Una tendencia que se observa con frecuencia en la sociedad moderna es la apatía, cuya incidencia se extiende a los ámbitos más diversos y a diferentes etapas vitales. Uno de los problemas más frecuentes entre los niños y adolescentes, es el desinterés por participar en actividades conjuntas, así como la reducción de sus interacciones sociales, lo que afecta considerablemente su forma de vida y el desarrollo de la sociedad. (1) El egoísmo es una tendencia que es el resultado de la necesidad de supervivencia en el siglo XXl: el esfuerzo por lograr sus metas de independencia económica los lleva a centrarse en sí mismos y en su propio desarrollo (2) sin darse cuenta o sin interesarse en el medio que los rodea, o más grave aún, de las personas que los rodean. De aquí el interés de cambiar la perspectiva de los niños y adolescentes, ayudándolos a generar empatía a lo que les rodea, y de esta forma, gestar un cambio en el mundo.
Los niños y jóvenes actuales tienen la impresión de que el mundo gira a su alrededor. Es un fenómeno cultural que impide ponerse en el lugar de los demás. A los muchachos les cuesta mucho descubrir al otro, salir de sí mismos. (4)
Actualmente, el tránsito acelerado que se vive como sociedad y como familias, ha dejado cada vez menos tiempo para poder tener un acercamiento de calidad con otros, el abuso del uso de la tecnología, y muchas más situaciones que son cada día más comunes; el ser humano dista más de sus relaciones con otros.
Esto ha llevado a generar apatía por otros y un egoísmo, el cual, a largo plazo, lleva a que la sociedad en la que se vive actualmente se vea más deteriorada.
La vida humana es vida social. La evolución supone un paso de lo simple a lo complejo, de lo único a lo plural, una tendencia a la agregación inscrita en la lógica de la vida. Esta agregación cumple un papel adaptador que aumenta las posibilidades de sobrevivir y multiplicarse. (6)
Algunas especies que han sobrevivido lo han conseguido mediante su sociabilidad lo cual aumenta al acercarnos al hombre el cual necesita del aprendizaje o socialización para un despliegue ideológico normal. (6)
Así los hombres al reunirse y relacionarse entre sí conforman la sociedad, como el conjunto de esas relaciones estructuradas y determinadas de las relaciones sociales. (6)
Se habla del egoísmo y la apatía de los jóvenes de hoy.
Respuesta a un intento desesperado por lograr sobrevivir en una sociedad que no ofrece garantías de subsistencia, donde el mar de incertidumbres sobre el futuro y la apertura imaginaria de posibilidades ilimitadas brindada por la globalización genera un estado de ansiedad permanente. (2)
Para tener empatía se tiene que saber escuchar y es que el escuchar hace que lo que las otras personas manifiestan sea entendible y comprensible y así se pueda comprender a los otros. (17)
Parte de la sociedad actual vive en la indiferencia con una mentalidad conformista y pasiva, con lo cual se carece de una cultura de convivencia.
El ser humano pretende vivir feliz en su burbuja individual evadiéndose del mundo social que le rodea, y esto hace que no profundice ni reflexione sobre los hechos y la información que recibe.
El ciudadano apático elige el camino más cómodo porque no se molesta en informarse sobre lo que le rodea y no se preocupa por formar un criterio y, por ende, una ética y una conciencia.
Se encuentra, pues, en una sociedad pasiva, conformista, incrédula, inconmovible y absorta. (3)
La empatía es parte de la inteligencia emocional y es algo que muchas personas no son capaces de tenerlo o mantenerlo al 100%, la palabra empatía significa “Dentro de él y lo que se siente”, pero como se dice comúnmente es el “ponerse en el lugar del otro” (17).
