Gabriela Vela [Rueda]
Hoy en día la producción de alimentos demanda el uso de tecnologías avanzadas, un alto grado de organización y limpieza por parte del personal que labora en el sector alimenticio y el uso de grandes cantidades de químicos y conservadores, todo con la finalidad de obtener productos que no siempre resultan ser saludables o benéficos para la salud del ser humano.
Sin embargo, en la naturaleza, existen unos pequeños insectos capaces de realizar el mismo proceso de forma artesanal y natural; las abejas, quienes realizan el proceso de transformación del polen en miel, a través de un trabajo organizado, minucioso y detallado, proporcionándonos un producto de alta calidad y con múltiples usos y beneficios para el ser humano.
En el presente trabajo analizaremos la forma en la que las abejas organizan el trabajo al interior de su panal, y cómo procesan el polen desde que inicia la recolección en las flores hasta que los apicultores obtienen el producto terminado.
Las abejas son de gran importancia para el medio ambiente, las podemos ver constantemente volando de una flor a otra recolectando el néctar de las flores, el problema es que desconocemos que hacen con el néctar que recolectan y si este es la fuente con la que fabrican la miel que consumimos.
La miel es uno de los productos de origen animal más valorados de la naturaleza, sobre todo por sus múltiples beneficios para la salud y sus innumerables propiedades.
En la antigüedad, se recolectaba la miel excedente de las colmenas silvestres. Hoy en día, las abejas han experimentado cierto grado de domesticación y la miel que producen puede ser obtenida a través de la apicultura.
Alrededor del mundo se calcula que existen 20.000 especies de abejas, sin embargo, de todas ellas, solamente cinco especies de abejas tienen la capacidad de producir miel, entre las que destacan la Apis mellifera, la Apis cerana y la Apis florea.
De estas cinco, la más abundante es la “Apis mellifera”, la cual a su vez también tiene diferentes subespecies y se encuentra distribuida casi por todo el mundo, exceptuando los polos y algunas partes de Asia.
Las abejas son pequeños animalitos que se han especializado en la producción y almacenamiento de la miel, la producen durante la mayor parte del año, con mayor intensidad en primavera y verano, pero continúan produciéndola hasta el otoño, ya que requieren de una buena reserva de comida y energía para soportar el invierno. Dicha miel mantiene viva la colmena durante los meses más fríos, las abejas consumen la miel y generan calor, lo cual les permite sobrevivir.
Dentro de la colmena, cada abeja tiene una tarea asignada, esto permite que el proceso de elaboración y almacenamiento de la miel se logre de forma exitosa. Este trabajo organizado y en equipo, permite que las abejas produzcan y acumulen mucha más miel de la que necesitan para sobrevivir, lo cual le permite a los apicultores cosechar este valioso producto para ponerlo en el mercado.
Todo esto nos lleva a una simple, pero compleja pregunta, ¿Cómo producen la miel las abejas?
La recolección del néctar comienza con un ritual muy particular, una abeja obrera sale en busca de flores, durante esta búsqueda puede recorrer hasta 8 kilómetros, cuando encuentra una fuente potencial de alimento, regresa a la colmena para notificar a sus compañeras, de tal forma que en equipo logren recolectar la mayor cantidad de néctar posible.
Este recorrido de flor en flor, se realiza con una sola misión: recoger el néctar y polen que las flores producen y trasladarlo a la colmena. Durante el viaje y al recolectar el néctar, contribuyen al proceso de polinización de plantas y flores, lo que permite que estas continúen produciendo flores o frutos.
El polen recogido de las flores, es utilizado para alimentar a las crías, mientras que el néctar se utiliza para producir la miel. El néctar, es un delicado líquido azucarado que se encuentra en las flores y contiene vitaminas, minerales, pigmentos y algunos compuestos aromáticos que le proporcionan un olor particular, es precisamente este olor el que atrae a los insectos polinizadores. Una de las flores favoritas de las abejas, son precisamente las margaritas, las cuales representan una excelente fuente de alimento para ellas, porque florecen casi todo el año.
Durante el recorrido, las abejas visitan muchas flores y en cada una, absorben un poco de néctar utilizando su lengua, el néctar se va almacenando en el buche o estómago de miel, al llenarse regresan a la colmena, donde lo pasan por la boca a las abejas receptoras, quienes lo mastican durante aproximadamente media hora, hasta reducir la humedad de un 70% a un 20% en promedio. En este punto de la producción, las gotas cosechadas de polen se han vuelto más viscosas y espesas, ya que las abejas receptoras impregnan enzimas en cada regurgitación. Antes de volver a salir de la colmena en busca de más néctar, las abejas obreras se asean para poder repetir la tarea de forma eficiente.
