Medicina y Salud

Pandilla Petit, (preescolar y 1ro. y 2do. año de primaria)

PP-37-MS Radiación Solar y los bloqueadores

Asesor: Myrna Veronica Fernandez Mendez

Resumen

Filtros solares

Los filtros solares son sustancias que, en función de su naturaleza y de su mecanismo de acción, son capaces de absorber las radiaciones solares o de reflejarlas. Los filtros solares, para que sean efectivos, deben ser capaces de proteger la piel de las radiaciones UVB, UVA e incluso de la radiación infrarroja, especialmente en aquellas personas que presentan mala circulación o varices y cuperosis. En función de su naturaleza, los filtros solares pueden clasificarse en químicos o físicos.

Los filtros químicos poseen una estructura química compleja. Habitualmente, presentan grupos bencénicos que les permiten actuar como cromóforos, es decir, moléculas capaces de absorber la energía de fotones de una longitud de onda determinada y que cambian de estructura química a consecuencia de la captura de estos fotones UV.

Los filtros físicos son pigmentos minerales que reflejan y difunden las radiaciones ultravioletas (UVA y UVB), pero también las infrarrojas y visibles. Además, al ser opacos a la luz producen un efecto pantalla. Por tanto, son sustancias que proporcionan una amplia protección y reducen el riesgo de sensibilización y contacto que aparecen en algunos de los filtros químicos. Asimismo, son moléculas fotoestables y presentan una gran resistencia al agua. Entre los filtros solares de naturaleza física destacan el dióxido de titanio, óxido de zinc y mica.

Luz solar.

La luz solar estimula la producción de vitamina D, ayuda a controlar algunos trastornos crónicos de la piel y causa una sensación de bienestar. La piel también protege al resto del cuerpo de la acción de los rayos solares, aunque ella misma puede dañarse a causa de la exposición al sol. Este daño incluye no solo quemaduras solares dolorosas sino también arrugas y otras alteraciones asociadas al envejecimiento de la piel, crecimientos cutáneos precancerosos, cánceres de piel e incluso reacciones alérgicas y empeoramiento de algunas enfermedades cutáneas.

Luz ultravioleta

La luz ultravioleta (UV), aunque invisible al ojo humano, es el componente de la luz solar con mayor efecto sobre la piel. La luz UV se clasifica en tres tipos, dependiendo de su longitud de onda:
Ultravioleta A (UVA)
Ultravioleta B (UVB)
Ultravioleta C (UVC)

La luz ultravioleta de todo tipo, daña el ácido desoxirribonucleico (ADN, el material genético del cuerpo) y puede acabar provocando cáncer. La radiación UV también tiene efectos negativos, como el envejecimiento prematuro de la piel y la aparición de arrugas. La luz UV, especialmente la UVB, también puede producir quemaduras solares. No existe un nivel seguro de radiación UV.

La cantidad de radiación UV que alcanza la superficie de la Tierra está aumentando. Este aumento se debe a la disminución de la capa protectora de ozono en la atmósfera. El ozono, una sustancia química natural, bloquea la mayor parte de la radiación UV antes de que alcance la superficie terrestre. Las reacciones químicas entre el ozono y los clorofluorocarbonos (sustancias químicas en los refrigerantes y en los propelentes de los aerosoles) están reduciendo la cantidad de ozono en esta capa protectora.

La cantidad de radiación UV que alcanza la superficie de la Tierra también varía dependiendo de otros factores. La luz UV es más intensa entre las 10 de la mañana y las 3 de la tarde en verano, y en altitudes más altas y latitudes más bajas (como en el ecuador). Los cristales, las nubes densas, el humo y la contaminación absorben mucha luz UV, pero esta puede pasar a través de nubes ligeras, de la niebla y de unos 30 cm de agua limpia, conservando la posibilidad de provocar quemaduras graves.