Se basa en tener esa habilidad para comprender emocionalmente la situación de la otra persona. (19)
En la antigüedad, los filósofos griegos definieron la apatheia como un estado del espíritu consistente en la indiferencia emocional ante los avatares de la existencia. (1)
Consideraban que la felicidad sólo podía alcanzarse cuando la persona se mostraba emocionalmente indiferente ante los sucesos o acontecimientos que le tocaban vivir. (1)
Existen diferentes tipos de empatía (19):
De acuerdo con la neurociencia, el cerebro es parte fundamental de este proceso. Cuando se es una persona empática, se activan diferentes partes de este, tales como la corteza cingular anterior y la ínsula anterior. (19)
La empatía es un estado emocional sumamente profundo, que se origina en el cerebro. (20) La investigación sugiere que hay componentes neurobiológicos importantes en la experiencia de la empatía. La activación de las neuronas espejo en el cerebro juega un papel en la capacidad de reflejar e imitar las respuestas emocionales que las personas sentirían si estuvieran en situaciones similares. (19)
Un estudio publicado en el Journal of Neuroscience identificó que el egocentrismo es una parte innata del ser humano: una programática que, durante milenios, nos ha ayudado a sobrevivir. Pero cuando el área del cerebro donde se activan las reacciones ególatras percibe una falta de empatía, se autocorrige. Se trata del giro supramarginal, que sólo suprime la empatía en momentos de adrenalina, y que en una persona normal debe funcionar siempre segregando las dosis correctas de empatía. (20)
La apatía es un síndrome comportamental o una disfunción del proceso que origina los actos inducidos por estímulos externos o por los propios; por lo tanto, la apatía ocurre cuando se alteran los sistemas que generan y controlan la voluntad. (1)
En la infancia, el egoísmo puede estar relacionado con la falta de desarrollo de la teoría de la mente. El egocentrismo en la adolescencia se trata de una forma de afirmar la propia independencia, algo fundamental para las personas en esta etapa. (5)
Niños y jóvenes tienen que descubrir su lugar en el mundo y desarrollar la propia personalidad a partir de lo que encuentra a su alrededor. (5)
Fuera de toda disertación filosófica, lo cierto es que en el plano material nuestras neuronas hacen, en buena medida, lo que el ser humano es: moldean emociones y la manera en la que se conduce. El ser humano es un ser altamente determinado por las neuronas, y por el funcionamiento del cerebro en general. (20)
Es sabido que la empatía se reduce sólo en los momentos de adrenalina o cuando se busca sobrevivir, quizá un método para volverse más empáticos sería buscar formas más solidarias e intuitivas de experimentar la vida en colectividad, para reconectar los cables empáticos del complejo sistema neuronal. (20)
Algunos estudios han demostrado que estando en situaciones cómodas, es complicado ser empáticos. Pero es necesario buscar sufrimiento para promover la empatía. Sólo valdría la pena reflexionar sobre qué tanto aceptamos el sufrimiento, ya que huir de él –a través de lujos o toda suerte de autoengaños– bloquea nuestra capacidad empática. (20)
Para su plena realización, el hombre necesita de la relación con los otros, no puede sobrevivir sin la ayuda de los demás. (6)
Es cierto que la actitud del indiferente, de quien cierra su conciencia para no tomar en consideración a los otros, de quien cierra los ojos para no ver aquello que lo circunda o se evade para no ser tocado por los problemas de los demás, caracteriza una tipología humana bastante difundida y presente en cada época de la historia. Pero en nuestros días, esta tipología ha superado decididamente el ámbito individual para asumir una dimensión global y producir el fenómeno de la «globalización de la indiferencia». (21)
En el plano individual y comunitario, la indiferencia ante el prójimo asume el aspecto de inercia y despreocupación, que alimenta el persistir de situaciones de injusticia y grave desequilibrio social, los cuales, a su vez, pueden conducir a conflictos o, en todo caso, generar un clima de insatisfacción que corre el riesgo de terminar, antes o después, en violencia e inseguridad. (21)
Esto hace que se pregunte el por qué es importante generar empatía. El practicarla ayuda a mejorar la inteligencia emocional y esto es importante ya que facilita el experimentar diferentes beneficios, estos son: (17)
Si bien es una especie de arte cognitivo que no todos tienen de manera innata, se puede desarrollar por cuenta propia.
