Con este trabajo quiero mostrar que lo que muchos tomamos como basura, otros podemos aprovechar y ayudar a cuidar el medio ambiente. Algunas latas son recicladas en fábricas pero los consumidores de productos enlatados generamos mucha basura.
En México se consumen muchos productos que se guardan en latas, esto genera cantidades muy grandes de basura, por ello quiero utilizarlas y generar cosas útiles en la vida diaria.
México es un país en donde la recolección y reciclaje de aluminio es relativamente eficiente comparado con otros países. A pesar de que el país no es un productor de aluminio, el reciclaje del metal ha permitido que la industria se desarrolle.
El alto porcentaje de reciclado se debe a que en México no se produce el aluminio para las latas. Por lo que se tiene que importar de países como EU o Brasil. Así que una de las formas de reducir esas importaciones y los costos que conllevan es reutilizar el aluminio.
Las latas de aluminio tardan aproximadamente 400 años en descomponerse cuando se dejan en un vertedero. Es por esto que reciclar las latas de aluminio aporta importantes beneficios tanto medioambientales, como económicos y sociales:
Aunque algunas otras latas se degradan en 10 años, la cantidad de latas que se utilizan ponen en riesgo el medio ambiente, en Estados Unido en la ciudad de Nueva York hay un centro de reciclaje un espacio comunitario y un eje impulsor de la sostenibilidad llamado sure we can en un año recolectaron casi 10 millones de latas y botellas, cada año piensan incrementar esta cifra, esto también ayuda a trabajos para empleados verdes. Una lata reciclada es una lata menos que que termina en la basura o en el mar.
Parte del impulso del reciclaje es festejar el dia internacional de la madre de tierra el cual se celebra el 22 de abril.
El aluminio es uno de los metales más abundantes en nuestro planeta. Además, por sus propiedades, también es uno de los que más utilizamos y consumimos en nuestro día a día. Hay multitud de objetos y utensilios fabricados en aluminio que manejamos cotidianamente, aunque ya casi nunca le prestamos atención a este hecho.
Envases, llaves, tuberías, aparatos eléctricos… la cantidad de artículos que están hechos de aluminio en su totalidad, o en parte, es inmensa y éste es uno de los motivos que más importan para que seamos conscientes de la importancia de su reciclaje.
En este artículo, nos centraremos concretamente en el reciclaje de las latas de aluminio. Son millones las latas de bebida que se consumen a diario en el mundo, aunque, por fortuna, muchas de ellas terminan en su destino adecuado.
Una vez usadas y desechadas, las latas de aluminio han de depositarse en los contenedores de color amarillo de las ciudades. Estos contenedores son los que muchos conocen como contenedores para envases y plásticos, y es en los que también echamos las botellas de plástico de agua o de refrescos, los tetrabriks, etc.
Hay que recordar que, aunque en estos contenedores se depositen las latas de aluminio y también algunas tapas y tapones metálicos de otros envases y botellas, no se deben introducir, en términos generales, cualquier aparato metálico, y mucho menos electrodomésticos, cables y demás objetos similares. Todos éstos se han de llevar a un punto limpio, en el que podrán separarse de un modo adecuado.Para el reciclaje de las latas de aluminio no afecta que éstas estén en su forma original o se introduzcan aplastadas en los contenedores. De hecho, es normal que, durante todo el proceso, y al estar vacías, vayan sufriendo golpes y abollones que alteren su forma inicial. Lo mismo sucede con las botellas de plástico y demás recipientes que van a este contenedor, aunque haya informaciones y leyendas que digan que estas costumbres de aplastarlas y reducir su tamaño final sea una mala práctica.
Cuando llegan a la planta de reciclaje, todos los objetos depositados en los contenedores amarillos necesitan unos procesos antes de su reciclado final.
El primer paso en este caso es la separación de los objetos por tamaños. Esto hace que los que sean menores de 8 centímetros se separen de los de mayores dimensiones, completando así un primer filtrado.
El segundo filtrado se lleva a cabo en una rampa en movimiento, que permite distinguir los objetos por su densidad y su peso. Al moverse la rampa, los objetos más ligeros pueden subir de un modo más rápido que los pesados, los cuales permanecen en la base.
Finalmente, tanto en lo que se refiere a los objetos pequeños como a los más grandes, densos o pesados, se hace una última separación. Es fundamental para el reciclaje de las latas de aluminio que estén separadas de los objetos de plástico que también se manejan en estas plantas. Por este motivo, se utilizan unos separadores magnéticos que consiguen apartar los distintos materiales.
Todos estos procesos de separación que hemos comentado están mecanizados, lo cual agiliza enormemente las tareas. Pero no son perfectos, por lo que, para minimizar los fallos en el reciclado, también se le añade otro componente humano para afinar un poco más en la separación entre las latas de aluminio y el resto de envases depositados en los contenedores amarillos.
Las latas de aluminio, así como todos los objetos de este metal que se reciclan, con tratadas y convertidas en grandes bobinas que se distribuyen para una posterior reutilización.
Y es que una de las mayores virtudes del aluminio es que puede utilizarse cuantas veces se quiera una vez reciclado. El aluminio no pierde ninguna de sus características en cuanto a dureza, ductilidad, resistencia a la corrosión o alta conductividad eléctrica por estar reciclado.
A pesar de todas las ventajas comentadas, hay una cosa que debemos tener en cuenta: las latas de aluminio también contienen un pequeño porcentaje de material de plástico. ¿Cómo es posible? Hay diferentes vídeos que demuestran que existe una capa de plástico en el interior de estos envases. En concreto, se trata de un revestimiento interior que protege el contenido líquido del metal y viceversa. Esto se hace con el fin de que el líquido no absorba los olores o sabores indeseados propios del metal y por otro lado, para evitar daños en el metal en los casos en los que el líquido sea ácido. ¿De qué material se trata? A pesar de una amplia gama de barnices que existen para diferentes funciones, todos parten de un tipo de resina como fenólicos, resinas epoxi, resinas vinílicas, poliéster, etc.
Por este motivo, debemos cambiar nuestro hábito de usar y tirar, reduciendo el uso de envases antes que reciclarlos. Porque la fabricación o el reciclaje de los envases deja una huella ecológica que no podemos borrar a corto plazo. La lata de aluminio tampoco es una excepción, especialmente cuando sabemos que no está compuesta por un único material.
Reciclar las latas que llegan a casa para evitar que terminen en la basura ayudar así al medio ambiente y crear objetos que nos ayuden en la vida diaria.
A mi casa llegan muchas latas y se tiran a la basura.
Si utilizamos las latas en lugar de desecharlas entonces estaremos ayudando a no generar más basura.
Materiales:
1.Latas de leche ya utilizadas
6.Cuter
7.Materiales que tengas en casa para decorar las latas
Procedimiento:
1.-Limpiamosr perfectamente las latas
2.- lijmos cada una de las latas
3.-Pintamos la lata de tu color favorito.
4.- Pegamos es el sticker en donde escribirás el nombre
5.- Escribimos el nombre de lo que vas a almacenar en la lata.
6.- Abrimos con un cuter y ayuda de un adulto la tapa de alguna lata.
6.- Llenamos la lata.
Tenemos como resultado, especieros, lapiceras, alcancías y todo lo que imagines utilizando material reciclado.
Utilizando nuestra imaginación y materiales reciclables podemos hacer cosas que utilizamos día a día, además de ayudar a no generar basura.