Protección natural

La piel experimenta ciertos cambios cuando se expone a la luz UV para protegerse contra el daño. La piel se engrosa y bloquea la luz UV. Los melanocitos (células de la piel que producen pigmento) aumentan la cantidad de melanina, que oscurece la piel y da lugar al bronceado. Este proporciona cierta protección natural contra cualquier exposición posterior a la radiación UV, porque la melanina absorbe la energía de la luz UV y evita que dañe a las células cutáneas y penetre hasta tejidos más profundos, pero no tiene otros beneficios para la salud. Broncearse únicamente por estar bronceado es peligroso para la salud.

La sensibilidad a la luz solar varía según la cantidad de melanina en la piel. Las personas de piel oscura tienen más melanina y, por consiguiente, mayor protección propia contra los efectos perjudiciales del sol, pero siguen siendo vulnerables a las lesiones solares y a los efectos a largo plazo de la exposición a la luz UV.

La cantidad de melanina presente en la piel depende de factores hereditarios, así como de la cantidad de exposición solar reciente. Algunas personas pueden producir una gran cantidad de melanina en respuesta a la luz UV, mientras que otras producen muy poca. Los rubios y los pelirrojos son especialmente sensibles a los efectos de la radiación UV a corto y largo plazo, ya que no pueden producir suficiente melanina. La melanina de su piel también se distribuye de manera desigual, y por eso aparecen pecas. Los afectados por vitíligo tienen áreas de piel sin pigmento. Los albinos producen poca o ninguna melanina.

Protectores solares Caseros

Internet está plagado de recetas y consejos Do It Yourself (hazlo tu mismo) en las que se asumen FPS (Factor de Protección Solar) de aceites y mantecas vegetales, porcentajes de ingredientes y fórmulas sin ninguna base científica. Formular un buen protector solar no es tan sencillo como utilizar una fórmula mágica en la que una cantidad determinada de gramos de óxido de zinc equivale a FPS X. Hay otros factores que influyen en esta ecuación como por ejemplo los tipos de aceites usados, los emulsionantes, los llamados “boosters” que potencian la labor del ingrediente que aporta la protección solar para alcanzar ciertos valores de SPF, los antioxidantes, incluso un pequeño cambio en la fragancia puede modificar el FPS final. De hecho, en Estados Unidos, la FDA (Food and Drug Administration) clasifica este tipo de cosméticos como un medicamento sin receta

Falta de evidencia científica. Existen pocos estudios que investiguen el FPS de los aceites vegetales o de algunos extractos botánicos. Aunque hay alguno a destacar, como por ejemplo, el artículo de 2016 de Gause & Chauhan en el que se afirma que los aceites vegetales y esenciales estudiados para el artículo, entre los cuales se encontraban el aceita de soja, coco o citronella no contienen ningún tipo de protección solar o muy cercana a FPS 1.

Otro estudio, en cambio, afirma que ciertos aceites vegetales contienen una protección solar de entre 2-8 y algunos aceites volátiles de entre 1-7. 

A la práctica, estos valores de protección no resultan eficaces para protegernos de las radiaciones solares por un largo período de tiempo, ya que, según recomiendan los dermatólogos, de media se debería usar un FPS de 30 o superior

Peligros de los protectores solares caseros

Según un estudio publicado en Health Communication por investigadores de varios centros, estas cremas aumentan el riesgo de quemaduras solares. Los ingredientes más comunes que aparecen en Pinterest son el aceite de coco y el de almendra, la cera de abejas, la manteca de karité y la manteca de cacao. Algunas de ellas incluyen aceites esenciales de lavanda y mirra, y casi todas añaden óxido de zinc. Pocas de estas propuestas indican cuál es su grado de protección de la piel contra las radiaciones.

Radiación solar y lesiones de la piel

La exposición a la luz solar envejece la piel de manera prematura. El daño cutáneo causado por la exposición prolongada a la luz solar se conoce como fotoenvejecimiento. La exposición a la luz ultravioleta causa arrugas finas y gruesas, pigmentación irregular, grandes manchas en forma de pecas llamadas lentigos, tez amarillenta y una textura áspera y coriácea de la piel. Aunque las de piel clara son mucho más vulnerables, cualquier persona experimentará estos cambios con suficiente exposición

Cuanta más exposición a la radiación solar, más alto es el riesgo de crecimientos precancerosos y cáncer de piel, incluidos el carcinoma de células escamosas, el carcinoma basocelular (o carcinoma de células basales) y el melanoma maligno. El cáncer de piel es especialmente frecuente entre las personas que se expusieron ampliamente a la luz solar cuando eran niños o adolescentes y entre las que están expuestas continuamente a la luz solar como parte de su profesión o actividades recreativas (como los deportistas, agricultores, ganaderos, marineros y personas que toman el sol de manera habitual). Además, la exposición a la radiación UV en los salones de bronceado aumenta el riesgo de cáncer de piel y daños en la piel.