Su origen está en regiones específicas del cerebro que pueden ser más sensibles en unos que en otros, pero también existen estimulantes externos cotidianos que van forjando nuestros sentimientos y que moldean nuestras reacciones para con todo lo ajeno. (20)
Para estimular la empatía hay que ponerla en práctica, procurando una vida sin artificios superficiales ni zonas de confort. Ayudar a otros, aunque ello implique ver cosas que quizá no se quieran ver. Y también intentar no pensar la vida como una eterna competencia con los otros, pues eso precisamente activa nuestra egolatría y anula nuestra empatía. (20)
También se debe ser capaces de entablar un diálogo interno con los propios sentimientos. Para eso se puede abrir camino con un poco de meditación diaria, o con algo de ejercicio que implique ciertos retos y algo de sufrimiento momentáneo. (20)
De aquí la importancia de que, en México, desde edades tempranas, en casa y en la escuela, se desarrolle nuevamente el acercamiento de calidad entre los seres humanos, generando empatía con lo que les rodea, y de esta forma, poder asegurar en un futuro, generaciones que trabajen en pro de la sociedad y el mundo.
Que los niños desarrollen empatía, generando tolerancia y solidaridad, y de esa forma, mejorar el clima emocional de su entorno.
El hombre necesita de la relación con los otros. Es un ser social y biológicamente es imposible un ser humano fuera de la sociedad. Aprendizaje, costumbres, comportamientos o relaciones, los cuales son aprendidos directamente por el contacto que se tiene de persona a persona en cualquier aspecto de la vida, llevan al hombre a la vida que entendemos como humana. Al contrario, la indiferencia puede generar un clima de violencia e inseguridad. El generar empatía ayuda desarrollar inteligencia emocional y capacidades de liderazgo, negociación, colaboración e incluso autorregulación.
Si los niños dedican 5 minutos diarios en conocer a una persona ajena a su círculo social, podrán de esta forma desarrollar empatía con él o ella, generando tolerancia y solidaridad y así mejorar el ambiente emocional de su entorno.
Se acudió a la Biblioteca Central del Estado Fray Servando Teresa de Mier en Monterrey, Nuevo León. Se hizo la consulta de libros de sociología, dándose cuenta de la importancia de la convivencia del hombre con sus congéneres.
Para ahondar más en el tema a nivel escolar, se acudió con Profesora Ana Delia González Ortiz directora del nivel Preescolar del Centro Escolar Zamá, con la Profesora Alma Delia Cruz Pichardo, directora del nivel Primaria del Centro Escolar Zamá y con el Profesor Fidel, director del nivel secundaria del Centro Escolar Zamá y con el Ingeniero Germán Montoya, los cuales son los más involucrados en el desarrollo de los niños dentro de la escuela y se les hicieron las siguientes preguntas:
Los cuatro profesores comentaron que debe ser pacífica, respetuosa y solidaria.
Redes sociales, malentendidos, falta de confianza, falta de comunicación y de resolución de conflictos.
Lo que entendí es que la empatía no se aprende en un salón de clases, ni como materia, sino en la vida diaria, empezando por la familia.
El trabajo en equipos para aprender a ser solidarios. Además, que, con las modificaciones a las formas de enseñar, ya existen materias que nos ayudan a el manejo de nuestras emociones.
Comentaron que los espacios para una escuela son muy importantes, tanto para realizar trabajos como para el esparcimiento.
Comentan que siendo responsable en lo que nos toca hacer tanto en casa, la escuela y la sociedad.
Un punto importante que comentaron es que la empatía se inicia desde casa, y que, en la escuela, los maestros son responsables de ayudar a desarrollarla en distintos ámbitos.
MATERIALES.
Tiempos de muestra:
Para las dinámicas se necesita:
PROCEDIMIENTO.
Al iniciar la semana 1, se aplicarán los cuestionarios generales a los alumnos y a los profesores con respecto a su percepción del clima que se vive en el salón de clases.
