Hannah Kyoko Alvarez Holl
Los primeros Auxilios son procedimientos terapéuticos que podemos aplicar a las víctimas de accidentes o enfermedad repentina, mientras llega la ayuda especializada. Están destinadas a conservar la vida del paciente, no agravar o mejorar el estado sanitario del mismo Son las medidas o cuidados adecuados que se ponen en práctica y se suministran en forma provisional a quien lo necesite, antes de su atención en un centro asistencial. Para asegurar la atención oportuna y eficaz en primeros auxilios se requiere capacitación y entrenamiento Son los cuidados inmediatos, adecuados y provisionales prestados a las personas accidentadas o con enfermedad repentina, antes de ser atendidas en un centro asistencial, sin causarle daños adicionales.
Por eso es tan importante saber cuándo llamar a emergencias y mientras se espera la ayuda de emergencia, podemos aplicar PRIMEROS AUXILIOS, por ejemplo, la resucitación cardiopulmonar (RCP) y la maniobra de Heimlich es para las personas que se atragantan.
Es importante tener un botiquín de primeros auxilios disponible, en casa, oficina, escuela, etc. El botiquín debe incluir una guía de primeros auxilios. Leyéndola previamente para aprender a utilizar los artículos, de modo que estemos listo en caso de una emergencia
En México hay varios accidentes por día y en algunos de ellos la persona llegan a fallecen, así mismo hay personas que logran ser atendidas de manera oportuna con una correcta aplicación de primeros auxilios que reciben correctamente.
3.1 primeros auxilios
3.1.1 guía básica de primeros auxilios
Los historiadores ubican el origen de los primeros auxilios como los entendemos hoy también en el ejército, cuando en 1870 el cirujano militar prusiano Friedrich von Esmarch estandarizó una atención en el ejército que denominó ‘erste hilfe’, primera ayuda, de donde viene el concepto de primeros auxilios.
Los primeros auxilios nacieron en la guerra
La historia, hasta donde se ha podido reconstruir, ubica los primeros auxilios como un fenómeno esencialmente militar hasta hace poco tiempo
Seguramente había unos primeros auxilios domésticos, basados tanto en las ideas de la medicina primitiva de cada época como en las supersticiones, creencias y consejos populares, pero salvo en el caso de los poderosos, la mayoría de la gente se las arreglaba como podía cuando tenía un accidente o enfermedad súbita, acaso con un curandero. Nadie sabía cómo eran los procesos de la enfermedad, ni qué los causaba, menos aún cómo funcionaba el organismo humano.
En cuanto a primeros auxilios, hay representaciones de uso de variados vendajes en la antigüedad egipcia, griega y romana. No deja de tener un lado siniestro que, después de las batallas, muchas veces los ‘primeros auxilios’ fueran darles una muerte piadosa a los propios compañeros heridos.
Los historiadores ubican el origen de los primeros auxilios como los entendemos hoy también en el ejército, cuando en 1870 el cirujano militar prusiano Friedrich von Esmarch estandarizó una atención en el ejército que denominó ‘erste hilfe’, primera ayuda, de donde viene el concepto de primeros auxilios. Esto implicaba enseñar a los propios soldados a atender a sus heridos, principalmente mediante vendajes para hemorragias y férulas para huesos rotos. En 1872, una orden hospitalaria británica comenzó un sistema de ayudas médicas y las primeras ambulancias modernas, carruajes tirados por caballos.
En 1878, el cirujano británico Peter Shepherd y el coronel Francis Duncan emprendieron por primera vez la tarea de enseñar técnicas de primeros auxilios a la población civil. Hay que pensar en un mundo previo a ese momento, cuando en las casas no había ni un botiquín y nadie sabía exactamente cómo enfrentar una emergencia. Los materiales que hoy son comunes en los hogares para atender emergencias pequeñas y, a veces, no tanto, y las técnicas que aprendemos esperando nunca practicarlas, empezaron entonces a evolucionar.