Radiación Solar CDMX y area Metropolitana

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define una escala para el índice de radiación solar ultravioleta (UV), que va de 1 a 11+. Cuando el Índice UV alcanza o supera el valor de 11 existe un riesgo importante de sufrir daños en la piel sin protección en un periodo de tiempo breve.

En la Ciudad de México el Índice puede alcanzar un valor máximo equivalente a 15, sin embargo, se reporta como 11+ en apego a las recomendaciones de la OMS.

Las horas de mayor intensidad y por lo tanto de mayor riesgo, son de las 11:00 a las 16:00 horas, cuando el sol alcanza su máxima altura.

La presencia de nubosidad baja la sensación de calor, pero no disminuye la intensidad de la radiación solar UV, por lo que también en días nublados se recomienda usar protección contra la radiación ultravioleta.

Los rayos UV son más potentes durante los meses de la primavera y el verano.

El Sistema de Monitoreo Atmosférico sugiere vestir ropa de algodón de manga larga, usar sombrero, sombrilla, lentes con protección ultravioleta y permanecer el mayor tiempo posible en interiores o en la sombra.

El tiempo de exposición al sol para las personas que tienen piel muy blanca es de hasta 10 minutos y para quienes tienen tez morena oscura es de hasta 37 minutos.

El Sistema de monitoreo atmosférico publica continuamente el Índice de radiación solar UV. Cada 10 minutos se reporta el valor máximo con un propósito preventivo, por lo que se recomienda a la población consultarlo antes de realizar actividades al aire libre

Medidas preventivas.

Existen medidas preventivas que podemos adoptar para evitar quemaduras. Y es que la luz actúa como una energía que puede dañar y alterar las células de nuestra piel y, a largo plazo, esto puede provocarnos cáncer.

Últimamente estamos registrando altas temperaturas y alta radiación solar, por ello es conveniente compartir algunas recomendaciones prácticas que puedan ser de utilidad para cada uno de nosotros y así poder proteger nuestra piel y nuestro organismo en general.

1. Evitar exponerse directamente al sol: debemos evitar la exposición directa al sol, especialmente en las horas centrales del día (10 a.m. a 4 p.m.), donde la radiación solar es más intensa (índice UV – Ultravioleta). Es necesaria la protección solar siempre que el índice UV se encuentre en niveles de exposición de moderados a altos, por ejemplo un índice UV de 30 o superior.

Las personas con poca pigmentación en la piel, los niños de piel clara e incluso los adolescentes, son especialmente vulnerables a la radiación solar, porque en ellos la pigmentación protectora no está todavía completa. Nuestros niños son más propensos a sufrir los efectos perjudiciales del sol en los ojos debido a que estos son más permeables a comparación del de los adultos. Los niños menores de dos años no deben exponerse directamente a la luz del sol ni a la intensidad de los rayos UVA durante el día. Como regla general, se recomienda que permanezcamos en la sombra cuando la luz del sol es muy fuerte, pero incluso así es necesario que tengamos cuidado.

Ponerse bajo sombra cuando los rayos UV sean más intensos, pero no olvidemos que los árboles, las sombrillas o los toldos no nos protegen totalmente contra la radiación solar, y aun así sigue existiendo riesgo de sufrir una quemadura. Por lo tanto, incluso bajo sombra, es muy importante protegernos adecuadamente.

