y madres lectores, surgen hijas e hijos lectores. Y es precisamente en la primera década de la vida cuando las personas pueden adquirir este hábito. Enseñar a leer es la asignatura que las familias deben transmitir a sus hijos, teniendo en cuenta siempre su carácter, motivación, gustos e intereses. Imagen 15.

Imagen 15. Promover la lectura

(Esta imagen es ilustrativa, no pertenece al artículo original)

Como parte de esta investigación, recibimos asesoría y realizamos una entrevista a una especialista en el tema, la Psicóloga María José López Blanco.

 -Buenas tardes, mi nombre es Carlos Santiago Hidalgo Reséndiz estoy haciendo una investigación acerca de cómo intervienen los hábitos saludables en el comportamiento de los niños.

-Buenas tardes Dra.

¿Cuál es su grado de estudios y actualmente a que se dedica?

 Buenas tardes Carlitos, mi grado de estudios, soy licenciada en psicología, tengo una maestría en educación y docencia, dos especialidades, una en niños y otra en neurolingüística y actualmente doy consultas privadas y trabajo para el hospital Español.

 -¿Cuáles son las problemáticas conductuales más comunes en los niños?

Debido a la pandemia, hay una falta de interés en todos los niños, ¿sabes por qué?, por el celular, por la tableta, videojuegos, los niños no quieren estudiar, no quieren dedicar tiempo a un libro, es ahí en donde entran los hábitos, para que no guíes toda tu atención en estos dispositivos.

 -¿Si los padres detectan un problema de atención o conducta, usted qué recomienda?

Lo primero que se recomienda es detectarlo, diagnosticarlo, saber de dónde proviene, puede ser bullyng escolar no atendido por algún docente, o un profesor no preparado para hacerle frente. El problema puede venir de casa, dentro de familias disfuncionales o violentas, solo por mencionar los factores más comunes en mi consultorio.

 -¿En su experiencia, considera que los hábitos intervienen en la conducta de los niños?

Si, yo te voy a preguntar a ti, luego de tu tratamiento conmigo y tus cambios de hábitos, ¿en qué mejoraste?

-En la lectura, en atención, en la escuela.

Ok, entonces si son buenos, tienen impacto. Un niño sin una adecuada guía en casa o en la escuela, es uhn niño que crecerá sin dirección.

-¿Cómo afecta la alimentación en su comportamiento?

Muchísimo, ¿qué será lo que menos les guste comer a los niños?

-Las verduras

¡las verduras!, cuando no nos gustan las verduras, hay problemas, nuestro rendimiento baja. Siempre que despertamos necesitamos energía, “desayuno” la primer comida y mas importante antes de arrrancar el día.

Mejora tu estado de animo, tu piel, tu rendimiento. Acuérdate que un cuerpo hidratado tiene buen funcionamiento en tu torrente sanguíneo y en el cerebro.

-¿Cuáles son los hábitos de salud mental que recomienda?

Siempre y cuando el niño tenga la guía adecuada para  tener buenos hábitos en casa y en la escuela, mentalmente crecerá sano, hay muchas terapias, por ejemplo, la que ocupamos contigo es ocupacional, canalizando todo tu potencial en cosas positivas para optimizar tu rendimiento, tu atención y tu manera de enfocar las cosas.

-¿A qué consideras que se deba el mal comportamiento?

A la falta de interés de los padres y de los maestros, los padres siempre atentos y comprometidos con el desarrollo de sus hijos en todos los aspectos, profesores que no están preparados para hacer frente al seguimiento de hábitos en su propio salón, una mala comunicación entre padres y maestros, que no trabajan a la par. Padres que responsabilizan al colegio. Son muchas cosas.

-Muchas gracias por el tiempo que nos brindó.

De nada Carlitos, estoy para servirte. Imagen 16.

 Imagen 16. Entrevista

Investigación experimental

Como estudio de caso y atendiendo mi propio diagnostico con problemas de integración social y deficiencia de concentración y atención en el aula. Emprendo esta investigación, al mismo tiempo con una terapia psicológica y poniendo en práctica la propuesta aquí desarrollada, “hábitos saludables”.

Una vez que fue canalizado mi diagnostico con una especialista y en conjunto con la terapia, mis padres y maestros, hicimos cambios importantes en las rutinas y hábitos en casa y en el colegio.

Aunque los diagnósticos son variados de un niño a otro, de acuerdo con su edad y circunstancias, esta pequeña guía es de utilidad para cualquiera, con o sin problemas de conducta, pues fortalece los buenos hábitos y la salud mental y física de las niñas y los niños.

Procedimiento

Con ayuda de tu familia establece una rutina especifica para cada día de la semana, tomando en cuenta las actividades escolares y extraescolares que realizas. Involucra a padres, hermanos o familia que habiten la misma casa. El trabajo en equipo es importante.