Hemorragias: Durante muchos años se enseñó que la forma preferida de detener una hemorragia en las extremidades era la aplicación de un torniquete, que constriñe los vasos sanguíneos impidiendo la pérdida de sangre. Sin embargo, aplicados sin destreza y durante demasiado tiempo, los torniquetes pueden causar a su vez graves daños. Usar artículos estrechos como corbatas o cinturones puede ser muy cinematográfico, pero no es eficaz, un torniquete profesional de botiquín de primeros auxilios tiene unos 4 centímetros de ancho y un mecanismo para apretarse. Actualmente se recomienda utilizar presión directa en el punto de la herida permitiendo así que se formen los coágulos necesarios para detener la hemorragia.
Resucitación cardiopulmonar: Antes incluso del ‘Frankenstein’ de Mary Shelley, algunos estudiosos empezaron a plantearse la posibilidad utilizar la electricidad para resucitar a personas muertas. En 1872, el médico Thomas Green describió seis resucitaciones exitosas en siete casos de paro cardiaco. Los principios precisos de esta técnica y su uso para evitar la fibrilación (latidos irregulares) en caso de ataque al corazón, se estandarizaron a principios del siglo XX, pero no fue sino hasta la década de 1970 que se desarrolló el desfibrilador externo automatizado que hoy encontramos en sitios públicos y que no requiere formación específica, lo puede usar cualquier persona pues el propio dispositivo analiza el estado del latido cardiaco y de aplicar la electricidad necesaria.
En cuanto a la respiración, ya en el siglo XIX se intentaba devolverles el aliento a personas ahogadas utilizando un fuelle, sistema que evidentemente es un tanto brusco. Luego de varios intentos de desarrollar técnicas de respiración artificial, en 1956 Peter Safar y James Elam desarrollaron la respiración artificial boca a boca, que combinada con las compresiones de pecho (o masaje cardiaco externo) desarrolladas por el Dr. George Crile en 1903, permitieron efectivamente mantener la vida de una persona aún sin dispositivos como el desfibrilador. En 1972 se empezó a dar a personas no especializadas en salud la formación necesaria para poder aplicar la resucitación cardiopulmonar (RCP o CPR por sus siglas en inglés) en caso de emergencia.
La maniobra de Heimlich: La asfixia por un cuerpo extraño es un fenómeno común, especialmente por trozos de comida, juguetes y otros objetos pequeños. En 1972 la recomendación común de la Cruz Roja para tratar la asfixia era la de golpear vigorosamente en la espalda a la persona que se estuviera asfixiando. Sin embargo, un médico preocupado por problemas de deglución determinó que esa recomendación no sólo carecía de bases científicas, sino que había reportes de casos en que los golpes en la espalda provocaban que se encajara más profundamente el objeto en las vías aéreas. Lo mismo ocurría al tratar de extraerlo introduciendo los dedos en la garganta del paciente o poniéndolo de cabeza, como solía hacerse con los niños. A partir de esto, el médico, Henry Heimlich, desarrolló la hoy llamada ‘maniobra de Heimlich’, en la que la compresión del abdomen hacia adentro y arriba comprime el aire de los pulmones para que impulse hacia el exterior el objeto asfixiante. Desde entonces, esta técnica ha salvado millones de vidas.
Del alcohol al agua oxigenada: Un corte, quemadura o abrasión pueden ser muy leves, pero siempre abren una puerta a la posibilidad de una infección, algo que sólo empezó a entenderse a mediados del siglo XIX cuando Louis Pasteur y Robert Koch establecieron la teoría de los gérmenes patógenos. Para evitar infecciones, la sustancia más usada durante mucho tiempo fue el alcohol, tanto etílico como isopropílico, que diluido al 70% es un buen desinfectante, pero al mismo tiempo puede destruir tejidos al aplicarse a heridas abiertas. Buenas opciones son el agua oxigenada, la povidona, mezcla de polividona y yodo y la clorhexidina. La povidona es eficaz contra todo tipo de bacterias, hongos, levaduras, virus, protozoos y esporas, mientras que el agua oxigenada lo es contra esos agentes infecciosos excepto los protozoos, y el alcohol es ineficaz contra algunos tipos de virus.