Se realizarán otras 4 dinámicas de apoyo, con diferencia de 2 semanas, reforzando el manejo de emociones de los alumnos y finalmente a la semana 12, se realizará otra dinámica de integración:
Al finalizar, se les solicita a los alumnos que escriban en una hoja el como les ayudó conocer a sus compañeros para realizar esta actividad.
Se realizó el cuestionario de ambiente escolar de inicio y final a los alumnos de 3º lagarto, con un total de 29 alumnos y se obtuvieron los siguientes resultados:
Se observa en la perspectiva de los niños, que en el primer apartado que el 24% de los niños al inicio comentaron que les decían malas palabras, y al final sólo el 10%. El 24% comentaba al inicio que le pegaban y al final ningún niño comento que le pegaran. El 20% comentaban que los amenazaban al inicio, y al final, sólo un 3% lo comentó. El 31% comentaba al inicio que les quitaban cosas, mientras que al final fue sólo el 17% que lo comentó.
Al inicio el 38% comentaba que no querían jugar con ellos, mientras que al final sólo el 10% tuvo esta queja. Al inicio el 24% se quejaba que lo molestaban en clase, mientras que al final sólo el 3% tuvo esta queja. El 14% comentaba que les contestaban mal, mientras que al final fue sólo el 7. Al inicio el 20% comentaba que decían cosas malas de ellos, mientras que al final, sólo el 10% tuvo esta queja.
Al cuestionar al inicio de las cosas que más les molestaba de todo lo anterior,al inicio 3 niños (10%) comentó que le dijeran malas palabras, al final sólo 1 (3%). Al inicio 6 (20%) que les pegaban, y al final sólo 1 (3%). Al inicio 1 (3%) comentaba que lo amenazaban. A inicio 3 niños (10%) decía que le quitaban cosas, mientras que al final sólo 1 (3%) se quejó de esto. Al inicio 5 niños (17%) de que no querían jugar con ellos, mientras que al final sólo fueron 2 (7%). Al inicio 1 niño (3%) se quejaba de que lo molestaban en clase, mientras que al final aumento a 2 niños (7%). 1 (3%) al inicio comentaba que no le gustaba que le contestaran mal, mientras que al final, ya no hubo quien tuviera esa molestia. Al inicio no hubo niños que les molestara que dijeran cosas de ellos, y al final 3 (10%) si se quejaron.
Al preguntarles a quien le comentan cuando alguien les hace algo al inicio el 69% comentó que a sus papás, al igual que al final. El 48% a los maestros al inicio mientras que al final subió al 41%. Al inicio 7% comentaba que algún amigo, igual que al final, al inicio 38% a algún familiar, mientras que al final bajó al 17%, al inicio el 3% no le comentaba a nadie, mientras que al final no hubo ese problema.
En el apartado de las cosas que ellos han realizado a sus compañeros se obtuvo que 17% al inicio le había pegado a un compañero, mientras que al final nadie, al inicio el 7% había insultado a alguien, y al final ninguno, el 3% al inicio había amenazado a alguien, al final ninguno, el 20% al inicio le había quitado algo a algún compañero, al final nadie, al inicio el 17% había molestado a algún compañero, al final ninguno, al inicio 3% comentó que había dicho algo malo de un compañero, al final subió al 7%.
Por último, al inicio el 7% comentó que le había contestado mal a la maestra, al final ninguno.
Al preguntarles cuales eran las cosas que con mayor frecuencia hacían, se encontró que a inicio que 1 (3%) niño comentó que alguna vez le había pegado a un compañero, 2 (7%) niños que molestaban a un compañero.
Al final ninguno comento que repitiera esas actitudes con frecuencia.
Al preguntarles a quien le dicen si ven a un compañero en problemas, al inicio el 27% comentó que a sus papás, y al final el 24%. El 83% al inicio a los maestros y al final el 23%. Al inicio 14% a un amigo y al final el 17%.
Al inicio 7% a un familiar y al final el 3%. Al inicio 3% a nadie, siendo que al final bajo al 0%.
