El presente trabajo pretende identificar si existen en México volcanes Submarinos y conocer qué y cómo son las erupciones volcánicas; el impacto en el medio ambiente y/o posibles afectaciones al humano.
Los volcanes, una de las más poderosas fuerzas de la naturaleza, siempre han inspirado admiración y respeto. Cuando un volcán entra en erupción, puede producir olas de lava que se deslizan por sus laderas, destruyéndolo todo a su paso, o estallar con una explosión atronadora, lanzando a grandes alturas nubes de gases, cenizas y fragmentos de roca. Cualquiera que sea la forma de erupción, esta pirotecnia natural altera para siempre el entorno. Motivo de interés por conocer si existe algún volcán marino en México
Un volcán submarino es un volcán ubicado totalmente o en su mayoría por debajo del nivel del mar. Los volcanes son estructuras geológicas que se forman como consecuencia de la necesidad de la Tierra de encontrar una vía de escape a la energía contenida en su centro. No importa si se trata de tierra firme o del fondo del océano, los volcanes pueden aparecer en cualquier región de unión de las placas tectónicas.
Cuando nacen en el fondo marino se les denomina volcanes submarinos y pueden llegar a formar islas completas. Así se forman los volcanes, que son fisuras en la superficie terrestre por donde escapa material proveniente de las profundidades, ya sea en forma de gas, lava o cenizas.
Lo más interesante es que estas fisuras pueden ocurrir incluso si se trata del fondo del mar, lo que llamamos volcanes submarinos. Después de todo, ahí también existe la tierra firme, salvo que está cubierta por toneladas de agua marina
En la capa de la Tierra conocida como litosfera, se encuentran lo que conocemos como placas tectónicas.
Estas son las partes más endurecidas del sedimento terrestre que se encuentran fragmentadas y que a menudo ven nacer volcanes justo en sus bordes. Y aunque solemos asociar el fondo del océano con una profundidad bastante pronunciada, lo cierto es que ahí también se puede encontrar tierra firme, salvo que está cubierta por grandes volúmenes de agua.
Cuando en las capas terrestres más interiores se suscita una elevación de temperatura en el magma, la presión contenida dentro se elevará y buscará una vía de escape. En ese sentido, no es extraño que incluso en el fondo oceánico se vean nacer imponentes volcanes, que se denominan submarinos que no son otra cosa más que fisuras provocadas por la presión generada por el material incandescente del centro de la Tierra.
La gran mayoría de ellos se encuentran, como ya hemos dicho, en los bordes de las placas tectónicas que, en el caso de las profundidades del mar, se denominan dorsales oceánicas. Al igual que un volcán terrestre, los volcanes submarinos pueden entrar en erupción, arrojando en el proceso magma, gases y vapores. Pese a que podría
tomarse como la contradicción más grande de la naturaleza, lo cierto es que, en una erupción submarina, el fuego y el agua se encuentran en una misma situación.
En ocasiones cuando el volcán se encuentra cercano a la superficie del agua, se pueden detectar las erupciones submarinas gracias a la aparición de fumarolas o respiraderos hidrotermales.
No todos los volcanes submarinos son iguales y por lo tanto, sus erupciones no son iguales. Dependerán intrínsecamente de la profundidad a la que se encuentran, pues la presión suele variar e influirá en el comportamiento de estos.
Pero se sabe que las erupciones submarinas pueden ser al menos de dos tipos: esporádicas o continuas. En el primer caso, la actividad se presenta aislada en el tiempo, caso contrario a las continuas que arrojan constantemente material incandescente hacia el océano.
A medida que la masa terrestre que desciende se hunde en las profundidades de la Tierra, las temperaturas y las presiones aumentan, liberando agua de las rocas. El agua reduce ligeramente el punto de fusión de la roca suprayacente, formando un magma que puede abrirse camino hacia la superficie: la chispa de la vida que despierta a un volcán dormido.
Las erupciones submarinas continuas son muy importantes, pues el material volcánico termina por ascender a la superficie oceánica. Y más tarde se encarga de formar nuevas islas como es el caso de Islandia, que se encuentra justo encima de la dorsal atlántica
Por la naturaleza de este tipo de volcanes, los investigadores llevan poco tiempo contando con las herramientas necesarias para estudiarlos. Pero se estima que no es un fenómeno extraño, por lo que las profundidades marinas albergan al menos a un millón de ellos. No obstante, los investigadores calculan que actualmente existen alrededor de 5 mil volcanes submarinos activos en todo el globo terráqueo.