Aunque hoy tenemos a nuestro alcance la mejor atención médica de la historia, no está de más que nos cuidemos y aprendamos a cuidarnos, a utilizar correctamente nuestros botiquines de primeros auxilios y estar preparados para darle tiempo a los médicos a que lleguen y actúen. Saber primeros auxilios es una responsabilidad social, podemos decir.
En otras fuentes y con motivo del Día Mundial de los Primeros Auxilios, te contamos cómo surgió esta práctica que ha salvado millones de vidas.
La primera reanimación exitosa documentada, se remonta a 896 a. C. y la técnica de la boca a boca se describe en los jeroglíficos mayas. Éste sería el precedente de esta práctica que se aplicó en un campo de batalla del norte de Italia y que, desde entonces, cambió el mundo.
El 24 de junio de 1859, Henry Dunant, un joven hombre de negocios de Ginebra, Suiza, fue testigo del sufrimiento y la agonía de las víctimas de la batalla de Solferino, lo cual lo llevó a organizar a los vecinos para tratar y atender a los soldados heridos, independientemente del bando al que respondían.
Este acto, inspiró la idea de crear organizaciones de socorro nacionales y voluntarias para ayudar a los soldados en los campos de batalla y tan solo cuatro años después se fundó una organización que se convertiría en la red voluntaria y humanitaria más grande del mundo, conocido ahora como el Movimiento Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
Los primeros auxilios se convirtieron en uno de los servicios principales que el personal y los voluntarios de la Cruz Roja, prestan a quienes lo necesitan en todas partes del mundo, contribuyendo a preservar y salvar la vida de millones de personas fuera de un contexto bélico.
De acuerdo con Stefan Seebacher, jefe del Departamento de Salud de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja (FICR), millones de personas resultan heridas o fallecen debido a intervenciones inadecuadas o por falta de una asistencia oportuna.
Intervenir de inmediato y aplicar las técnicas apropiadas, mientras llega la ayuda profesional, puede reducir considerablemente heridas y muertes, así como el impacto de situaciones de desastre y emergencias cotidianas.
“Los gobiernos deben adoptar un método más dinámico para promover la formación y educación obligatoria de primeros auxilios. Políticas para que dicha educación sea obligatoria en escuelas y lugares de trabajo, así como para sacar el permiso de conducir, pueden contribuir a aportar una diferencia, por lo que es preciso hacer más para llegar a los grupos vulnerables” explicó Pascal Cassan, jefe del Centro Mundial de Referencia en primeros auxilios de la FICR.
Y tú, ¿sabes aplicar correctamente primeros auxilios?
Te invitamos a probar algún curso oficial de la Cruz Roja para aprender estas técnicas que podrían salvar la vida de algún allegado en situaciones de emergencia, los cuales se imparten cada sábado en las instalaciones de la Cruz Roja Mexicana de Polanco ubicada en la calle Juan Luis Vives en la colonia Los Morales de la delegación Miguel Hidalgo en la CDMX.
HISTORIA DE LOS PRIMEROS AUXILIOS
El objetivo de este trabajo es el mismo que se le otorga al estudio moderno de la historia. Más que una relación ordenada de fechas, nombres y hechos pretende hacer una semblanza de los eventos decisivos en el desarrollo de los primeros auxilios. Los coloca en un contexto social, político e incluso filo genético, podamos extrapolarlo a nuestros conocimientos actuales y así, a nuestra realidad cotidiana.
Empecemos por intentar una definición de primeros auxilios que sirva más allá
de la posibilidad de respuesta a una pregunta de examen. Proponemos la siguiente: Los primeros auxilios son la primera ayuda inmediata que se brinda
a una persona que no se encuentra estable tanto física, emocional o psicológicamente.
Lo relevante de esta definición es que no solo se enfoca a aspectos físicos o biológicos y que, por ende, podemos brindar buenos primeros auxilios aún sin poseer conocimientos y habilidades sobre heridas, hemorragias y muchos otros etcéteras. No es indispensable contar con una licenciatura en psicología para reconfortar emocionalmente a una persona que ha sufrido un accidente. Una mano amiga en el hombro puede frecuentemente ser tan útil c o m o un collarín para inmovilizar el cuello. De esta forma los seres humanos contamos con una capacidad innata para reconfortar y ayudar a los demás, la cual se remonta a nuestros antepasados, pero ¿solo los humanos brindamos primeros auxilios? Difícilmente podríamos obtener respuesta a esta interrogante por un delfín o un perro, pero la observación de los hechos cotidianos nos hace pensar que no, que nuestro ánimo antropocéntrico una vez más nos ha sesgado.