Durante este proceso, participan muchas abejas. Cuando los aportes de néctar son muy elevados, las gotas de néctar son depositadas sobre el panal, ya que estas abejas no disponen del tiempo para procesarlo. Por la noche, las abejas jóvenes, las nodrizas y las pecoreadoras, terminan de procesar los excedentes de néctar que entraron durante el día.
A medida que el néctar va tomando la consistencia que las abejas desean, lo van depositando en las celdillas del panal, sin embargo, en este punto todavía no se considera miel, ya que el contenido de agua aún es elevado, de cosecharse así, terminaría por fermentarse y el proceso estaría inconcluso. Para prevenir que la miel se fermente, las abejas continúan trabajando, permitiendo que el aire circule por la colmena para evaporar la humedad, este proceso dura alrededor de 3 o 4 días, dependiendo las condiciones climáticas del entorno, cuando finaliza, el néctar se ha transformado en miel madura. Este proceso lo realizan las abejas ventiladoras, quienes logran disminuir la temperatura interior de la colmena en más de 15 grados, de esta forma, la temperatura del nido de cría se mantiene constante, asegurando así la reproducción de la especie.
La miel, junto con el polen, son los alimentos que ingieren las larvas de las abejas. El polen, recolectado de las flores, no es digerible para las larvas de las abejas, necesita ser guardado en el panal después de que las abejas agregan enzimas, evitando que le entre aire y utilizando cera para sellarlo. Al cabo de algunos días, este polen pasa a ser digerible para las larvas, aportando glucosa y proteínas.
Es entonces, cuando las celdillas se pueden sellar con una fina capa de cera conocida como opérculo, esta fina cera es la misma con la que fabrican el panal. La calidad de la miel madura, puede ser tan alta, que puede permanecer operculada varios años sin que su consistencia o estructura se altere. Los apicultores no deben cosechar los panales con las celdillas abiertas, de lo contrario el exceso de agua en la miel provocaría su fermentación y desperdicio.
Cuando el apicultor, recoge algunos paneles de miel, lo primero que se hace es quitarles la fina capa de cera que protege a la miel, esto se logra utilizando cuchillos especiales o con máquinas especiales llamadas desoperculadoras. Una vez que los paneles están limpios, se introducen en un extractor, máquina dentro de la cual los paneles se sujetan en una cesta y giran a gran velocidad. La fuerza logra extraer la miel de las celdillas y está se va recuperando en pequeños depósitos.
A partir de este momento, entre menos s e manipule la miel es mejor. El producto final se puede filtrar por gravedad o decantación para eliminar cualquier impureza, una vez que la miel está limpia se almacena en maduradores para que pierda las burbujas de aire y se homogenice. Transcurridos 21 días, la miel se asienta y está lista para ser envasada y comercializada.
La miel conserva todos sus beneficios y propiedades durante muchos años.
Identificar el proceso mediante el cual las abejas producen la miel.
Con esta investigación lograremos saber cómo procesan las abejas el néctar que recolectan de las flores y cuáles son los resultados que se obtienen, conoceremos si este proceso es parte fundamental del proceso de producción de miel, la cual es un producto que consumimos y que tiene muchos beneficios para nuestra salud.
Si conociéramos como las abejas recolectan y procesan el néctar de las flores entonces lograríamos saber si con este néctar fabrican su propia miel.
La presente investigación se centró en conocer como procesan el néctar de las flores las abejas para lograr la producción de la miel que consumimos de manera regular como parte de nuestra dieta, desde las flores hasta el panal. Reconocer como una materia prima tan fina y que recolectan con tanto esfuerzo, se transforma a través de la puesta en marcha de pasos sistemáticos, en un elemento sólido y duradero, que además nos brinda la oportunidad de transformarlo en un sinfín de productos benéficos para el ser humano.
El proceso que siguen estos pequeños insectos para transformar el néctar que la naturaleza produce a través de las flores, es impresionante, requiere de mucha organización y liderazgo al interior del panal, cada miembro debe realizar de forma ordenada y precisa las tareas que le han sido asignadas para que el proceso resulte exitoso y se obtenga un producto de alta calidad.
Por tal razón, concluyo que el trabajo que realizan las abejas es vital para los seres humanos, nos proporcionan a través de su arduo trabajo un producto que utilizamos con diferentes propósitos: alimenticios, estéticos, regenerativos, nutricionales, curativos o medicinales. Todo el esfuerzo y la organización que estos diminutos seres vivos ponen en marcha, permite también a los apicultores tener un medio de sustento para ellos y para sus familias. Y finalmente, apoyan de manera indirecta, pero muy precisa, en el proceso de polinización del medio ambiente, el cual es de vital importancia para nuestro planeta, pues es a través de este, que se logra un equilibrio entre los ecosistemas y se propicia la producción constante de flora en el planeta.
Por ello resulta imperante preservar la vida de estos pequeños, pero grandiosos seres vivos, buscando alternativas que favorezcan su reproducción, estabilidad y los medios necesarios para que continúen realizando esta maravillosa labor.
