Mi abuela en Rumania tiene muchas plantas que ella cultiva, les pregunte a mis papás si yo también podría hacer lo mismo en nuestro jardín. Me dijeron que si, que podíamos investigarlo. Dicho esto, mi papá me ayudo a escoger materiales reciclables y preparamos composta. Juntamos toda la basura orgánica y preparamos la composta.
La mayoría de las personas compran las verduras ya procesadas y muchas veces con algunos componentes químicos que hacen daño a nuestra salud, con el fin de acelerar su proceso de crecimiento. A demás de que no utilizan de manera correcta los desechos orgánicos en el lugar apropiado.
os primeros huertos urbanos surgieron con la Revolución Industrial y se popularizaron varias décadas después, durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, cuando las metrópolis británicas y norteamericanas los promovieron entre sus habitantes con fines propagandísticos y para garantizar el suministro de alimento. Los huertos familiares se volvieron esenciales para garantizar la seguridad alimentaria del gran número de obreros y sus familias que emigraron del campo hacia las ciudades en busca de empleo en las fábricas. Con mucha frecuencia, estas familias vivían en condiciones de extrema pobreza.
Para realizar nuestros propios huertos caseros: Lo primero es decidir el espacio que le asignaremos. Esto es sumamente importante ya que determinará en gran
medida el éxito o fracaso de nuestro proyecto. Para ello debes tener en cuenta algunas consideraciones.
3.1.- Debe ser un lugar soleado que cuente con luz natural el máximo de horas posibles al día (no hace falta que sea luz directa, pero sí que reciba la cantidad suficiente para alimentar las plantas que crezcan en el)
3.2.-Tienes que contar con una toma de agua cercana. Aunque esto no es del todo imprescindible, te ahorrará tiempo y esfuerzo a la hora de regar.
3.3.- Es importante que el suelo cuente con buen sistema de drenaje y que canalice el agua sobrante hacia un desagüe o salida de agua.
3.4.-Una vez decidido dónde vas a emplazar tu huerto, ya puedes poner manos a la obra. Toma aire, reúne a los niños y prepárate para empezar esta pequeña aventura tan saludable y pedagógica.
Primero deberás elegir el material que más te convenga como huacales, botellas de pet, macetas viejas.
Según el espacio que tengas, puedes montar dos tipos de huerto.
HORIZONTAL. – con macetas colocadas una al lado de la otra, como si se tratara de plantas ornamentales.
VERTICAL. – En distintos pisos. Esta modalidad de huerto, además de ahorrar espacio te permitirá trabajar con mayor comodidad.
Puedes construir macetas con garrafones y botellas de plásticos desechables.
Puedes usar pequeñas cajas de madera, de las que se usan para transportar fruta, estas cajas son perfectas para montar un huerto en casa, las podrás mover fácilmente colocándolas una encima de otra o como más te convenga.
Después de haber elegido tus contenedores, solo tendrás que rellenar de tierra los cajones o botellas de tierra y plantas tus semillas.
La composta es un tipo de tierra hecha a base de desechos orgánicos que se obtienen a partir de un proceso llamado compostaje en el que los microorganismos descomponen la materia orgánica hasta general un tipo de abono que contribuye a mejorar el ambiente y enriquece los cultivos. Se colocan capas de materia orgánica alternadas, aireadas y someter la mezcla a un proceso de descomposición natural que la mineraliza.
La composta se puede realizar con materiales y residuos orgánicos que se encuentran en casa, aunque hay que tener cuidado pues desechos como huesos, carne, grasa, productos lácteos, carbón o cualquier cosa tratada con pesticidas podría arruinar la mezcla.
Los productos que se recomiendan para hacer la composta son los verdes, frutas, vegetales, cascara de huevo y restos de café, pues tienen alto contenido de nitrógeno.
Cafés, pedazos de madera, excremento de vaca o caballo, cartón o papel y hojas muertas, le aportan a la composta un alto contenido de carbono.
Aprovechar espacios pequeños y verticales para poder obtener hortalizas.
Mi abuela plantó en mi jardín jitomates, moras y limones, me gusto ayudarle a recoger y yo también quiero sembrar
Si yo siembro semillas en la composta que preparé y cuido mis plantas, entonces yo también voy a obtener mis propias frutas y verduras.
Tener un huerto urbano usando materiales reciclables es muy benéfico para todo; el medio ambiente y los niños. Protegemos el medio ambiente evitando tirar basura que contamina y obtenemos productos bio con la ayuda de la basura orgánica. Al mismo tiempo los niños aprenden que reciclando basura se concientizan de contaminar menos y pueden obtener beneficios como frutas y verduras de manera divertida.
Manual de elaboración de composta, Metrocert México Tradición Orgánica,
Elaboro Lic. Francisco Gabriel Ortiz Cuara
Manual de viverismo, Horticultura ornamental, Editorial Trillas
Enciclopedia de jardinería Ideas para cultivar prácticamente todo, Royal Horticultural Society
Manual de Iniciación al Huerto Urbano, autor Bauhaus, El Especialista para tu Casa y Jardín
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