Dejando de lado a los perros y los delfines concentrémonos en el desarrollo humano de los sistemas para brindar primeros auxilios. Podemos imaginar a un grupo de cazadores nómadas que, para poder subsistir, necesitaban perseguir constantemente a sus víctimas y que algunos de los padecimientos se asociaban frecuentemente con lesiones ” laborales “: en el afán de matar a la presa o defender una posesión. Algunos otros padecimientos por no ser producto de causas tan evidentes eran adjudicados a poderes inexplicables; dijo constituye una de las razones por las que se crea el modelo mítico-mágico – religioso que dominó a la medicina y gran parte de la ciencia hasta la Edad Media.
La gran cantidad de hechos bélicos en el viejo continente durante esta época propició la formación de otros sistemas en diferentes países. Particularmente la guerra de Crimea fue el evento que abonó la idea del barón Henri Dunant, quien escribiera poco después su libro ” Un Recuerdo de Solferino ” y que, en 1864, fundaría la Cruz Roja Internacional con el objetivo inicial de ” mejorar la suerte de los heridos en el campo de batalla “.
Hacia 1913 estalla la Primera Guerra Mundial y con ella, la posibilidad de “ensayar” nuevos métodos terapéuticos para la atención de víctimas en masa, entre los cuales se encuentra la penicilina que revolucionaria la antibioticoterapia y con ello la posibilidad de tratamiento de pacientes infectados. En lo que respecta a 105 primeros auxilios, la medicina militar consideraba esencial contar con un equipo médico que acompañara a las tropas de manera sistemática a las diferentes misiones, lo cual es constatable en documentos escritos y estenográficos que se conservan hasta nuestros días
Hacia la Segunda Guerra Mundial, la sofisticación de los armamentos obligó a los bloques en conflicto a desarrollar Lineamientos generales de tratamiento de pacientes en incidentes masivos, los cuales fueran respetados por los diferentes países integrantes de los bloques y sirvieron al personal médico y paramédico involucrado en el conflicto Una vez más, destacan las actividades de la Cruz Roja Internacional como institución neutral
Tras los acuerdos de paz y la primera explosión atómica sobre Hiroshima, termina la Segunda Guerra Mundial e inician los conflictos internacionales de la postguerra conocidos como la guerra fría. En el nuevo ” reordenamiento “. se exacerban conflictos internos y países como la entonces URSS e Irlanda, se ven obligados a modernizar sus sistemas de atención pre hospitalaria civil y militar.
En el siglo XX, en los años sesenta a setenta, se presenta una situación especial en los Estados Unidos de América derivada tanto de la industrialización y la modernidad del ” american way of life “, como de sus conocidas intervenciones en Vietnam y una década antes en Corea. En la siguiente década se observa un dramático aumento en la morbimortalidad debido a la enfermedad isquémica coronaria (infarto agudo al miocardio) y lo que el Dr. J.D. Curry presentó en el boletín del Colegio Americano de Cirujanos como la ” Enfermedad olvidada de nuestro tiempo “: el trauma.
El clima de violencia dentro y fuera del país, las supercarreteras, el alcoholismo, la drogadicción y los nuevos vehículos automotores provocaban la muerte de decenas de miles de americanos al año
También se sufrieron las consecuencias del sedentarismo, el tabaquismo, la obesidad y la hipertensión arterial. Todo esto lesionaba fatalmente a corazones demasiado buenos para morir ”
Este panorama asociado con la pobre información que al respecto se proporcionada a la población, los deficientes recursos materiales y de sistema para hacerle frente a la problemática. así como la inrnisericorde burocracia estatal. dieron a este fenómeno un rnatiz de emergencia.