Al finalizar, se les preguntó que si ayudarían a algún compañero en problemas el 93% dijo que sí lo ayudaría, mientras que el 3% dijo que no. En comparación que al final el 97% aseguró que sí lo ayudaría, mientras que sólo el 3% comentó que no.
También se realizó una encuesta de su perspectiva a los profesores que tienen contacto directo con los alumnos de dicho grupo de lo cual se obtuvieron los siguientes resultados:
De los maestros cuestionados, al inicio el 72% considera que la convivencia en general del salón de 3º Lagarto es buena, el 14 % regular y el 14% muy buena al inicio.
Al al final el 57% considera que es muy buena, el 28% buena y el 15% regular.
En cuanto a como consideraban los maestros la convivencia en el último mes iniciando, de igual forma, el 72% considera que la convivencia en general del salón de 3º Lagarto es buena, el 14 % regular y el 14% muy buena al inicio.Al final Al al final el 57% considera que es muy buena, el 28% buena y el 15% regular.
A como perciben al inicio los maestros que los alumnos reciben amenazas o insultos el 57% comenta que a veces se presenta este problema, y el 43% nunca.Al final el 86% comentaron que nunca y el 14% que sólo algunas veces.
De como perciben que digan mentiras de sus compañeros o rumores se tiene que el 71% de los profesores considera que a veces mientras que el 29 % dice que muy a menudo.
Al final el 28% comenta que nunca, el 57% a veces y el 15% a menudo.
Los alumnos al inicio que interrumpen o molestan el clase se tiene que el 57% de los profesores piensa que es a veces, el 29% es a menudo y el 14% muy a menudo.
Al final el 57% comenta que a veces pasa, mientras que el 43% comenta que es a menudo.
Los alumnos que no cumplen con las normas de comportamiento al inicio perciben los profesores que el 57% piensa que sólo a veces y el 43% es muy a menudo. Al final el 71% es a veces y el 29% a menudo.
El 57% de los profesores refieren al inicio que los niños que desobedecen y no respetan a veces, el 29% a menudo y el 14% muy a menudo.
Al final el 43% dice que nunca, el 43% dice que sólo a veces y el 14% que a menudo.
El 57% piensa al inicio que los niños obligan a otro a hacer algo que no quiere a veces y el 43% piensa que nunca. Al final el 86% opina que nunca y el 14% que a veces.
De otras actitudes que ellos observan al inicio, muy pocos maestros consideran que se presenten estas tales como: agresiones físicas y verbales entre compañeros, que se nieguen a hacer trabajos, que rompan o roben cosas, que excluyan a un compañero, que no sigan instrucciones, que platiquen mucho en clase, y una en particular, que es tener una actitud conciliadora.
Al final, las situaciones que los maestros detectaban como problemáticas, tuvieron un descenso importante al final de el lapso en el que se llevó a cabo el proyecto, y el que los niños fueran conciliadores se incrementó.
El 43% de los maestros al inicio consideran que el nivel de conocimiento de estas situaciones por parte de maestros es a veces, 28% muy a menudo y el 29% a menudo. Al final muy a menudo 71% y 29% a menudo.
El 43% de los profesores al inicio consideran que los niños ayudan a un compañero en problemas sólo a veces, el 28% a menudo y el 29% muy a menudo. Al final muy a menudo 57% y el 43% a menudo.
Los resultados referentes al seguimiento semanal del cuestionario de convivencia diaria en las 12 semanas son los siguientes:
El 71.8% de los niños tienen más de un año de conocerse, mientras que el 28.2% tienen menos de 1 año.
En el seguimiento de los cuestionarios de convivencia diaria en promedio al inicio de la semana al preguntarles a los niños si les cae bien su compañero el 81.4% dice que sí mientras que el 18.6 % dice que no. Al final de la semana tuvimos que el 98.2% dice que sí, incrementando 16.8 puntos porcentuales en comparación con el inicio de semana, mientras que el 1.8% dice que no, disminuyendo 16.8 puntos porcentuales en comparación del inicio de semana.