2. Usar adecuadamente el protector solar: usar protector solar es fundamental cuando uno se va a exponer al sol. Pero además es importante elegir un factor de protección que sea adecuado y se adapte a nuestro tipo de piel y a la intensidad de los rayos UVA. Especialmente, durante los primeros días del verano, debemos utilizar productos con un factor de protección solar alto (25, 30, 35 o 50). Sin embargo, las cremas solo nos protegen del sol durante un tiempo limitado y deben contener un filtro adicional contra los rayos UVA, que son los que nos provocan daños a largo plazo, tales como el envejecimiento prematuro de la piel o cáncer de piel.

Algunos productos anuncian un 100 % de protección contra los rayos ultravioleta dañinos para la piel, pero no es así, por lo tanto es importante que escojamos protectores solares de confianza.

Usemos siempre grandes cantidades de protector solar. Además, es importante colocarse crema regularmente (cada dos horas) porque el protector solar se elimina con el sudor, con el roce de la tela (por ejemplo, el bañador o la toalla) o al bañarse. Después de aplicarnos la loción, debemos esperar entre 20 y 30 minutos antes de tomar el sol. Esto es debido a que no todos los protectores actúan de inmediato y algunos tardan unos minutos en hacer efecto. Es importante echarnos protector, especialmente en las áreas más sensibles a la luz como el cuero cabelludo, la cara, las orejas, el cuello, la espalda, el pecho y el dorso del pie.

3. Mantenerse hidratados: también debemos mantenernos hidratados (preferiblemente con agua). Tomar un promedio de 2 litros por día en las jornadas de mayor calor. Tratar de evitar sentir sed en algún momento hidratándonos constantemente.

4. Usar ropa como protector solar: como alternativa o complemento del protector solar adecuado, la ropa también puede proteger la piel: los pantalones largos y las camisas nos ofrecen una protección eficaz contra los componentes de la luz solar. Debemos usar un sombrero o una gorra, ya que los rayos UVA pueden provocarnos resequedad en el pelo y quemaduras en quienes tengamos calvicie.

El factor de protección contra los rayos UVA de nuestra ropa varía dependiendo del color, el tipo de material, la densidad de las fibras y el grosor. Un sombrero de ala ancha nos protege debidamente los ojos, las orejas, la cara y la parte posterior del cuello. Las prendas de vestir holgadas y de tejido tupido que cubran la mayor superficie corporal también nos protegen contra el sol.

5. Proteger los ojos con gafas de sol: todo el mundo conoce la importancia de proteger la piel con crema solar en verano, pero a menudo descuida la protección de nuestros ojos.

Además de la piel, los rayos del sol pueden producir quemaduras y lesiones en los ojos. El resultado puede ser daños en la córnea y en la retina que pueden llegar a ser irreversibles. A veces un solo día de exposición al sol puede ser suficiente para dañar la sensibilidad del ojo. Al igual que en la piel, la radiación UV en el ojo puede provocar una quemadura. Pocas horas de haber estado bajo el sol puede producirnos una irritación conjuntival, que se manifiesta con ojos rojos o llorosos. Sin embargo, los daños no siempre pueden revertirse tan fácilmente, un ejemplo de esto es la queratitis fotoeléctrica, que afecta a las capas más superficiales de la córnea y provoca enrojecimiento y dolor; otro ejemplo puede ser el desarrollo de cataratas.

En casos graves se puede llegar a perder la visión, e incluso la capa más externa de la córnea puede destruirse o producir una inflamación provocada por la queratitis (que deja cicatrices), lo que puede causarnos que perdamos la visión de forma irreversible.

Por lo tanto, es muy importante usar gafas de sol homologadas.

6. Procurar tener hábitos de alimentación saludable: Las vitaminas que encontramos en las frutas hacen más fuerte nuestra piel contra las emisiones de rayos UV, y el melón y la sandía son las más recomendadas. En el mercado hay cápsulas vitamínicas que contienen activos que protegen la piel contra las radiaciones ultravioleta. Las personas especialmente sensibles al sol deben reforzar la protección de la crema con antioxidantes adicionales como la vitamina E, el licopeno, el betacaroteno o los polifenoles.

7. Evitar las cámaras bronceadoras: Se recomienda que evitemos las lámparas y las camas bronceadoras debido a que aumentan el riesgo de cáncer de la piel, y además pueden dañar los ojos si no se usa protección

Pregunta de Investigación

¿por qué mi mamá y mi papá me ponen bloqueador todos los días?