Hacia 1966, el Dr. Robert Adam Cowley y sus colaboradores, desarrollaron en el Centro Médico de la Universidad de Bethesda en Maryland USA, u n estudio estadístico donde se correlacionaba la supervivencia de pacientes críticos con el tiempo de respuesta de la atención profesional E n un medio donde las ambulancias no eran otra cosa que camioneta con focos de colores y los tripulantes transportadores de cuerpos, el tiempo de respuesta de atención
profesional se alargaba considerablemente, dando como resultado tasas elevadas de mortalidad. Cuando estos resultados se compararon con los obtenidos en situaciones en las que por alguna razón el tiempo de respuesta fue más breve. la diferencia en la sobrevivencia de los pacientes fue abismal.
Encontraron que la piedra angular de la solución era disminuir el tiempo de respuesta profesional hasta una hora, la cual contaba desde el inicio del evento desencadenante hasta que el paciente recibía la atención definitiva en el hospital. A este estudio ahora clásico en el campo de la atención de urgencias se
le conoce como “La Hora Dorada”. Pero ¿Cómo hacer para disminuir esos tiempos?, las ambulancias corriendo a toda velocidad eran por sí mismas un peligro en las grandes ciudades y el presupuesto para aumentar el número de hospitales era muy limitado.
El principio de la solución fue pensar que era posible llevar el hospital al paciente, en lugar del paciente al hospital. Esto se logró extendiendo el brazo de las salas de urgencia y terapia intensiva, a través de verdaderas unidades móviles de cuidados intensivos. En sus inicios fueron tripuladas por médicos, los cuales
constataron que, si bien poseían los conocimientos de orden médico para atender a los pacientes, las habilidades requeridas durante la atención pre hospitalaria de urgencias necesitaban de otros conocimientos que se adquirían en las escuelas de medicina.
Finalmente se propuso generar una curricula para personal no médico, que pudiese hacer frente a urgencias médicas con versatilidad para desempeñarse en otras áreas del campo como rescate y contra incendios. Nace con esto la idea original del técnico en urgencias médicas.
Se instala el entonces innovador Sistema de los Servicios Médicos de Urgencia
(Emergency Medical Service, EMS), inicialmente con la colaboración del Departamento de Bomberos y después con diferentes instituciones públicas y privadas. Equiparon las ambulancias con los recursos materiales adecuados y
desarrollaron la capacitación profesional para crear técnicos en urgencias
médicas (Emergency Medical Technician, EMT). La mortalidad de los pacientes en estado crítico por trauma o por la agudización de padecimientos crónicos, se abatió considerablemente.
Sin embargo. quedaban aún algunos huecos importantes por cubrir. En ocasiones por muy rápido que fuera el tiempo de respuesta de los servicios profesionales. al arribo de estos era ya demasiado tarde. procesos como la obstrucción total de la vía aérea o la parada cardiorrespiratoria habían dejado sin oportunidad de sobrevivir al afectado.
Paralelamente los estudios del Dr. Peter Safar y el Dr. Heimlich avanzaban a pasos agigantados. Safar demostró que las viejas técnicas de reanimación cardiopulmonar como Holger Nielsen, Silvester y Shiffer podían ser mejoradas substancialmente. Con estos cambios se logró aumentar la sobrevida de los pacientes que hubieran sufrido una parada cardiorrespiratoria. Heirnlich desarrollo la técnica de las compresiones abdominales que después adoptarían su nombre, las cuales podían sin maniobras invasivas. desalojar un cuerpo extraño de la vía aérea
Poco tiempo después, hacia finales de la década de los sesenta y principios de los setenta, la Sociedad Americana del Corazón (AHA) y la Cruz Roja Americana (ARC) propusieron difundir a la población en general, las técnicas para: activar el servicio de urgencia de manera eficaz, identificar y tratar la obstrucción de la vía aérea y proveer de reanimación cardiopulmonar en los casos adecuados.