Al preguntarles al inicio de semana si se les hacía fácil ser su amigo el 64.9% dice que sí, mientras que el 35.1% dice que no. Al final de la semana se tiene que el 95% dice que aumentando 30.1 puntos porcentuales y el 5% dice que no, bajando 30.1 puntos porcentuales.
En cuanto a si lo ayudarían si lo vieran en problemas al inicio de semana tenemos que el 87.8% dice que sí mientras que el 12.2% dice que no. Al final de semana el 99% comenta que sí incrementando 11.2 puntos porcentuales, mientras que el 1% dijo que no, bajando 11.2 puntos porcentuales.
Al preguntarles si le pedirían ayuda a su compañero en caso de estar en algún problema, al inicio de semana se tiene que el 86.6% dijo que sí, mientras que el 13.4 dijo que no; al final de la semana el 97.3% dijo que sí, aumentando 10.7 puntos porcentuales, mientras que el 2.7 dijo que no, bajando 10.7 puntos porcentuales.
Al estar desarrollando este tema, se pudo observar que muchos de los problemas que se tienen como sociedad es la falta de empatía y el mal manejo de emociones.
Como bien mencionaba el profesor Fidel, el desarrollo de estas habilidades se debe de generar desde la casa, con la familia, cumpliendo de buena forma primero con las responsabilidades propias y, posteriormente, con la ayuda a padres y hermanos. De ahí, los niños llevan al mundo externo la idea de que este es el modo adecuado de convivir en sociedad.
No se puede evitar tener diferencias con otras personas, pero el aprender a manejar de forma adecuada estas situaciones, así como el manejo de sentimientos como enojo, frustración y tristeza, ayudan junto con la empatía a buscar soluciones de tolerancia y de solidaridad en algunos casos.
Al analizar la dinámica propuesta, se observa que, al inicio, si bien no existía un ambiente hostil dentro del salón de clases, si había áreas de oportunidad. Al comparar los resultados obtenidos al inicio con los finales en los cuestionarios de ambiente del salón, los niños manifestaron que la percepción de eventos de agresión hacia ellos disminuyó, tomando en cuenta dos cosas, primero, que dejaron de hacerlas, y segundo que también ellos dimensionaron realmente las acciones de sus compañeros y entendieron el porqué de ellas y que al final, no eran hechas para molestarlos. Los profesores también manifestaron el cambio del ambiente del salón, teniendo una mejoría de comportamiento en los alumnos.
De aquí la importancia de trabajar en casa y escuela el desarrollo de la empatía, manejo de emociones, tolerancia y solidaridad desde edades tempranas, para que, en un futuro, se observe el beneficio de esta práctica en el mundo.
Dándose el tiempo para conocer a una persona, se desarrolla empatía con él o ella y de esta forma se genera tolerancia y solidaridad, mejorando así el ambiente emocional que nos rodea y al final, el mundo.
Referencias Bibliográfica.
Empathy as a generator of tolerance and solidarity: values that will change the world. Social experiment.
The accelerated life that is lived has left less time to be able to have a quality approach with others. This has generated apathy and selfishness, which leads the society in which we live today.
To develop empathy with a person outside his social circle, generating tolerance and solidarity and that way improve the emotional environment.
Human needs the relationship with others. Indifference can generate a climate of violence and insecurity. Generating empathy helps develop emotional intelligence and leadership, negotiation and collaboration and capabilities.
If children spend five minutes a day meeting a person outside their social circle, then they can develop empathy with others, generating tolerance and solidarity and improve the emotional environment.
To my project, I generate a dynamic where we had to ask specific questions to a classmate every day for a week, so, we get to know each other, for twelve weeks. I also did dynamics to handle emotions, mainly the anger, because I detected that was the most frequent cause of fights in my classroom.
I observed that with the dynamics I made, the control of emotions of my colleagues improved and there was more companionship between us.
Giving us the time to meet a person, we develop empathy with him or her generating tolerance and solidarity and in this way, we improve our emotional environment and, in the future, the world.