Las erupciones volcánicas conllevan muchos peligros además de las corrientes de lava. Es importante prestar atención a los consejos de las autoridades locales durante las erupciones activas y evacuar las regiones cuando sea necesario.
Un peligro particular son los flujos piroclásticos, avalanchas de rocas calientes, cenizas y gases tóxicos que bajan por las laderas a velocidades de hasta 724 kilómetros por hora.
Del mismo modo, los flujos de lodo volcánico llamados lahares pueden ser muy destructivos. Estas rápidas olas de
lodo y escombros pueden descender por los flancos de un volcán y sepultar ciudades enteras.
La ceniza es otro peligro volcánico.
A diferencia de los suaves y esponjosos trozos de madera carbonizada que quedan después de una hoguera, la ceniza volcánica está formada por fragmentos afilados de rocas y vidrio volcánico de menos de dos milímetros de diámetro. La ceniza se forma cuando los gases del magma ascendente se expanden, rompiendo las rocas que se enfrían al salir de la boca del volcán. No solo es peligroso inhalarla, sino que es pesada y se acumula rápidamente. La ceniza volcánica puede colapsar estructuras débiles, causar cortes de energía y resulta un desafío quitarla con una pala después de la erupción Los volcanes avisan de que están a punto de entrar en erupción, por lo que es fundamental que los científicos vigilen de cerca los que se encuentran cerca de grandes núcleos de población. Las señales de advertencia incluyen pequeños terremotos, hinchazón o abultamiento de las laderas del volcán y aumento de la emisión de gases de sus respiraderos. Ninguna de estas señales significa necesariamente que una erupción sea inminente, pero pueden ayudar a los científicos a evaluar el estado
del volcán cuando el magma se está acumulando.
La vigilancia constante es esencial para poder evitar pérdidas de vidas humanas como consecuencia de las erupciones volcánicas
Sin embargo, es imposible saber con exactitud cuándo entrará en erupción un volcán, o incluso si lo hará.
Aunque se han producido varias erupciones grandes en la historia documentada, las erupciones volcánicas actuales no son más frecuentes que las de hace una década o incluso un siglo. Al menos una docena de volcanes entran en erupción un día cualquiera. A medida que aumenta la capacidad de vigilancia de las erupciones volcánicas y el interés por ellas, la cobertura de la actividad aparece con más frecuencia en las noticias y en las redes sociales.
El mundo no es más activo desde el punto de vista volcánico, simplemente somos más conscientes de que lo es. La importancia del conocimiento que puede aportar una erupción va mucho más allá de entender mejor la dinámica eruptiva y poder prever otras con mayor antelación; también arroja luz sobre el impacto sobre los ecosistemas y la biodiversidad, sobre la agricultura o los depósitos de magma.
Sin embargo, además de su impacto, la innovación ocupa un papel especial en estas investigaciones, ya que hace años que los científicos investigan nuevas aplicaciones para los residuos volcánicos, que pueden ser aprovechados como absorbentes de contaminantes, como materiales ignífugos, biomasa y como material de construcción. “No existen residuos, sino materia prima en el lugar equivocado. Ya los romanos usaban las cenizas de las faldas del Vesubio para construir”
Cuando la implacable fuerza de la naturaleza se abre paso, las consecuencias de los ciclos ecológicos naturales a menudo son devastadoras para la vida en la Tierra. las consecuencias ambientales que dejan tras de sí la lava, los gases y la ceniza son cada vez mayores.
Los efectos que tienen las erupciones volcánicas y las fallas geológicas para el medio ambiente pueden ser múltiples.
Estos fenómenos naturales, como los terremotos y los tsunamis, tienen un alto índice de impacto ambiental, no sólo por sus devastadoras consecuencias inmediatas en las zonas urbanas, sino por las ocasionadas en la propia naturaleza. Según el alcance de la erupción y su zona de influencia, encontramos en mayor o menor medida alteraciones en la
biodiversidad, los suelos, la calidad del aire, impactos en los acuíferos, en la agricultura.
EN MEXICO EXISTEN 2 VOLCANES
SUBMARINOS
Everman o Socorro, Colima
Situado en el punto culminante del Archipiélago de Revillagigedo, Colima, ubicado en el Océano Pacífico.