Esto se hizo e n un clima de escepticismo por parte de la comunidad médica norteamericana, pero logró resultados espectaculares. Se expuso en la Conferencia Nacional sobre Reanimación Cardiopulmonar y cuidados cardiacos de emergencia de 1986, que si se llevaba a cabo la reanimación cardiopulmonar básica en los primeros 4 minutos del colapso respiratorio y la reanimación cardiopulmonar avanzada en los primeros 8 minutos se podían lograr resultados positivos hasta en un 43% de los casos.
En los años subsiguientes, muchos avances tecnológicos y de sistema tanto pre como intrahospitalarios, colaboraron para e l abatimiento del problema. Se empezó a realizar transportación aeromédica en las ciudades y se desarrollaron cursos de ” estandarización ” para manejo de problemas relevantes como el Advanced Trauma Life Support (ATLS). el 4dvanced Cardiac Life Siipport (AC1.S) y el Prehospital Trauma LifeSupocrí (PHTLS) entre muchos otros. En el ámbito pre hospitalario se empezó a aplica la oximetría y fármacos como la adenosina ya en la presente década.
De particular relevancia es la relativamente reciente cadena de súper vivencia, donde se muestra la necesidad de enseñar a la población en general los pasos a realizar en caso de encontrar una víctima en paro cardiorrespiratorio.
Dar un vistazo a nuestro país desde sus orígenes, genera orgullo, así como frustración. Basta ver el legado de las culturas Maya, Azteca y muchas otras en las matemáticas, la astronomía. la arquitectura, la literatura, etc. En el campo de la medicina, ésta es practicada con base en elementos provenientes de la naturaleza como hierbas, masajes, ayuno y muchos otros que apenas empiezan a ser valorados por la ciencia actual. Recordemos las suturas de heridas realizadas con fibras y espinas de maguey, los escayolados para inmovilizar fracturas a base de resinas de árboles, ¿quién puede negar ahora la efectividad del nopal como hipoglucemiante?
Sin embargo, parece haber un largo silencio en lo que se refiere a la atención pre hospitalaria de urgencias médicas en nuestro país, el cual se extiende a la época de La Colonia e incluso a la Guerra de Independencia.
Es hasta la Guerra de Reforma que se empiezan a “importar -” ideas de origen básicamente militar. l a 6 cuales fueron aplicadas también en el ámbito castrense en nuestro país; en las ciudades los lesionados y heridos tenían que esperar a ser trasladados a los hospitales para recibir las primeras atenciones médicas.
Hacia 1910 estalla la Revolución Mexicana. En medio de este conflicto armado se funda en 1911 la Cruz Roja Mexicana, dedicándose a transportar a los heridos a los hospitales. En la Ciudad de México, este servicio era coordinado por el ayuntamiento, posteriormente se forma la Cruz Verde y los servicios médicos del departamento de Distrito Federal.
Es de suma importancia mencionar que’ en nuestro país debido a los hechos bélicos, las tropas de sanidad militar poseían un adelanto considerable respecto al medio civil; esto en función de la colaboración directa con los medios castrenses provenientes de Europa y Norteamérica.
Hacia 1968, la Cruz Roja Mexicana cambia sus instalaciones centrales a la colonia Polanco en la Ciudad de México, donde brinda un servicio hospitalario de manera regular. El Estado le delega tácitamente la facultad para prestar el servicio de urgencias prehospitalario cotidiano, que hasta entonces no se encontraba contemplado en los estatutos de la Cruz Roja Internacional.
Durante la primera mitad de la década de los setenta, se abre un nuevo vado en la atención pre hospitalaria de urgencias, la cual era brindada por grupos estatales relacionados con la Secretaría General de Protección y Vialidad y la Cruz Roja Mexicana. El servicio se prestaba sin coordinación, preparación adecuada o recurso profesional alguno.
Producto de la influencia norteamericana a través de programas de T.V. como “Emergency” y de la llegada a nuestro país de rudimentarios sistemas de comunicación vía radio de banda civil, durante la segunda mitad de la década de los setenta se crean una gran cantidad de grupos voluntarios con m u y buena voluntad, pero, una vez más, sin capacitación ni recursos adecuados. Estos grupos se dedican a prestar “ayuda” a los lesionados en ciudades y carreteras. Principalmente los fines de semana. Esto lejos de convertirse en solución, excedió la anarquía y las deficiencias en el servicio. Sin embargo, algunos de estos grupos mejoran paulatinamente su calidad de atención. Tal es el caso del Escuadrón SOS al mando del Ing. Miguel Ángel Tena (inicialmente vinculado a los servicios médicos del DDF) y de la agrupación Cruz Ámbar al mando del Dr. Carlos Bejar, que extendió su cobertura a nivel nacional.