1.- Horarios fijos. Establece un horario para iniciar el día, la hora para levantarse y prever tiempo suficiente para dejar tu dormitorio limpio, antes de salir de casa.

 2.- Aseo personal. Habiendo establecido un horario, deberán tener tiempo suficiente para iniciar el día limpio, aseado, peinado y de más.

3.- Alimentos. Importante no permitirse iniciar la rutina escolar sin haber desayunado. Comer en los horarios establecidos, y no ir a la cama con el estómago vacío.

 4.-Gestionar. Organiza tu tiempo para realizar tus deberes escolares, las tareas no se hacen a las 10 de la noche, ni minutos antes de entrar   al colegio, si quieres tiempo de ocio, deberás concluir estas lo antes posible.

5.- Obligaciones.  Recuerda que si habitas un espacio que compartes con más integrantes de tu familia, deben de trabajar en equipo para que este permanezca armonioso, ayuda con los quehaceres básicos y de acuerdo con tu edad. Lava tu plato, ropa sucia en su lugar, ropa limpia en su lugar, juguetes ordenados.

6.-Tiempo libre. Es importante desarrollar tu imaginación, aburrirse es parte de tu desarrollo, encontrar un vacio en tu tiempo, ayudara a gestionarlo mejor, lee, dibuja, etc.

7.- Los dispositivos móviles no son juguetes, son herramientas de trabajo escolar y comunicación, y puedes ocupar “Ocasionalmente” como entretenimiento, no más de tres horas en una semana y con la supervisión de un adulto. No podemos tener una cuenta personal de ninguna red social.

8.-Ejercicio. Es importante mantenerte activo físicamente, camina, corre o busca espacios de recreación en tu bicicleta, patines o practicando un deporte. Una actividad artística también puede ayudar.

9.-Descanso. Un cuerpo que se alimenta correctamente, y descansa, se desarrolla sanamente, no te desveles de acuerdo a la edad de los niños, debemos dormir entre 8 y 10 horas, no consumas alimentos en exceso antes de ir a la cama, no duermas con aparatos eléctricos encendidos como televisión, teléfonos o tabletas.

10.- Comunicación. Establece momentos precisos y constantes de comunicación con padres, tutores y adultos de confianza que te rodean, esto servirá para expresar como te sientes y si necesitas modificar algo en tu rutina.

 

Galería Método

Resultados

Obtuve una investigación que sentó un precedente en mi caso particular, pero que sirve como guía para cualquier niña o niño que junto con su familia deseé mejorar los aspectos conductuales dentro de su desarrollo. Obtuve cambios significativos en mis hábitos para mejorar conducta y atención, mejoro mi rendimiento académico y la integración social dentro del colegio y entorno familiar. Utilice con ayuda de mi terapeuta un “marcador de metas” en el que participaron todos los integrantes de mi familia, obteniendo los resultados antes mencionados y siguiendo la guía citada en el procedimiento de esta investigación. Imagen 24.

Imagen 24. Marcador de metas.

Galería Resultados

Discusión

Los hábitos solo pueden desarrollarse siempre y cuando el individuo tenga la disposición al cambio, es por ello que el acompañamiento de terapia incentiva la practica de los buenos hábitos, también es un hecho que factores externos como la alimentación, el ambiente y clima escolar y familiar favorecen o perjudican el desarrollo de un hábito.

Conclusiones

Identificar de manera oportuna patrones o comportamientos atípicos en el desarrollo físico y mental de los niños, permite generar un plan de acompañamiento familiar o terapéutico, dependiendo de la severidad del caso, identificando a corto o mediano plazo aquellos factores que afectan de manera directa este tipo de comportamientos, permitiendo así crear estrategias sencillas que reflejan resultados óptimos, mejorando la calidad e integración de un niño en su entorno.

Bibliografía

Salvador Castell, Gemma Blanquer Genovart, Maria Manera Bassols, Maria. (2020) Alimentación saludable en la etapa Preescolar. Ed. Agencia pública de Cataluña.

Uceda Maya Elena ( 2020) Influencia del comportamiento en las conductas en alimentación de niños de educación infantil. Estudio de caso.

http://www.codajic.org/sites/default/files/sites/www.codajic.org/files/Guia-HabitosSaludablesOcio-CEAPA

https://www.raicespsicologia.com/habitos-saludables-para-ninos-y-ninas

https://www.infobae.com/salud/2023/04/04/nueve-habitos-saludables-que-ayudan-a-los-ninos-con-tdah-y-sus-familias/

https://www.unicef.org/bolivia/media/251/file/bol-unicef-sesamo-listos-a-jugar-2018.pdf

https://www.redalyc.org/journal/741/74156437005/html/

Summary

Research Question

Problem approach

Background

Objective

Justification

Hypothesis

Method (materials and procedure)

Results

Discussion

Conclusions

Bibliography