Planteamiento del Problema

El hecho de no proteger nuestra piel de la fuerte radiación solar puede afectar nuestra salud.

Antecedentes

Los antecedentes de los estudios de radiación solar en nuestro país pueden situarse en los años de 1911 a 1928, cuando el investigador de origen polaco Ladislaw Gorczynski, realizó mediciones actinómetricas en el Observatorio Meteorológico de Tacubaya entre otros sitios en el mundo, con la finalidad de determinar las características de la radiación solar a nivel de superficie, utilizando un sensor desarrollado por el mismo investigador, la llamada termopila de Gorczynsky

Después de un largo período sin actividad, en el año de 1956, inician nuevamente las mediciones de la radiación solar en el Instituto de Ciencia Aplicada, el cual era auspiciado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Las observaciones de radiación solar global, radiación solar difusa y radiación solar directa, reciben validación internacional gracias a la adquisición de un pirheliómetro patrón y de un pirheliómetro estándar de disco de plata Abbot No. 13. Esto permitió que la estación Ciudad Universitaria, pudiera ser considerada oficialmente como un punto de observación de la Red Actinométrica Mundial, situación que prevalece hasta hoy en día, siendo además la única de nuestro país que realiza dicha actividad.

La Ciudad de México está recibiendo altos niveles de radiación solar ultravioleta; registra hasta 10 puntos, considerado alto, el máximo en la escala del Índice de Rayos Ultravioleta es 15, nivel registrado en 2008

Objetivo

Conocer e informar la importancia de los bloqueadores solares.

Justificación

Realizare esta investigación porque creo que mucha gente no sabe qué hace daño la radiación solar y no utiliza bloqueador, por lo que compartir esta información podría ayudar a promover su uso y cuidado de la piel.

Hipótesis

Si utilizamos diario protector solar entonces nos estaremos protegiendo enfermedades causadas por la radiación

Método (materiales y procedimiento)

Para mi investigación de campo hice una pequeña encuesta por internet, para conocer muy en general si las personas suelen utilizar bloqueador diariamente.

Realice también un protector solar natural con una receta de muchas que se pueden encontrar en internet para, probar su efectividad y la complejidad de su realización.

Experimentación 1

Material:

    • 2 cucharadas de aceites vegetales
    • 30 gotas de aceites esenciales
    • 30 gramos de cera de abeja para proporcionar impermeabilidad a la mezcla.
    • 30 gramos de manteca de Karité.
    • 1 cucharada pequeña de aceite de germen de trigo.
  • 10 gramos de polvo de óxido de zinc, lo cual daría una concentración al 12%, equivalente a un factor de protección de 10-12.

Procedimiento

A baño maría y fuego lento derretir los aceites no esenciales con la manteca y la cera de abeja. 

Una vez se haya derretido y fusionado todo dejar    enfriar ligeramente y añadir el aceite de germen de trigo, el óxido de zinc (utilizar una mascarilla pues su inhalación puede ser peligrosa) y los aceites esenciales. 

Mezclar todo hasta que el   óxido de zinc se disuelva.

Introducir la mezcla en un dispensador o el bote desde el cual se vaya a utilizar.

Dejar enfriar y reposar para que la mezcla se endurezca durante toda la noche.

Experimentación 2

Material:

  • 3 cartulinas negras o rojas
  • Bloqueadores solares para niños
  • Crema corporal para niños
  • Crema corporal para niños con factor UV
  • Bloqueadores solares para adultos
  • Crema corporal
  • Crema corporal con factor de protección UV
  • Bloqueador solar natural hecho en casa (experimentación 1)

Procedimiento

Sobre una cartulina untamos una capa de 2 distintos bloqueadores solares, y 2 distintas cremas corporales para niños

Dejamos 24 con exposición al sol y observamos

Sobre una cartulina untamos una capa de 2 distintos bloqueadores solares, y 2 distintas cremas corporales para adultos

Dejamos 24 con exposición al sol y observamos

Sobre una cartulina untamos una capa de bloqueador comercial y  una capa de bloqueador natural hecho en casa.