Ante este escenario, la Cruz Roja Mexicana procura mejorar la capacitación de su personal y, por ende, la atención de sus pacientes
A nivel particular, algunos médicos experimentados en el campo de la atención de urgencias. desarrollan proyectos para la atención médica a domicilio en empresas particulares.
El 19 de noviembre de 1984, la explosión de una compañía gasera en el poblado de San Juan Ixhuatepec, nos devuelve a los habitantes de la ciudad más grande del mundo la sensación de vulnerabilidad. Decenas de personas resultan muertas, heridas y/o se quedan sin hogar en unas cuantas horas. Se hace evidente la incapacidad de los medios existentes para hacer frente a la emergencia de manera eficiente.
Un año después, el 19 de septiembre de 1985, un sismo de intensidad 8.1 en la escala de Richter. sacude la ciudad de México. Miles de personas pierden la vida, muchas familias resultan damnificadas y las pérdidas materiales son millonarias.
La desorganización, preparación deficiente y virtual inexistencia de recursos adecuados, sobrepone un desastre sobre otro. Esta vez parece que sí ha sacudido la conciencia desde los cimientos, hasta las más altas cúpulas gubernamentales.
Corno resultado, en 1986 se crea por decreto presidencial el Sistema Nacional
de Protección Civil,
A partir de entonces, en lo que se refiere a la atención pre hospitalaria de urgencias, solo se ha generado una norma técnica publicada en el Diario Oficial de
la Federación el día 26 de junio de 1992 y un proyecto de Norma. La Norma Técnica clasifica los tipos de ambulancias nacionales, su equipamiento y el perfil de los tripulantes.
En 1989 se inicia un proyecto que asumiría pocos años después el liderazgo en
la atención prehospitalaria de urgencias en México, generando sistemas, recursos humanos y materiales bajo los auspicios de la Universidad Nacional Autónoma de México.
A pesar de la concientización y el avance de los Últimos años, la situación económica parece no permitir el observar la magnitud del problema. Se interpone una pared integrada por desempleo, analfabetismo, desnutrición y carencia en muchos lugares de nuestro país de los más elementales recursos de salud.
Deseamos creer que las condiciones mejorarán en lo económico y en lo político, en cuyo caso, seguramente el avance de la atención prehospitalaria de urgencias se generará en un clima de civilidad y sana competencia entre personas e instituciones que valoran por sobre todo la vida en todas sus manifestaciones
Siempre que se haya tornado la decisión de ayudar a una persona (lo cual constituye no solo una obligación moral, sino también legal), usted debe tomar en cuenta la posibilidad de que ella se niegue a ser ayudada En cuyo caso está en todo su derecho.
Por ello, siempre al abordar a un paciente, usted debe obtener su consentimiento acerca de si quiere recibir la ayuda. Este consentimiento puede ser de
dos tipos:
Son procedimientos terapéuticos que podemos aplicar a las víctimas de accidentes o enfermedad repentina, mientras llega la ayuda especializada. Están destinadas a conservar la vida del paciente, no agravar o mejorar el estado sanitario del mismo Son las medidas o cuidados adecuados que se ponen en práctica y se suministran en forma provisional a quien lo necesite, antes de su atención en un centro asistencial. Para asegurar la atención oportuna y eficaz en primeros auxilios se requiere capacitación y entrenamiento Son los cuidados inmediatos, adecuados y provisionales prestados a las personas accidentadas o con enfermedad repentina, antes de ser atendidas en un centro asistencial, sin causarle daños adicionales.
Concientizar a las personas sobre la importancia de los primeros auxilios
Elegí este tema porque se me hace importante brindar ayuda oportuna y certera a personas que lo necesiten ante una situación de riesgo imprevista.