El volcán Evermann se comenzó a formar hace 180 000 años y ha tenido varias erupciones a lo largo de su vida, aunque no todas se han podido estudiar debido a su lejanía. Algunas de ellas ocurrieron en 1848, 1896, 1951 y 1993-1994.
Cuando salió a la superficie formó la Isla Socorro, conformada por un enorme volcán en escudo, formado principalmente por flujos de lava., aunque sus últimas erupciones han sido un poco más explosivas, formando conos de escoria y domos de lava. Su última erupción en 1993 fue submarina, arrojando grandes bloques de escoria y reticulita al océano, pero sin actividad explosiva en la superficie. Las erupciones de este volcán podrían provocar la formación de un tsunami, afectando a los habitantes en las costas de Colima. Actualmente Evermann sólo presenta actividad en forma de fumarolas. El Evermann es un volcán en escudo, conocido también como Boquerón.
Su edad es de 180,000 años
Su Altitud (msnm): 1,051 metros sobre el nivel del mar, pero debajo del mar tienen otros >3 000 metros de altura
El archipiélago Revillagigedo está conformado por cuatro islas: San Benedicto, Socorro, Clarión y Roca Partida. Las cuatro islas son cimas de volcanes, aunque los principales son Bárcena y Evermann, el volcán Evermann en la isla Socorro (o Benito Juárez). Estos volcanes son parte de una gran cordillera submarina en el Océano Pacífico que comenzó a formarse hace aprox. 3 millones de años debido a la separación de las placas Rivera y Pacífico.
Actualmente, las islas Revillagigedo son Patrimonio Mundial Natural de la Humanidad (UNESCO) y Reserva de la Biósfera por su gran biodiversidad.
El Volcán de Pochutla
Hay poca información sobre la existencia de un volcán submarino que se encuentra frente a la Bahía de Puerto Ángel en Oaxaca Jorge L. Tamayo, en su “Geografía General de México”, comenta sobre el Volcán de Pochutla, cerca de Puerto Ángel, Oaxaca, que entró en erupción en 1870; y de un volcán submarino que se encuentra frente a Puerto Ángel e hizo erupción en 1803 y 1875. No existe un
monitoreo de estos volcanes inactivos y no se sabe si podrían hacer erupción y con que intensidad lo harían.
El “Catálogo de Tsunamis de E.U. de 1993, refiere un relato que Gay ya menciona en su “Historia de Oaxaca” en una “Carta del alcalde mayor de Igualapan (Guerrero) Gaceta de mayo de 1787”, que el 28 de marzo 1787 ocurrió un sismo a las doce del día y duró cerca de cinco minutos repitiendo en la tarde y noche: “El mar se vio correr en retirada, y luego crecer y rebosar sobre el muelle, repitiéndose esto varias veces por espacio de 24 horas, al mismo tiempo que la tierra se cernía con frecuentes terremotos. En la playa abierta se salieron de caja las aguas del mar, derramándose con fuerza y arrastrando entre sus ondas gran cantidad de ganado, que pereció. Algunos costeños, como el regidor de Oaxaca, pudieron salvar sus vidas encaramándose a los árboles hasta que se retiraron las aguas.
Algunos pescadores en la barra de Alotengo, a las once horas de ese dia, vieron con asombro que el mar se retiraba, dejando descubiertas en más de una legua tierras de diversos colores, peñascos y árboles submarinos, y que retrocediendo luego con la velocidad con que se había alejado, cubría con sus ondas los bosques de la playa, en que se internó más de dos leguas, dejando entre las ramas de los mares al volver a su caja, muchos y variados peces muertos; algunos de los pescadores perecieron, y otros pudieron salvarse muy estropeados”. Gay. pág 426.
En Acapulco la marejada alcanzó una altura de 4 metros. La ola del tsunami fue observada también en la región de Pochutla y Tehuantepec.