Dejamos 24 con exposición al sol y observamos

Galería Método

Resultados

Video de investigación en la siguiente liga:

https://youtu.be/vfL8eyLJU_8

Experimentación 1

La realización del bloqueador no es complicada, aunque por las medidas hay que conseguir o comprar una bascula de gramos, en mi caso, mi mama y yo construimos una bascula casera con una base de madera, un transportador de madera y un bote de cartón , utilizando bolsitas de arroz con 10 gramos de peso cada una, para las medidas. Al final el bloqueador casero fue cremosos y agregue un colorante para hacer notar que se incorpora en la piel como los bloqueadores comerciales. Quedo listo para la experimentación 2

Experimentación 2

Coloque los distintos tipos de bloqueadores  en las cartulinas como indica el procedimiento, y los que se puede notar es que en la parte donde no se coloco el bloqueador el color esta degradado, y dependiendo de los componentes del bloqueador fue la cobertura o tono blanco. Probando de alguna manera que la utilización de bloqueadores comerciales ya sea químicos o físicos brinda una protección efectiva contra el sol.

En el caso del bloqueador casero el resultado fue como graso solo y con el sol se degrado de igual forma que en la cartulina donde coloqué crema normal.  Probando como dicen los estudios que puede ser in eficaz o hasta peligroso para la piel,  elaborar protectores solares caseros encontrados en internet.

Galería Resultados

Discusión

Conclusiones

Los bloqueadores y filtros solares, nos sirven para proteger nuestra piel de la radiación solar.

La radiación solar de donde vivo cada día es más alta, y es recomendado usar bloqueador o filtro solar ademas de otras medidas preventivas para cuidar nuestra piel.

Muchas personas no ocupan filtro solar, aunque saben que sirve para protegernos.

Existen dos tipos de filtros solares, los filtros solares químicos que absorben los rayos ultravioleta y los filtros físicos que reflejan y dispersan los rayos dañinos a modo de armadura temporal.

Normalmente en cosmética natural se suelen utilizar los filtros solares físicos: el óxido de zinc y el dióxido de titanio.

Éstos prácticamente no presentan reacciones alérgicas. El mayor inconveniente de estos filtros es que producen un efecto de blanqueamiento que afecta tanto a la estética sobre la piel, como a la aplicación del producto.

La única manera de determinar de verdad si un producto tiene cierto grado de protección solar es mediante un estudio riguroso llevado a cabo en un laboratorio.

No hay manera de poder realizar nuestras casas un protector solar funcional y corremos el riego de dañar nuestra piel a corto y largo plazo.

Es imposible estimar el FPS sin por lo menos un estudio de la fórmula, en contra de lo que afirman algunos blogs de cosmética casera.

Obviamente, que resulte más complicado, no quiere decir que sea imposible aprender a formular correctamente este tipo de productos, si no que necesitamos unos conocimientos más profundos de ciertas técnicas, así como maquinaria específica.

Hacer una protector solar sólo con aceites o extractos botánicos sería fantástico, pero la realidad es que actualmente no se conoce, ni hay ningún estudio que demuestre que ciertos aceites tienen un FPS lo suficientemente alto como para usarlos como ingrediente exclusivo de protección solar.

Bibliografía

Instituto de Geofísica, UNAM. Circuito de la investigación Científica s/n, Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04150, México D.F. Sitio web administrado por: Unidad de Cómputo del Instituto de Geofísica, webmast@geofísica.unam.mx

Las radiaciones ultravioleta y el Cancer de piel, Salud Publica México, no. 1, enero-febrero 2013.

Envirometal healt perspectives, vol. 120, no. 8, agosto 2012, pag. A308-A313

Sol y Cancer de piel, Maria Salazar Nievas – 2017 Ed. Area de Investigación y Desarrollo. 

NIH, instituto Nacional de Cancer/ cancer.gov/espanol

https://www.ecologiaverde.com/como-hacer-un-protector-solar-natural-1240.html

Summary

Research Question

Problem approach

Background

Objective

Justification

Hypothesis

Method (materials and procedure)

Results

Discussion

Conclusions

Bibliography