Además, creo que todos deberíamos de tener esta información porque los accidentes pueden suceder en el momento menos esperado
Si se da a conocer la importancia de saber de primeros auxilios, la gente estará más interesada en este tema para saber actuar ante una emergencia.
Materiales
– gasas estériles
– gasa antiadherente
– vendas elásticas
– cinta Micropore
– cabestrillo (o una pieza larga de tela en círculo)
– tablilla
PROCEDIMIENTO
Hablando del tema de primeros auxilios nos percatado de que el mayor número de percances son de luxaciones y fracturas por lo que nos enfocaremos en estos.
Una luxación sucede cuando dos huesos que van juntos en una articulación se salen de sus posiciones normales. Los síntomas de una luxación incluyen el dolor intenso, la inmovilización y la deformidad del área de la articulación. Las luxaciones pueden suceder prácticamente en cualquier articulación del cuerpo, incluyendo los hombros, los codos, las rodillas, las caderas y los tobillos. También pueden ocurrir en las articulaciones más pequeñas de los dedos de las manos y de los pies. Las luxaciones se consideran situaciones de emergencia que requieren atención médica, pero puedes aprender cómo tratar una luxación hasta que el paciente pueda recibir asistencia médica profesional.
3 Evita ofrecer comida al paciente mientras recibe tratamiento para la luxación. Los doctores generalmente prefieren trabajar con un paciente que tenga el estómago vacío, particularmente si la cirugía se vuelve necesaria.
Es de mucha importancia antes de llevar a cabo primeros auxilios tener la información correcta para aplicarlos,
En el Anexo de este trabajo, se mostrarán las imágenes de la aplicación de un torniquete por Hemorragia y un vendaje por luxación.
Es de suma importancia conocer las medidas de seguridad de cada lugar, pero más aún saber aplicar primeros auxilios para los casos de emergencia en lo que llega la ayuda especializada
Como se mencionó en un inicio los primeros auxilios son procedimientos terapéuticos que podemos aplicar a las víctimas de accidentes o enfermedad repentina, mientras llega la ayuda especializada. Están destinadas a conservar la vida del paciente, no agravar o mejorar el estado sanitario del mismo Son las medidas o cuidados adecuados que se ponen en práctica y se suministran en forma provisional a quien lo necesite, antes de su atención en un centro asistencial. Para asegurar la atención oportuna y eficaz en primeros auxilios se requiere capacitación y entrenamiento Son los cuidados inmediatos, adecuados y provisionales prestados a las personas accidentadas o con enfermedad repentina, antes de ser atendidas en un centro asistencial, sin causarle daños adicionales.
Cabe señalar que es sumamente necesario estar bien informados para poder aplicarlos y que se cumpla el concepto de conservar la vida del paciente, no agravar el estado sanitario del mismo.
Los problemas que se visualizaron es que la gente no toma conciencia de la prevención de accidentes y de ahí se derivan los problemas a atender, además considerando que muchas veces las personas en la vida cotidiana están tan apresuradas que por ejemplo a una torcedura no le dan la importancia necesaria para atenderse con un especialista y eso a la larga puede generar mayores problemas de salud.
Otro problema a considerar es tener a la mano el material necesario para la aplicación de los primeros auxilios por ejemplo un torniquete, una venda o algunas gasas.
Es necesario e importante que tanto en casa como en escuelas y en unidades de trabajo tengamos una cultura de prevención de accidentes, pero también de primeros auxilios como plan integral para el bienestar de las personas.
Con lo anterior se concluye que la hipótesis en este trabajo de investigación es certera.
http://ssprl.gobex.es/ssprl/web/guest/guia-primeros-auxilios
https://www.icrc.org/es/doc/assets/files/other/icrc-003-0870.pdf
https://www.elcorreo.com/ciencia/vida/primeros-auxilios-nacieron-20220226160132-ntrc.html
http://www.cucba.udg.mxsitesdefaultfilesproteccioncivilmanualesManual_Primeros_Auxilios.pdf
https://www.unirioja.es/servicios/sprl/pdf/manual_primeros_auxilios.pdf