De 1870, año de erupción del volcán de Pochutla, nos dice Gay: “En el (temblor) de 1870 se observaron algunos fenómenos extraordinarios: en Piñas, sin duda por las exhalaciones que produjo la
tierra removida violentamente y de que se cargó la atmósfera, se vieron brillar dos soles en el cielo al día siguiente, y en Miahuatlán por cuya dirección fueron más sensibles los estragos, se observó que en cierta área bastante dilatada de terreno, no se podían poner los pies por hallarse recalentada la tierra con el fuego central del globo. Se creyó entonces que tal vez algún volcán submarino era el signo poderoso de aquellos terremotos, y así se lo había presumido ya el barón del Humboldt, por la mucha piedra pómez que flota en las olas de la costa del pacífico”. (Gay. 422)
En 1875 año que menciona Tamayo en que hizo erupción el volcán de Pochutla, se mencionan fuertes temblores desde finales de 1874 y en 1875 un fuerte terremoto el 2 de enero, otro el 16 de febrero y un último el 8 de septiembre en que dice Martinez Gracida: “Se sintieron en el Distrito de Pochutla, durante 24 horas del día, 9 temblores que pusieron en alarma a sus habitantes.”
En Junio 16 de 1928, un tsunami se observó en Puerto Ángel, en donde el agua penetró una extensión horizontal de 55 m tierra adentro, destruyendo un almacén. En Chacahua, el agua penetro unos 45 m y también afectó Huatulco.
Volcanes en el resto del planeta
En otras partes del mundo se encuentra
volcanes submarinos de dimensiones enormes como por ejemplo el volcán en Tonga el cual hizo erupción el pasado 15 de enero 2022 puso en alerta a todo el planeta. El volcán Hunga Tonga-Hunga Haʻapai, en el Pacífico Sur, causó una explosión que se escuchó hasta en Estados Unidos, y provocó olas de más de un metro que embistieron las costas de Tonga.
El gobierno de Tonga dice que el tsunami fue un “desastre sin precedentes”
Las comunicaciones en la zona estaban paralizadas, después de que la erupción y el tsunami cortaran un cable submarino, lo que dificultó establecer la escala de la destrucción. Pero las consecuencias no solo se sintieron en el archipiélago. A 10.000 km del volcán, en Perú, se reportó un oleaje anormalmente alto. Y en otros países, entre ellos Japón y Chile, generaron alertas de tsunami.
Los volcanes submarinos pueden alterar el clima emitiendo CO2, Las erupciones de los volcanes oceánicos arrojan CO2 que produce un mayor calentamiento, derritiendo más hielo, lo que crea un efecto de autoalimentación que llevan al planeta de repente a un periodo de calentamiento.
Conocer la ubicación del o de los volcanes submarinos en México; con la finalidad de saber cuáles son las posibles consecuencias y estar preparados, en caso de haber una erupción volcánica en nuestro territorio
Vi en la televisión las noticias sobre la erupción de un volcán submarino en Europa – España
Si los volcanes nacen en zonas donde hay movimientos tectónicos entonces México se considera una zona con alta probabilidad para el desarrollo y crecimiento de los volcanes submarinos, al ser una zona con movimientos tectónicos recurrentes
Se realiza experimento en casa:
Material:
Procedimiento
Recreando la erupción del volcán
1.- Con la plastilina café se forma el volcán y con ayuda de la plastilina roja se forma el cráter.
2.- Se prepara el recipiente grande (pecera) con el agua fría y se le pone titna azul para simular el color del agua del mar
3.- En el recipiente pequeño se le agrega tinta roja, se revuelve y se le agrega agua caliente hasta llenarlo y se le pone la tapa, se ingresa inmediatamente en el recipiente grande
4.– Se observa como el calor (representación del magma) al estar en contacto con el agua fría hace empieza a salir el agua del frasco pequeño simulando la erupción.
Se propone que en las dos zonas (y sus alrededores) en donde se conoce hay volcanes submarinos en México, crear una alarma, así como la creación de un mecanismo para aprender más sobre este tema; creando la concientización en la población para estar preparada en caso de erupción y les de la oportunidad de ponerse a salvo.
La naturaleza es impredecible por lo tanto es poco posible proveer
Es de gran importancia conocer que son los volcanes, estar conscientes que vivimos en una zona volcánica, así como las erupciones que estas se generan por ser un espectáculo de la naturaleza, pero tener conocimiento de que hacer en caso de emergencia en caso de una erupción por los daños de los gases y materiales peligros que estos emiten y causan a la naturaliza y a la vida humana si se está cerca
Catálogo De Tsunamis en La Costa Occidental de México. 1993. Antonio J. Sánchez Devora. Salvador F. Farreras Sanz. Centro Mundial de datos para la geofísica de la tierra sólida, Boulder Colorado. E. U.